Magdalena Aninat, directora del Centro de Filantropía e Inversiones Sociales (CEFIS) de la UAI, ve que existe “un gran potencial de crecimiento” en las donaciones, en la medida que se facilite la incorporación de nuevos donantes y se fortalezca la capacidad de las organizaciones sociales de movilizar recursos. Dice que las áreas donde han crecido -educación, pobreza, cultura cuentan con incentivos tributarios, pero otras -conservación del medioambiente o derechos humanos no los tienen y deben pagar impuestos. “Si queremos que la filantropía alcance todo su potencial, se requiere una política pública integral que modernice el sistema y permita ampliarlo”.

 -La pandemia mostró un Chile con muchas más necesidades ¿La filantropía puede ayudar a mejorar las desigualdades?

-La mejor forma de enfrentar los profundos desafíos sociales del país pospandemia es contar con una participación activa y coordinada de todos los actores sociales, cada uno desde su rol. El Estado, con políticas públicas efectivas y la amplia cobertura de programas sociales, invitando al sector privado y a inversionistas de impacto a apoyar estas políticas. Aquí la filantropía tiene que jugar roles mucho más activos. No tendrá la capacidad de cubrir a todas las personas en situación de pobreza, pero es donde se puede encontrar capital más de riesgo para probar soluciones nuevas a desafíos sociales más complejos.

 – ¿Es transparente el sistema de donaciones en el país?

-El marco legal que regula las donaciones está disperso en más de 60 normas diferentes y este enjambre legal es muy débil en términos de obligaciones, de transparencia y reportabilidad, dejándolo en la autorregulación de los actores. Un estudio reciente del CEFIS muestra que en este y otros puntos estamos lejos de las tendencias de los sistemas de países OCDE. No solo falta transparencia de parte de los donantes y donatarias, sino también del Estado en reportar cómo funciona el sistema de cara a la ciudadanía.

– ¿El surgimiento de fundaciones, como la creada hace poco por los hijos de Eliodoro Matte, son una buena alternativa para gestionar las donaciones?

-Existe un gran valor en el proceso de institucionalizar la filantropía a través de fundaciones: permite pasar de una lógica reactiva de donaciones a una estrategia proactiva orientada hacia un mayor impacto. Las fundaciones filantrópicas, que cuentan con una fuente permanente de recursos han crecido, especialmente aquellas ligadas a familias empresarias que están adoptando el modelo de “segundo piso” que, en vez de operar sus propios programas, apoyan a organizaciones sociales que tienen propuestas probadas para abordar un problema social.

*Publicado en La Segunda el 24 de septiembre de 2020.