Invitados por los profesores Juan Pizarro y Nicolás Martínez, del área de contabilidad y finanzas de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, Darío Calderón y Álvaro Jalaff, Presidente del Directorio y CEO de Grupo Patio, respectivamente, impartieron una charla virtual donde hicieron referencia a la historia y propósito de la organización. “La idea sobre La Otra Utilidad de ciertos grupos económicos en Estados Unidos y que implementó el Grupo Patio nos pareció muy interesante, para que los estudiantes de Ingeniería Comercial vieran empresas sostenibles y qué están en busca de otros rendimientos, más allá de la visión tradicional de las utilidades a toda costa,” dice el profesor Nicolás Martínez al explicar el propósito de la exposición.

Hoy, Grupo Patio cuenta con 5 divisiones de negocios, más de un centenar de activos de renta y presencia en 4 países. Pero todo partió en los años 90 cuando “cuando un joven Álvaro, quien llevaba en la sangre la inquietud empresarial -viendo a su padre dedicado a los negocios-, decidió iniciar por su cuenta una aventura” señaló Darío Calderón, recordando cuando el actual CEO de la compañía decidió comprar con sus ahorros y apoyo de su padre un inmueble en Eliecer Parada con Avenida Tobalaba para transformarlo en un Strip Center. “Dio justo en el clavo. Al corto tiempo decide venderlo e incrementa sus recursos. Es ahí cuando abre los ojos de su padre” contó Calderón, señalando que es tras ese negocio que Sergio Jalaff decide acompañar a su hijo en nuevos proyectos. “Álvaro acepta, pero acotando que no estaba dispuesto a seguir con antiguas técnicas. En sus viajes siempre había mirado dónde estaban los negocios. Notó que morían los almacenes de esquina pero que crecían los Strip Center. Por eso, lo invitaba a trabajar de una manera distinta, de acuerdo al siglo XXI y así se fue formando este negocio”.

El propio Calderón se sumó el 2010 al directorio del grupo, que ahora preside, “lo que me ha permitido ser testigo del crecimiento de la compañía”.  Al comienzo de la charla el mismo hizo referencia al “Business RoundTable” es decir, a la asociación de 180 CEO de grandes compañías norteamericanas que señalan que el propósito de las empresas no es solo crear mayor valor para los accionistas, “sino fundamentalmente crear valor para los clientes, invertir en los empleados, promover la diversidad e inclusión, manejar en forma ética y justa a los proveedores, apoyar a las comunidades donde se trabaja y proteger al medioambiente. Y eso es lo que ha sido la conducta de Grupo Patio.”

Calderón contó también cómo a lo largo de los años se fueron incorporando – y también saliendo- diferentes socios del grupo. El último que se sumó en 2016 es la principal empresa de bolsa del país, Larraín Vial. Esto fortaleció la apertura al exterior de Patio, consolidando la inversión en Perú y la entrada a México. “A finales del año pasado se dan el gran salto abriendo oficinas en Nueva York y en Miami, haciendo importantes inversiones en negocios en el gigante del norte.”

El propósito de Grupo Patio

“Somos mucho más que una renta inmobiliaria”, partió diciendo Álvaro Jalaff, CEO de Grupo Patio. “Nuestro propósito es unir personas y enriquecer sus vidas. La parte humana de la empresa es lo que nos permite crear un valor compartido. Creemos que la sostenibilidad es el alma de la empresa, creemos en poner a las personas al centro.”

Jalaff apunta a que hoy es tiempo de otra utilidad. “Pasamos por una crisis muy aguda como país el 18 de octubre, fue duro para todos y ahora se suma una pandemia sin precedentes. Esto nos hizo reflexionar muchísimo y creemos que el rol de la empresa es clave. Debe tener impacto positivo a largo plazo, lo que no se percibe en un Excel sino que en el tiempo.”

Gran parte del modelo de negocios del grupo está en Patio Comercial, “donde nos enfocamos en centros comerciales anclados con supermercados o mini mercados, lo que genera valor a las comunidades. Tenemos proyectos en zonas periféricas o en pueblos donde antes no había nada, por lo que genera un impacto fuertísimo con el medio ambiente,” dice, recalcando por ejemplo que se reduce la movilidad de las personas que no se deben trasladar lejos para trabajar o acceder a bienes, mejorando también su calidad de vida. “Además, se les da vida a las pymes del sector.”

Señala también que para Grupo Patio es fundamental entregar diseño de calidad y que se ajuste a su entorno, que respete a la comunidad. “Eso no podemos perderlo jamás de foco, escuchar a los vecinos, estar con las comunidades, hablar con las municipalidades. Esto significa asumir un costo adicional, pero hay que pensar en los otros.”

En cuando a acciones que han ayudado a Patio lograr sus objetivos, Jalaff señala que siempre es bueno asociarse con los mejores, “porque son clave para el crecimiento del negocio.”

La Fábrica

La Fabrica es un proyecto emblemático de la compañía que refleja la visión que tienen y el propósito compartido. Está inserto en San Joaquín, una de las comunas más vulnerables de Santiago, a 600 metros de La Legua Emergencia. Pero es un edificio con historia: se restauró la antigua planta textil SUMAR, que daba trabajo a más de 3 mil personas en la década del 50. Muchas de esas personas siguen viviendo en los alrededores del ahora outlet, y varios de los hijos y nietos de esos extrabajadores ahora se desempeñan ahí también.

Para realizar el proyecto, Grupo Patio trabajó con Norman Foster, una de las compañías de arquitectura más importantes del mundo. “Ellos te hacen pensar distinto” dice. “Vimos la planta y pensamos que se podía hacer un rescate patrimonial e intentamos mantener la historia. No demoler, sino reconstruir, lo que genera pertenencia entre los vecinos, los papás y abuelos que trabajaron en la planta o las  personas que fueron proveedores o clientes”.

Fue un éxito rotundo. Jalaff dice que se logró darle identidad, respetando lo que significó esa fábrica para el sector. Ahora trabajan en una segunda etapa. “Estamos construyendo una ciudad más justa, e inclusiva. Este proyecto lo habríamos podido hacer en Vitacura o Las Condes pero contratamos a Norman Foster para construir en San Joaquín.” Dice que se logró crear un vínculo con los vecinos, preocupándose de los detalles: “Trabajamos con las 6 Juntas de Vecino del lugar de forma permanente, hemos apoyado a los grupos de emprendimiento, de cultura, de desarrollo musical, apoyamos a la Orquesta de Cuerdas de La Legua. Esto no es ni beneficencia ni altruismo, esto es pensar en el futuro de tu compañía, que sea rentable a largo plazo. Para lograr legitimidad hay que hacer las cosas de forma distintas y no limitarse a cumplir la letra chica.”

Las preguntas antes de un proyecto

El CEO de Grupo Patio dice que siempre se preguntan esto antes de darle el vamos a un proyecto

• ¿Cuál es su rentabilidad?
• ¿Qué supuestos se consideraron?
• ¿Cómo va a aportar este proyecto a la sociedad?
• ¿Estamos aportando al medioambiente?

Todo esto, dice, es parte del KPI en la aprobación de un proyecto. “¿Estamos respetando al otro, estamos respetando la calidad de vida del otro o solo estamos pensado en negocios? Lo que pase hoy va a ser medido en el futuro: equilibrio del desarrollo económico con el bienestar social y ambiental. Hacer una ciudad más justa, emparejar la cancha. Tratamos que nuestros proyectos tengan esa mirada siempre.”

Darío Calderón cierra: “Los países sin historia no tienen futuro y por eso es bueno recordar la historia y proyectar desde ahí lo que son las bases del Grupo Patio: trabajar todos juntos por un Chile más justo y más solidario.”

Puedes ver la presentación completa en el cuadro que está en la parte superior de esta página.