Instituto Nacional de Propiedad Industrial concede una décima patente a investigadores UAI

10 de Agosto 2022 Noticias

La Universidad Adolfo Ibáñez ya alcanzó la concesión de 10 patentes, otorgadas por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI). De ese total, esta última corresponde a la séptima de la Facultad de Ingeniería (FIC), siendo concedida a los académicos José Luis Campos y Juan Pablo Pavissich.

Esta es la segunda patente concedida al profesor José Luis Campos. En ese sentido, el académico de la FIC, detalla que esta última tiene que ver con la depuración de las aguas residuales urbanas, que son tratadas habitualmente en plantas que poseen sistemas de lodos activos, pero para esto se requiere de grandes terrenos y unidades de gran tamaño que incrementan los costos. Frente a eso, el académico sostiene que “el sistema patentado se basa en el uso de la tecnología de biomasa granular que permite aumentar la capacidad de tratamiento, con lo cual, se necesita menos área para el funcionamiento del sistema y, por otra parte, se reduce el volumen requerido para las unidades de tratamiento por lo que el costo de inversión es menor que el de los actuales sistemas de lodos activos”.

La ventaja de esta tecnología patentada es que se podría implementar en las plantas de tratamiento existentes sin mayor modificación, “lo que permitiría aumentar su capacidad de tratamiento a un costo menor”, dice el profesor de la FIC. Además, esto ayudaría a resolver una mayor demanda de tratamiento por el crecimiento de los flujos de aguas residuales residenciales, ya que la población del país va en aumento y las plantas de tratamiento actuales podrían no ser capaces de tratar toda el agua residual generada.

Adicionalmente, el profesor Juan Pablo Pavissich remarca el enfoque de sostenibilidad que posee la innovación, “el tipo de sistema que se logra con esta tecnología apunta a un cambio de paradigma para las plantas de tratamiento convencionales, ya que permite los mismos niveles de tratamiento, pero reduciendo el consumo de energía, la generación de subproductos o residuos y los costos operacionales, lo cual lo hacen una alternativa más sostenible”.

Pese a la relevancia de que se concedan este tipo de patentes, Campos reconoce que es un proceso lento: “Esta patente fue solicitada a principios del 2018 y concedida cuatro años después. A esto habría que sumarle los años invertidos en investigación, necesarios para obtener los resultados en los que se basa dicha patente” y concluye que “el proceso es largo pero la Universidad tiene bien definidos los pasos a realizar”.

Con todo ese escenario, Campos explica que este es un reconocimiento valioso para la Facultad de Ingeniería y Ciencias, ya que “la evolución que ha tenido la FIC en estos últimos años ha permitido atraer a un capital humano con una gran capacidad en distintas áreas técnicas y que están desarrollando un trabajo que puede ser un gran aporte para el país”. Y concluye: “Creo que es tiempo de empezar a darnos a conocer como una Universidad que desarrolla procesos y tecnologías que pueden ser aplicadas al sector productivo y a la sociedad en general”.

El director Interino de la Oficina de Transferencia Tecnológica, Luis Nilo, detalla que “en el caso particular de las patentes, se evalúa la novedad, nivel inventivo (no obviedad) y la aplicación industrial, condiciones de patentabilidad que esta tecnología ha superado exitosamente. La concesión de esta patente, refleja que como universidad podemos realizar una transferencia tecnológica efectiva al mercado”.

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