El momento que vive el país, implica una reflexión por parte de la ciudadanía y la universidad no está al margen de ello, por eso se invitó, tanto en el Campus Peñalolén como en Viña del Mar, a una jornada de diálogo académico, para analizar cómo desde las distintas disciplinas se puede aportar en pensar, mejorar y repensar la sociedad que tenemos.
En la instancia, el rector Harald Beyer, se refirió al contexto social que enfrentaba el país antes del 18 O, señalando que, si bien nadie se esperaba esta crisis, distintos documentos, análisis y acontecimientos hablaban de una falta de confianza en las instituciones, un descontento generalizado de la ciudadanía, una sensación de abuso y malestar, una falta de cohesión social, entre muchos otros aspectos. “El país requiere construir un nuevo modus vivendi… ese proceso de reflexión tiene que ser un proceso deliberativo, donde prime el diálogo racional, respeto por el otro, tolerancia y en eso las universidades debiéramos ser actores fundamentales”, señaló Beyer.
También analizó en profundidad la formación de los profesionales chilenos, mostrando cifras y data comparativa con países desarrollados, donde las universidades chilenas pese a tener dos años más de formación académica, tiene peores resultados en términos de competencias suficientes para enfrentar el siglo XXI. “Nuestra elite chilena tiene peores competencias que un obrero alemán o francés y eso nos obliga a nosotros como universidad a pensar que parte de los problemas que tenemos, parte de la incapacidad de reflexionar adecuadamente de lo que hemos sido como país o lo que queremos ser, tiene que ver con lo que estamos haciendo como universidad”, dijo el rector.
Sin embargo, el programa de Artes Liberales de la UAI, conversa con estas habilidades tan demandadas para enfrentar el siglo XXI: sociales, de procesos, pensamiento crítico, de reflexión y pensamiento complejo. Por lo tanto, la universidad está sintonizada con las grandes demandas que se observan desde de la sociedad para enfrentar los desafíos del mundo actual.
El rector destacó el principal rol de la universidad, que es el de formar jóvenes y cultivar el pensamiento y que éste debe primar, pues no hay instituciones que las reemplacen en estas responsabilidades y si ello ocurre el país se empobrece social y culturalmente. Este ejercicio formador supone deliberación al interior de la sala de clases, por ello se buscará tener una continuidad académica, siendo sensibles ante la coyuntura, generando espacios y posibilidades para dialogar y aportar al país.
Claudio Osorio, vicerrector del campus Viña del Mar, agregó que “nuestro modelo educativo busca fomentar el pensamiento crítico y generación de ideas. Así es como la UAI ha estado trabajando para poder generar estos espacios que propicien el diálogo y el debate de ideas, que trasciendan la sala de clases, para aportar desde la universidad en la discusión para deliberar”.
En la jornada, el decano de la Escuela de Psicología, Jorge Sanhueza, reflexionó acerca del estallido social y las implicancias para la convivencia en el aula, destacando que no toda discusión es un conflicto, ni todo conflicto una crisis, siendo lo más relevante abrir el diálogo respetuoso.
Así también, en el Campus Viña del Mar el profesor de la Escuela de Psicología, Felipe Valdivieso, puso énfasis en que “esta es una oportunidad para enriquecer las aulas, por que estimula el pensamiento crítico, favorece el debate, propicia ciertas conversaciones que no se darían. Hay que construir debate y no polarización”.
Posteriormente se realizó una actividad de diálogo para compartir la docencia en contextos de incertidumbre, experiencias, procedimientos y protocolos.