Psicología UAI realizó primer encuentro de mindfulness relacional

4 de Abril 2016 Noticias

El pasado viernes 1 de abril se llevó a cabo el 1er Encuentro de Mindfulness Relacional de la Escuela de Psicología UAI, organizado por el Equipo de Mindfulness Relacional compuesto por Lucia Castelli, Claudio Araya, Roberto Arístegui, Bárbara Porter y Francisco Covarrubias, y que contó con la participación de dos expertos internacionales:  Javier García, autor de más de 150 artículos y profesor de Psiquiatría en la Universidad de Zaragoza, España, y Marcelo Demarzo, profesor de Medicina Familiar en la Universidad Federal de Sao Paulo, Brasil y experto en mindfulness por la Universidad de Massachusetts, EEUU.

En el evento, al que asistieron más de 100 personas, se trataron diversos temas relacionados al mindfulness y a la compasión con uno mismo y con otros.

Claudio Araya fue el encargado de comenzar la jornada con una gran meditación guiada para dar paso a algunas reflexiones en el marco de una relajada conversación, “muchas veces se piensa que para practicar mindfulness tengo que estar conmigo mismo, en silencio, etc; pero la parte más importante es la atención plena, sin juicio ni crítica”.

Luego tomó la palabra Roberto Arístegui quien se cuestionó qué pasaría si la práctica de mindfulness se pensara como una práctica social, “¿qué pasa si la pensamos como una práctica relacional, como una manera de entenderse con otro? Con ello, nosotros creemos que se puede creer como un cambio de paradigma, y no como una corriente más”.

Continuando con esta idea, comentó, “si uno se sitúa desde el inicio en que el mindfulness es un modo de ser en el mundo y no un estado de la mente aparece el espacio de mindfulness en la interrelación con los demás, que nosotros le llamamos ser relacional. Independiente que lo puedas tener como un estado de la mente, nosotros pensamos que es un modo de ser con otro, tenemos en ese sentido (en la UAI) una concepción más heideggeriana, de lo que es ser en el mundo con los otros. Es único en este sentido, no quiero decir que la gente que practica mindfulnes no lo viva, pero nosotros pensamos que la ciencia transformacional también tiene aspectos sociales además de neurocientíficos”.

Más tarde Marcelo Demarzo, continuó explicando que el mindfulness debe ser entendido como una práctica de atención plena sin juzgar, siendo amable con las experiencias que se observan y llevando ese estado mental a las relaciones día a día, “es igual a cuando estudiamos o hacemos ejercicio; se requiere atención plena y así logramos un programa estructurado con prácticas en una secuencia parecida y ése es el reto final. Entrenar esa habilidad y usarlo en las relaciones”.

Bajo esta línea, Javier García agregó los fundamentos biológicos de la compasión, “hay que pensar qué pasa con nuestro cerebro: estamos diseñados para la supervivencia y no para la felicidad, tenemos un sistema de alerta muy desarrollado, por tanto nuestro cerebro esta cableado para que los problemas nos dejen estancados, sin embargo, estamos diseñados para responder al afecto y a la bondad de otros” a lo que agregó, “vemos a los demás como depredadores, hoy no nos comen pero tenemos miedo de la opinión de las personas y las relaciones interpersonales no están en su mejor momento, entonces el mindfulness ayuda a cambiar el mundo hacia un medio prosocial y colaborativo, rescatando la compasión por uno mismo y por los demás”.

Finalmente, tras una ronda de preguntas y respuestas, Lucia Castelli fue la encargada de realizar una dinámica final donde los participantes, según comentaron, pudieron visibilizar la compasión en otros y en ellos mismos.

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