“A pesar del tremendo daño que se le ha hecho al mercado de capitales con los retiros de fondos, y con ello al crecimiento económico, la reforma tributaria sigue sin considerar este último factor como la gran fuente de una mayor recaudación. Por lo tanto, no persigue un mayor crecimiento”, sostuvo la economista Gabriela Clivio, académica de la Escuela de Negocios UAI y directora de empresas, en el marco del conversatorio Reforma tributaria, competitividad y crecimiento económico, ¿avanzamos o retrocedemos?, organizado por la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez y el Colegio de Contadores de Chile.

El encuentro analizó precisamente el impacto de las modificaciones propuestas en el crecimiento económico de Chile desde la mirada del mercado de capitales, la economía y el aspecto regulatorio, y contó con la participación de Cristina Enache, economista de Tax Foundation; Michèle Labbé, economista y consultora; Gabriela Clivio, académica de la Escuela de Negocios UAI; Christian Aste, abogado experto en Derecho Tributario y presidente de la Comisión Tributaria de la CNC, y Julio Riutort, académico de la Escuela de Negocios como moderador.

Cristina Enache señaló que para mejorar el sistema fiscal es necesario considerar diversos aspectos, entre los que destacó bajar los tipos impositivos marginales, adoptar políticas fiscales neutras, eliminar las distorsiones creadas por las políticas fiscales y fomentar el crecimiento económico.

Agregó que también es importante realizar un análisis comparativo adecuado, para lo cual la Tax Foundation recomienda el Índice Internacional de Competitividad Fiscal, que analiza 5 áreas: impuestos sobre sociedades, sobre la renta, sobre el consumo (IVA), sobre la propiedad y el tratamiento de las ganancias provenientes del exterior.

En 2022, Chile ocupa el puesto número 27 entre los 38 países que considera este índice. “Teniendo en cuenta la reforma tributaria que se está planteando, Chile bajaría del puesto 27 al 35 de estos 38 países. En el impuesto a sociedades bajaría del lugar 13 al 17; en renta del 34 al 35, y en el impuesto sobre la propiedad, del puesto 13 al 25”, afirmó la economista.

“Esto significaría un retroceso importante de Chile en el Índice Internacional de Competitividad Fiscal y, por lo tanto, una pérdida de competitividad fiscal internacional con respecto a los demás países, y esto es considerando que los demás países no hagan reformas fiscales que mejoren su posición”, agregó.

Por su parte, Michèle Labbé sostuvo que “cuando nos empezamos a preocupar de eliminar a los ricos, las reformas tributarias cambian de forma; dejan de ser una reforma tributaria pro crecimiento, una reforma tributaria en que la gente pueda mantener los incentivos para producir, para tener empresas, para el emprendimiento, y empiezan a ser reformas tributarias que, en principio, como la reforma de Bachelet, buscan atacar las utilidades de las empresas. Por lo tanto, le bajan la rentabilidad a los proyectos de inversión; hay menos inversión, al haber menos inversión, hay menos empleo y, por lo tanto, la gente que estaba en pobreza puede terminar siendo más pobre”.

Añadió que existe un segundo aspecto en la reforma propuesta por el gobierno del presidente Gabriel Boric. “Va ya no solo a (atacar) las utilidades, sino que directamente al ahorro. ¿Por qué? Porque el ahorro finalmente es lo que financia la inversión; sin ahorro no hay inversión. Si ataco el ahorro de quienes pueden invertir (…), entonces lo que hago es crear menos empleo, y cuando creo menos empleo, lo que creo es pobreza, y ese es el gran dilema que tienen en general las izquierdas extremas”.

Sobre cuál podría ser el efecto de la reforma tributaria planteada por el actual gobierno, basándose en datos del Fondo Monetario Internacional y estimaciones propias, la economista planteó: “Recordemos que la reforma de la presidenta Bachelet trataba de aumentar la recaudación en 3% del PIB. El objetivo de esta reforma tributaria es aumentar en 4% del PIB. Suponiendo que hay rendimientos decrecientes y que por lo tanto el efecto va a ser el mismo, ni siquiera 2.1%; 2% (…) Lo que tendríamos es que el PIB per cápita, en el plazo de 5 o 10 años, se queda estancado en el caso de la reforma tributaria del presidente Boric. En cambio, podríamos seguir creciendo, de no realizarse esta reforma”.

A continuación, la académica de la Escuela de Negocios UAI Gabriela Clivio enfatizó que las reformas tributarias no son neutras en materia de crecimiento económico, y que en esta reforma en particular, “no existen incentivos reales para la inversión a largo plazo” y “no se menciona nada sobre el gasto público, nos centramos en recaudar más, pero no se menciona nada con respecto al gasto público, siendo que hoy en día tenemos el tamaño del Estado mayor en 30 años”.

La economista agregó que las cifras de las reformas anteriores demuestran que los últimos cambios tributarios, desde principios de los ‘90, no han afectado sustancialmente la recaudación ya que los contribuyentes cambian su comportamiento frente a estas modificaciones. “La reforma tributaria que plantea el gobierno, donde pretende o busca recaudar el 4,1% del PIB hacia el año 2026, supone que la base tributaria se mantiene”, dijo.

Esto, además, “se suma al incremento del 0,7% aprobado para financiar la PGU, lo que llevaría la recaudación tributaria en pocos años al 25% del PIB”. 

Clivio añadió que la reforma plantea un cambio estructural al sistema tributario que va en la dirección contraria de lo que sucede en el mundo, además de cambios a la base y a las tasas impositivas. “El hecho de que gran parte de la reforma recae en las rentas de capital afectará al ahorro, al mercado de capitales y, por lo demás, al crecimiento económico (…) Lamentablemente el mercado de capitales ya ha sido bastante dañado por los sucesivos retiros que se fueron aprobando y no existen, ni en esta reforma ni en otras que se han dado a conocer hasta ahora, ni en anuncios, alguna medida para tratar de recuperar el daño que se le ha hecho al mercado de capitales”.

Para finalizar, el abogado Christian Aste analizó algunos de los principios derivados de los diálogos ciudadanos que inspiraron la propuesta de reforma tributaria, analizando en particular el caso de las pymes en términos de norma de relación, restricción de pérdida, restricción de gasto, tasa de diferimiento y cambios en el código tributario, entre otros.

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