En el marco del proyecto de la ONG Ritmo de la que la académica de la Escuela de Psicología, Victoria Valdebenito, es parte, y como apoyo a la evidencia científica que la experta ha generado en torno a la profesionalización la labor de los payasos de hospital en Chile y Latinoamérica, Amnon Raviv, líder en clown de hospital a nivel internacional, visitó la UAI para conversar respecto a la importancia de profesionalizar la disciplina.

“Como países en vías de desarrollo, las medicinas complementarias como el clown de hospital están en un estado naciente donde hay muchas organizaciones que lo hacen de manera voluntaria, lo que conlleva a ciertos riesgos. Esperamos que tal como en Europa o Israel, esto se realice de manera profesional porque, como la evidencia científica lo muestra, tiene muchos beneficios para pacientes, cuidadores, familias y equipos médicos”, indica Victoria Valdebenito.

En su visita, Amnon Raviv se reunió con profesionales de la salud en el Hospital Carlos Van Buren y en la UAI campus Viña para compartir su experiencia y los efectos en primera persona, que tiene el clown de hospital tanto para pacientes, como sus familias y también para los equipos médicos, “los pacientes también perciben al clown como una persona que viene de otra realidad, que no se considera parte del hospital, porque puede sacar al paciente fuera del hospital con imaginación y creatividad, hablamos del uno a uno, el objetivo es fortalecer al paciente en esa interacción”, indica.

El arte del clown se va ajustando a las necesidades de cada rango etario, por eso, trabajan con diferentes grupos de pacientes. Amnon Raviv explica que en el lenguaje del payaso lo fundamental es el humor, “es una estrategia interna para superar la situación y sobrevivir, una herramienta para luchar la enfermedad y resistirla. Cuando una persona que va a morir, el humor cambia y ayuda a hacer un cierre con la familia y dejar este mundo con una sonrisa. Además, cuando la gente se ríe a carcajadas se producen las endorfinas y el sistema inmune se fortalece”, relata.

La empatía es una característica fundamental para trabajar con pacientes. “Ponerse en el lugar del paciente, pero no caminar con ellos”, acota, y agrega que “el primer círculo con el que trabaja el payaso es el paciente, el segundo la familia, que está preocupada por lo que le pasa y el tercer círculo son los equipos médicos que están expuestos inherentemente a estrés, entonces su rol permite cambiar el clima al interior”, dice.

Su visita busca reforzar el trabajo de la académica por no sólo visibilizar esta labor, sino que también para impulsar “además de intervenciones clown, capacitación y educación en torno a esto, sumado a estudios e investigaciones científicas de la medición de los impactos de esto”, cuenta Victoria.