En una ceremonia que convocó a la comunidad académica, estudiantil y colaboradores, la Universidad Adolfo Ibáñez inauguró su año académico 2024. El rector de la UAI, Francisco Covarrubias, fue quien dio inicio al acto para luego dar paso a la participación como invitado de José Miguel Vivanco, exdirector de la División para las Américas de Human Rights Watch y profesor adjunto en las universidades de Georgetown y Johns Hopkins, quien dictó la clase magistral “La libertad de expresión como antídoto al autoritarismo. Nuevas y viejas amenazas”.

Francisco Covarrubias comenzó su discurso destacando el significado especial de esta ceremonia donde por primera vez se reconoció a los profesores titulares de la UAI para luego reflexionar sobre la importancia de la libertad de expresión y su debate desde las universidades. “Hoy la amenaza a la libertad de expresión está presente en todas partes. En el último año ha ido creciendo la libertad de expresión en las universidades. La amenaza a la libertad de expresión no es cosa de derechas o izquierdas” dijo el rector y agregó que “la principal función de una universidad es formar personas y para ello la libertad de expresión es fundamental. La libertad de expresión es el antídoto ante el totalitarismo”.

Tras las palabras del rector de la UAI, José Miguel Vivanco presentó una clase magistral donde hizo una reflexión conceptual respecto a los límites y restricciones a la libertad de expresión. Durante su presentación habló sobre las amenazas a la libertad de expresión y los desafíos que imponen las redes sociales a esta libertad. “La libertad de expresión es la madre de todas las libertades. En democracia la libertad de expresión cumple un rol de termómetro para ver cómo van las cosas. Es una libertad frágil y precaria. Es un test que nos permite identificar si se están generando riesgos”, dijo Vivanco.

El exdirector de la División para las Américas de Human Rights Watch, hizo un repaso sobre la historia, origen y noción de la libertad de expresión “que es universal y reciente y tiene vinculación con los valores democráticos. El test de la libertad de expresión son las ideas que resultan chocantes y que son parte de la periferia. La libertad de expresión tiene una dimensión individual y colectiva. Es un concepto con una historia muy reciente. Es un principio fundamental para la convivencia pacífica. Nadie tiene el monopolio de la verdad. Sin embargo, esta libertad tan preciada no solo es relevante en las regiones absolutamente autoritarias, también lo es en democracia”. 

En su presentación también se refirió al rol de las redes sociales y al “dilema” que éstas presentan a la libertad de expresión. “Las redes sociales democratizan el acceso a la información. Permiten que millones de personas estén conectadas y eso permite ejercer derechos, educarse, defenderse, denunciar. Sin embargo, las redes sociales tienen un lado oscuro y es el que permite corroer el sistema democrático, sobre todo desde la base de la desinformación (…). Las redes sociales también producen fragmentaciones. Prima lo viral. Las redes sociales son una oportunidad para confirmar prejuicios y construir una realidad alternativa. En las redes sociales abundan las teorías conspirativas no son necesarios los datos y la verificación”, sostuvo Vivanco a la vez que advirtió que con la inteligencia artificial esta situación se irá exacerbando. Frente a esta realidad y al impacto de las redes sociales, el exdirector de la División para las Américas de Human Rights Watch mencionó como antídotos un periodismo profesional con capacidad de verificación, investigación y de constatar hechos, fuentes y evidencias. “Esta es una vía para contrarrestar lo que lo presentan las redes sociales. “Otra vía es la académica donde no hay espacio para la cancelación y el veto. En una universidad como la UAI se puede hacer mucho por la libertad de expresión”, dijo.

En el mensaje final de su presentación José Miguel Vivanco recordó que las libertades públicas se pueden ir recortando y deteriorando gradualmente frente a lo que hizo un llamado a estar alerta y des. “La academia debe velar por un espíritu crítico. La historia nos recuerda que poco a poco se van imponiendo ideas que van generando una nueva atmósfera. Si no tenemos un pensamiento crítico y no estamos alerta, cuando nos despertemos puede ser demasiado tarde”.

La ceremonia de inauguración de año académico finalizó con un reconocimiento a los profesores/as y titulares y docentes titulares de la UAI.

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