Luego de una intensa semana de trabajo en la comuna de Lolol, ubicada en la VI Región, los más de 100 alumnos del Campus Viña del Mar regresaron este domingo 24 de julio, motivados por su participación en la vigésima versión de los tradicionales Trabajos de Invierno (TTi).

Con el sello de servicio social que caracteriza a los alumnos de la UAI y bajo el lema “Pasarlo Bien, Haciendo el Bien”, los Trabajos de Invierno (TTi) comenzaron el año 1996 como una iniciativa de un grupo de alumnos con el desafío de realizar una labor social, ayudando a quienes más lo necesitan. Es así como cada año, los estudiantes del Campus de Viña del Mar destinan una semana de sus vacaciones apoyando a una comunidad de escasos recursos en distintas labores, para ayudar a quienes allí habitan a sortear de mejor forma el frío del invierno.

Un día de TTi

Muchos se preguntarán ¿cómo se vive un día de Trabajos de Invierno? Nicolás Gurovich, jefe de TTi 2016, afirma que es “la mejor experiencia que uno puede vivir como estudiante y hay que vivirla. Es enriquecedora en muchos aspectos. Además de ayudar a combatir el frío del invierno a quienes más lo necesitan, compartir con ellos y generar lazos con tus compañeros de universidad, conoces otra realidad de Chile que vale la pena conocer”.

El domingo 17 de julio los alumnos llegaron hasta en la VI región, para dedicar una semana de sus vacaciones de invierno al forraje de viviendas en sectores alejados del centro de la comuna de Lolol: Nilague, La Cabaña y La Vega.

La motivación y entrega fueron claves para estar despiertos a las 7 de la mañana, para luego dirigirse a lugares rurales del sector con el objetivo de poder entregar a los habitantes un hogar cálido para este frío invierno.

Alrededor de las 10 de la mañana el jefe de Trabajos de Invierno, Nicolás Gurovich, junto con miembros de la directiva realizaban un recorrido por los diferentes sectores, para revisar los materiales que requerían las 12  cuadrillas de trabajo.

En compañía del capellán del Campus Viña del Mar, Jaime Gayangos, los alumnos visitaban los hogares para iniciar la labor de aislamiento del frío en las viviendas, además de compartir con las familias, los niños y, en muchas ocasiones, almorzar con ellos.

Luego de una intensa jornada de trabajo los estudiantes regresaban a la Escuela Básica Galvarino Valenzuela Moraga donde alojaban, para prepararse para la hora de la comida. Luego podían participar de entretenidas dinámicas grupales, organizadas por los directivos TTi como la fiesta de disfraces, el amigo secreto y las competencias entre cuadrillas.

Pasarlo Bien, Haciendo el Bien

Si bien la meta de Trabajos de Invierno de este año se centró en el forraje de más de 45 viviendas, objetivo que se cumplió a cabalidad, lo más enriquecedor para los alumnos que participaron fue poder acercarse a otra realidad y tener la posibilidad de compartir con familias de escasos de recursos, que valoraron y agradecieron esta iniciativa. “Se cumplieron los tres objetivos de TTi, que fue el trabajo en las viviendas, conocer otras realidades y compartir con los voluntariados. Además, hubo mucha motivación de parte de los mechones y eso es un buen índice para dar continuidad a los trabajos que vienen”, explicó Nicolás Gurovich, jefe de la versión 2016.

Por su parte, Daniela Urrutia, directora de Asuntos Estudiantiles, quien visitó a los alumnos durante su estadía y presenció en terreno la gran labor realizada, manifestó que “esta vigésima versión muestra la continuidad del compromiso social de los alumnos del Campus Viña del Mar y el espíritu de servicio que identifica a nuestros estudiantes. Cada año hay más interesados en vivir esta experiencia única, que sin duda los enriquece como personas y futuros profesionales. Además, estos Trabajos de Invierno son parte fundamental de la vida universitaria de la UAI, que les permite conocer a alumnos de otras carreras y generar lazos que perduran en el tiempo”.

Es así como los objetivos se cumplieron gracias al trabajo de los voluntarios, al compromiso de los jefes de cuadrilla y a la labor de la directiva de TTi que este año estuvo conformada por Nicolás Gurovich, jefe, Diego Ausin, subjefe; Matthew Faille, jefe de bodega; Tomás Niño y Asier Olaechea, equipo de catastro; Consuelo Farías, jefa de cocina; Isabella Boltei, jefa de dinámicas e Iván Flores, apoyo de directivas.

Los jefes de cuadrilla fueron Rodrigo Velarde, María Jesús Manzano, Isidora Rodríguez, Benjamín Miranda, Lukas Drogguet, Iván Flores, Diego Marco, Arturo Valle, Sebastián Álvarez, Vicente Ramos, Felipe Zavala y Joaquín Bull.

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