El director de radio BíoBío, Tomás Mosciatti, visitó el auditorio del campus Viña del Mar de la Universidad Adolfo Ibáñez, para para compartir con las y los estudiantes su visión sobre los nuevos desafíos de las comunicaciones. La conversación fue moderada por el vicerrector del campus Viña del Mar, Claudio Osorio y la decana de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo, Magdalena Browne.

El periodista partió la actividad realizando su balance del estado de las comunicaciones: “Creo que hay un desplome de los medios tradicionales, el cual se ha producido por el cambio del entorno. Es decir, más competencia por medios digitales, el cambio de los hábitos de consumo y además, existe una falta de financiamiento. Sin recursos, los medios empiezan a empobrecerse, en cuanto a contenido”.

A la par, reflexionó sobre las nuevas tecnologías y cómo la juventud se informa en la actualidad, “tienen un transmisor en el bolsillo”, comentó. También aprovechó de recordar el peligro las cookies en internet, “(a los jóvenes) les llega información que refuerza sus creencias. Esto muy grave, dichas distorsiones pueden condicionarlos brutalmente en condiciones de estabilidad democrática”.

En este sentido, Mosciatti profundizó en el estado actual de los medios de comunicación en el país, y uno de los factores que más le preocupa es la pérdida de credibilidad y la búsqueda del rating fácil, “es comida para hoy, hambre para mañana”, explicó.

También, destacó la importancia de la labor periodística, opinó que es evidente el desinterés genuino de la profesión por las personas: “Yo creo que si los medios quieren sobrevivir, tienen que pensar en la gente. Tienen que entender es que es esencial mantener una conexión cercana con la gente y entender qué les puede interesar, pero también servir”. A la par, recalcó el centralismo de los medios de comunicación, una problemática que lo aqueja desde hace años.

A propósito de la crisis de confianza institucional y el contexto sociopolítico actual, el periodista radial indicó que “los medios en Chile en general no son libres, gracias a los dueños, a los departamentos comerciales que inciden y a los periodistas y sus conflictos de interés”. Sin embargo, insistió que el país está condicionado por una crisis de capítulos largos, cuyo diagnóstico fundamentó en el cambio cultural y generacional que estamos viviendo, sumado a una evidente concentración de poder.