La experta internacional en capital de riesgo y socia en la empresa de biotecnología SV Health Investors, Kate Bingham, estuvo de visita en la Universidad Adolfo Ibáñez para dar una charla magistral en el marco del conversatorio “Venture Capital en tiempos de crisis”, organizado por la Escuela de Negocios. A lo largo de 30 años co-dirigiendo la compañía con oficinas en Londres y Boston, las inversiones de Bingham han dado como resultado el lanzamiento de ocho medicamentos para el tratamiento de pacientes con cáncer, enfermedades inflamatorias y autoinmunes.

En diálogo con el decano de la Escuela de Negocios UAI, Juan Carlos Jobet, la responsable de liderar al equipo de profesionales que estuvo a cargo del proceso de aprobación y disponibilidad de la primera vacuna autorizada contra el covid-19 (desafío que le encomendara el entonces Primer Ministro británico Boris Johnson) compartió con los asistentes, reunidos en la sede Vitacura, sus reflexiones y aprendizajes al frente de este reto de impacto mundial.

A mediados de 2021, este logro, que permitió salvar millones de vidas, le valió ser condecorada como una de las personalidades destacadas en el cumpleaños de la Reina Isabel II. Pero llegar hasta la consecución de este cometido no fue fácil y, de hecho, la primera reacción de Bingham -bioquímica de la Universidad de Oxford y MBA de Harvard Business School- fue rechazar esta labor cuando se la propusieron. “Tenía trabajo y no era experta en vacunas”, explicó sobre sus reparos iniciales. Sin embargo, su hija, entonces de 22 años y siempre animada por ella misma como madre a no temerle a los desafíos, la convenció de aceptarlo. Al fin y al cabo, tampoco nadie lo había hecho anteriormente.

“Lo antes posible”

Kate recordó que el foco de la llamada del Primer Ministro, en mayo de 2020, era llevar a cabo esta tarea “lo antes posible”, con tres claros objetivos para el equipo a su cargo (conocido como “UK Vaccine Taskforce”): acceso seguro a vacunas prometedoras contra el covid-19 para el Reino Unido, prever la distribución internacional de las mismas y establecer una estrategia a largo plazo con el fin de prepararse para futuras pandemias.

Los obstáculos que enfrentaba el grupo no eran menores. “Habíamos tenido pandemias de coronavirus antes -como el SARS-, la gente había tratado de desarrollar vacunas contra éstos y había fallado. Es decir, en primer lugar, no se había hecho nunca. Segundo, no teníamos idea sobre este virus, no sabíamos nada realmente… Era desconocido”, relató. A esto se sumaba, según explicó, que las vacunas toman por lo menos 5 años de desarrollo y el necesario proceso de aprobación por parte de los reguladores.

No obstante todas estas dificultades, el reto -como es sabido- se cumplió exitosamente.

Como capitalista de riesgo, acostumbrada a lidiar con la incertidumbre y con información incompleta, Kate Bingham contó que saca tres grandes lecciones de esta experiencia. Primero, la importancia de establecer asociaciones efectivas, que en este caso se tradujeron en un equipo experto y empoderado, con participación de la industria y redes académicas. En segundo lugar, la relevancia de trabajar con velocidad y coordinación. Decisiones rápidas, incentivos alineados y metas ambiciosas -según expuso- son claves en este sentido. Y, finalmente, gestionar los riesgos, lo que en este caso se logró mediante un portafolio balanceado de vacunas –“ya que no sabíamos cuál tipo iba a funcionar”– y el finamiento basado en hitos.

Para terminar, Kate Bingham sintetizó algunos consejos de cara al mindset emprendedor, extraídos de todo este proceso: centrarse en cumplir objetivos, trabajar con un equipo especialista, tener redes fuertes en la industria, tomar decisiones ágiles y receptivas, y algo que resultó central: la comunicación y el aprendizaje continuo.