¿Cuál es el rol social de los jóvenes en el Chile de hoy? ¿De qué manera los futuros profesionales pueden contribuir con la sociedad? fueron algunas preguntas planteadas en el conversatorio “El rol social en tiempos de pandemia”, impulsado por el Departamento de Comunicaciones y la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE), como parte de las actividades de extensión que buscan enriquecer la experiencia universitaria de las y los estudiantes.

La actividad estuvo a cargo del el S.J sacerdote jesuita y director de la Fundación Recrea, Felipe Berríos y fueron los propios estudiantes quienes lo entrevistaron para conocer de primera fuente acerca de la experiencia y trayectoria del sacerdote jesuita, que ha dedicado su vida a vivir y trabajar con aquellas personas de comunidades más vulnerables.

Es así como Nicolás Olivares, alumno de Ingeniería Comercial y Francisca Álvarez, alumna de Periodismo, sostuvieron una conversación acerca de los aprendizajes y oportunidades que se han generado en medio de la crisis sanitaria.

Uno de los temas centrales que abordó Berríos fue su reflexión acerca de cómo ha impactado el virus a los habitantes del campamento Luz Divida en La Chimba en Antofagasta, su actual lugar de residencia, donde ha instaurado un modelo de intervención social con casi 300 familias de migrantes latinoamericanos. Asegura que la llegada del COVID-19 no implicó un cambio muy grande para sus vecinos pues “ellos viven en una constante pandemia, viven constantemente inseguros y en peligro”.

La falta de servicios básicos, la dificultad de acceso a la salud y la precariedad de las viviendas son algunas de las falencias a las que comúnmente se enfrentan las personas de menos recursos y que solo se han visto acentuadas con la llegada de la pandemia, puntualizó.

El rol de los jóvenes

Para Berríos tanto el estallido social de octubre como lo que se está viviendo actualmente ha provocado que salgan a la luz los problemas que hasta hace un tiempo no eran tan evidentes y, debido a esto, se requiere de soluciones que frenen en alguna forma el impacto negativo que se ha generado.

En esa labor, los jóvenes tienen un rol fundamental, pues “a los universitarios les va a tocar refundar Chile”, afirmó el sacerdote. “El país espera que los futuros profesionales solucionen los problemas, tienen una deuda con la gente que está pasando hambre”, indicó.

Por lo mismo, hizo un llamado a los estudiantes que asistieron al conversatorio para “ser lo mejores”, lo que no necesariamente se refleja en una calificación, sino en hacerse preguntas, ser reflexivos, inquietos y conocer de cerca la realidad de las personas para generar cambios acordes a la necesidades existentes.

Experiencia de aprendizaje

La experiencia de ser uno más en el campamento La Chimba ha sido para el capellán el mejor aprendizaje en su carrera como sacerdote. Si bien agradece su formación en el seminario, asegura que “la gente es la que enseña a ser cura, sobre Dios y sobre el perdón. Mi vida ha sido una especie de posgrado en humanidad”.

La posibilidad de ver de cerca esas circunstancias le ha permitido darse cuenta que muchas veces las políticas públicas son buenas ideas, pero no son aplicables a la realidad. Por ende, para él, la mejor manera de provocar impacto es a través de la organización y de observar lo que el otro vive.