V Seminario: Tocqueville en Chile

24 de Noviembre 2022 Noticias

El V seminario de la Cátedra Alexis de Tocqueville, que tiene como objetivo promover el estudio, la investigación y la difusión del pensamiento de Alexis de Tocqueville (1805-1859), en esta versión desde una mirada al Chile actual, se inició con la bienvenida del director de la Cátedra, Óscar Godoy Arcaya, Doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, quien comenzó su intervención destacando el regreso a la presencialidad y la pertinencia del libro La democracia en América de Tocqueville.

A juicio del académico, este seminario da cuenta de la actualidad de las ideas de Tocqueville y de las preguntas sobre “qué está pasando con la democracia hoy en el caso chileno, qué está ocurriendo con ese despliegue de la democracia anunciado por Tocqueville, si seguirá siendo un despliegue anunciado por Tocqueville o donde las ideas de Tocqueville tienen incidencia. Todas preguntas válidas y que intentaremos responder hoy”.

La primera ponencia, realizada por María José López, Doctora en Filosofía por la Universidad de Valencia y docente de la Universidad de Chile, titulada Acerca de la pluralidad: Arendt en conversación con Tocqueville y Montesquieu, abordó el pensamiento político de Arendt que se instala, explicó la académica, en un constante diálogo con pensadores republicanos. La expositora reconstituyó esa tradición en parte perdida, en parte oscurecida por el efecto del contexto histórico-político (la Guerra Fría) en el que piensa Arendt, desde el marco de la elaboración de su propia gramática. En este sentido López plantea que es necesario comprender la relación que Arendt establece con Tocqueville y también con Montesquieu, “influencias que son fundamentales y que operan, diría yo, como verdaderas canteras de pensamiento desde donde ella extrae parte de los materiales con los que va a trabajar sus propios conceptos”.

La académica explicó que en este trabajo, que está en progreso, le interesa de manera específica abordar el surgimiento del concepto de pluralidad, y planteó que: “parece un concepto simple, que no significa mucho, pero en realidad es un concepto muy importante y las materias primas que componen este concepto vienen de los autores nombrados. En este sentido propongo decir que pluralidad en Arendt, cuando ella dice pluralidad, entabla siempre un diálogo específico con Tocqueville y Montesquieu”.

El seminario continuó con la presentación de Carlos Peña, Doctor en Filosofía por la Universidad de Chile y Rector de la Universidad Diego Portales, quien presentó una ponencia de título Actualidad de Tocqueville. Peña explicó que el objetivo de su exposición era invitar a la audiencia a dilucidar si las ideas de Tocqueville poseen actualidad y de qué manera. Para dar respuesta a esta pregunta, el académico dividió su exposición en dos momentos: primero describió “muy someramente” qué dice la literatura de ciencias sociales acerca de la obra de Tocqueville, para luego profundizar en algunos aspectos de esta obra que en su opinión poseen plena actualidad y que ayudarían a comprender de mejor forma las peripecias y vicisitudes de la sociedad contemporánea.

Peña explicó que cuando se lee la obra de Tocqueville, hay muchas cosas que iluminan de manera fulgurante aspectos de nuestra propia contemporaneidad. Y en ese sentido puntualizó: “Déjenme mencionar algunas: desde luego está la paradoja del bienestar, que hizo fama en los años 60 en los estudios sobre el desarrollo, donde se llamó la atención acerca del hecho de que las sociedades suelen rebelarse, suelen convulsionarse, no cuando están peor sino cuando están mejor. Esta es una tesis que Tocqueville expuso en el libro tercero de El Antiguo Régimen y la Revolución; también uno podría citar como otra idea tan fulgurante como esa el principio de continuidad. Tocqueville dijo que las revoluciones no son rupturas, son continuidades, es decir, donde hay una revolución en realidad esto es la continuación del desarrollo social y no una ruptura, no un quiebre. No se trata de torcer el rumbo de la historia o el tiempo, sino que la revolución en verdad es un estado de estricta continuidad”.

Sin embargo, planteó que esto no es lo más notorio de la obra de Tocqueville, ya que a su juicio son particularmente importantes para la comprensión de nuestro hoy tres ideas de índole metodológica. “En primer lugar, creo que en Tocqueville hay una clara conciencia de la separación entre los enunciados normativos que uno formula en el plano político y los enunciados sociológicos u ontológicos acerca de las condiciones que hacen posible que esos enunciados se realicen. La idea de que una cosa es la proclamación de ideales normativos acerca de cómo debemos vivir o qué cosas son valiosas de preservar, y otra cosa los enunciados sociológicos y ontológicos, si ustedes quieren, acerca de qué condiciones fácticas favorecen el cumplimiento de esos ideales normativos. Esta distinción en Tocqueville está muy marcada y no debe olvidarse en el análisis de la sociedad contemporánea. La segunda cuestión tiene que ver con el papel del dinero que Tocqueville advierte en la sociedad, en la sociedad moderna. Yo pienso que Tocqueville, a diferencia de Marx en esto, fue más que claro, muchísimo más consciente y muchísimo más fidedigno sin ninguna duda, a la hora de preguntarse qué papel cumple el dinero en las relaciones sociales. La tercera cuestión es la del mercado, o sea el intercambio del contrato. Tocqueville creo yo que fue el primero que mencionó algo que hoy aparece en Žižek y antes en Chesterton, y es el efecto performativo que el contrato cumple en las relaciones sociales”.

Luego de un break fue el turno de Ignacio Briones, Doctor en Economía por el Instituto de Estudios Políticos de París, exdecano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez y exministro de Hacienda en el Gobierno de Sebastián Piñera (2019-2021), quien presentó la ponencia La crisis de octubre 2019 en Chile. ¿Paradoja de Tocqueville? 

Briones inició su intervención indicando que: “Naturalmente, la crisis de octubre de 2019, que abre paso a un momento político fundamental en el que todavía estamos inmersos, hizo visible una expresión de malestar muy potente, un malestar y una preocupación por el malestar que no es nueva, que no emerge con la crisis de 2019. La verdad es que desde el retorno a la democracia se viene escribiendo bastante sobre el malestar. Recordemos las manifestaciones estudiantiles de 2006, 2009 y 2011, la misma de 2019 tiene un componente generacional y estudiantil muy profundo. Entonces el tema del malestar no es nuevo”.

En este sentido planteó que la pregunta es cómo este malestar se expresa en un momento en el que pareciera que Chile avanzaba en lo social, en lo económico y también en lo democrático, lo que lleva a pensar naturalmente en Tocqueville y su paradoja: “Todo pareciera indicar que a medida que más se avanza en combatir ciertos males, ciertas presiones, ciertas carencias, pareciera que estamos más insatisfechos o experimentamos más malestar, y esa es la génesis de la paradoja de Tocqueville. Lo que voy a argumentar es que esta paradoja tiene dos momentos: una es la distinción que hace el filósofo Jon Elster en su libro Alexis de Tocqueville. El primer cientista social, donde hay una paradoja que es sincrónica, son dos hechos que ocurren en el mismo momento; y hay otra que es diacrónica, que tiene que ver con una secuencialidad en el tiempo. Por supuesto, la primera es la paradoja pura y dura y nos lleva al absurdo de decir que un bien provoca un mal, y eso la verdad es que no tiene ninguna utilidad para lo que se quiere explicar”. 

El académico sugirió que la versión interesante es la diacrónica, que introduce la variable tiempo, ya que plantea que hay toda una corriente de formación de preferencias que afectan a las decisiones de las personas: “Las preferencias que no son estáticas abren la posibilidad a que se formen expectativas como parte de esa formación de preferencias, y eso hace toda la diferencia de los fenómenos de los que estamos hablando. Déjenme plantearlo de otra forma: si uno creyera que la afirmación de Tocqueville es que cuando tenemos más de un bien eso genera malestar en lugar de bienestar, estamos como dije en el medio de la paradoja y de una falla lógica porque de alguna manera le estaríamos imputando causalidad a que tener más de un bien está generando malestar en lugar de bienestar. Pero Tocqueville en caso alguno imputa causalidad, él observa correlación. Como todos sabemos, que haya correlación entre dos variables no implica que la una causa la otra, puede ocurrir que haya una tercera variable que esté causando alguna de las dos que están relacionadas”.

Finalmente fue el turno de Juan Luis Ossa, Doctor en Historia por la Universidad de Oxford, investigador en el Centro de Estudios Públicos y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, y Jorge Gómez, Magíster en Ciencia Política por la Universidad de Chile y director de investigación de la Fundación para el Progreso, quienes presentaron una parte de un artículo en construcción titulado Tocqueville y Chile: adecuaciones a un ethos de una época (1840-1870).

En su intervención los académicos explicaron que el objetivo de su ponencia es mostrar algunas hipótesis generales sobre la relación entre la política chilena del siglo XIX y algunos de los trabajos de Tocqueville. En ella proponían que: “luego de la revolución de independencia, esto es, en las primeras décadas del siglo XIX, se fue forjando en Chile un ethos reformista. Ese ethos reformista que planteamos habría estado caracterizado por una disposición a favor del carácter representativo de la democracia que incluso configuró una particular conjunción entre los llamados sectores conservadores y liberales en torno a marcos políticos determinados, desde los cuales concibieron la conformación de la república en dichas épocas, es decir, entre 1840 y 1870”. El artículo además analizó las eventuales coincidencias entre el ethos reformista compartido por liberales y conservadores y las reflexiones que realizó Tocqueville respecto al fenómeno democrático en los EE.UU. a principios de la década de 1830.

Los académicos aseguraron que es difícil establecer que Tocqueville influyera directamente en el pensamiento de las dirigencias chilenas, pero se observan aspectos abordados por Tocqueville a lo largo de su obra que de una u otra forma se manifiestan en las reflexiones y preocupaciones de pensadores y políticos en Chile: “No hubo una causa-efecto entre lo que dijo Tocqueville y lo que se planteó en Chile, pero sí hay algunas coincidencias. Específicamente sostenemos que esos temas están relacionados con diversas tensiones que en este trabajo resumimos en cuatro: la tensión entre reforma y revolución; la tensión entre asambleísmo y democracia representativa; la tensión entre despotismo gubernamental y libertad, y finalmente la tensión entre asociatividad versus individualismo”.

Para ver seminario completo: Sesión 1, aquí y Sesión 2, aquí.

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