“Una educación liberal es una educación para la libertad, para una forma de vida libre. La preocupación de la educación liberal no se centra en cómo el alumno se va a ganar la vida sino en cómo la va a vivir. Toma al estudiante como un ser humano completo y trata de equiparle para enfrentar esa condición en todo su misterio y complejidad”, sostuvo Roosevelt Montás, referente de la formación en Artes Liberales y exdirector del Core Curriculum de la Universidad de Columbia.

 Durante su charla, “Educación Hacia la Libertad: Retos y Relevancia Hoy”, asistieron estudiantes del Core Curriculum, académicos /as de la Universidad, autoridades y los miembros de la Red de Artes Liberales Latinoamericana: Universidad de los Andes, Colombia; Universidad San Francisco de Quito, Ecuador; TEC de Monterrey, México; Universidad Adolfo Ibáñez, Chile.

Para el experto en Artes Liberales la experiencia de la libertad se manifiesta a través de la autorreflexión, la capacidad mediante la cual podemos convertirnos en el sujeto de nuestros propios pensamientos, y la noción del bien humano, es decir, cuál es la mejor forma de vida que podemos vivir: “y es en ese aspecto de la libertad, el hecho de que tenemos que  buscar camino hacia alguna noción del bien propio y el bien humano, donde comienza la educación liberal”.

 Y, frente a una sociedad moderna atrapada en “la ética de la eficiencia” que se mantienen mediante estructuras y procesos que llevan a la deshumanización, a la explotación del prójimo, y a la destrucción de medio ambiente la educación liberal nada en contra de esta corriente, “nos estimula a cuestionar las lógicas y los paradigmas dominantes de nuestra sociedad.  Así que siempre habrán sectores sociales quienes reconocen en la educación liberal un atentado en contra del estatus quo”.

A su juicio, la irrupción de la inteligencia artificial, la edición de genes y el cambio climático global, lo único que sabemos con certeza es que el futuro se verá muy diferente al pasado y es ahí donde las Artes Liberales juega un rol fundamental ya que es aquello en nosotros que se mantiene igual a través de todo cambio. “Una educación liberal pone al lado el sentido práctico del conocimiento, hace que la instrumentalidad del conocimiento sea secundaria y nos invita a preguntar sobre los fines últimos, a explorar los significados últimos de una vida humana”.

Al finalizar la actividad, el invitado, quien ha sido parte desde sus inicios del programa de Artes Liberales de la UAI sostuvo que lo que ha hecho la Universidad ha sido “asombroso”: “la UAI demuestra que el modelo de Columbia es transmisible, y es impresionante cómo esta Universidad ha dedicado sus esfuerzos para lograr un programa de gran categoría con una apuesta sin igual. Estoy seguro de que el impacto que tiene esta formación es el mismo en Columbia que en la UAI”, cerró.

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