Investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) y de la Escuela de Psicología de la UAI, se ubicaron en el 1er lugar dentro de sus disciplinas con sus proyectos, luego de que evaluadores chilenos y extranjeros de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) así lo determinaran.
Facultad de Ingeniería y Ciencias
Paula Mellado, académica de la FIC e investigadora responsable del proyecto, se ubicó en el primer lugar en la categoría Física Teórica y Experimental del concurso FONDECYT regular 2016, con su proyecto “Of two Spin Liquids: a classical and 
a quantum frustrated magnet”, el que tiene una duración de 4 años.
Según explicó la investigadora responsable, “la idea esencial es estudiar materiales magnéticos en los cuales se han encontrado propiedades exóticas de la materia que hoy en día nos permiten contar con computadores más eficientes que hace 5 años atrás y que posiblemente sean una ruta factible para la implementación de la computación cuántica”.
Sobre el proyecto agregó que “las operaciones lógicas en computadores cuánticos, a diferencia de los clásicos, son inmunes a errores porque sus cálculos se basan en propiedades topológicas de la materia, las que son estables frente a perturbaciones. Por tanto el potencial impacto de la computación cuántica en la sociedad, va desde el mundo de las finanzas donde por ejemplo sería posible incrementar la seguridad y cantidad de transacciones, hasta la medicina que, por ejemplo, podría mejorar ostensiblemente la precisión y alcance de los exámenes de imágenes”.
El académico de la Escuela de Psicología, Joaquín Gaete, se adjudicó un FONDECYT en el concurso de Proyectos de Iniciación 2015, también obteniendo el primer lugar en la categoría de Psicología con “Patrones interpersonales y transformacionales en la resolución de problemas de comportamiento disruptivo en niños, niñas y adolescentes”.
El proyecto surge a partir del contexto imperante en Chile, que, según investigaciones, muestra que es muy frecuente que las familias consulten por problemas conductuales en niños, niñas y adolescentes, donde se estima que 1 de cada 3 niños podría recibir algún diagnóstico psiquiátrico, y de ellos 1 de cada 5 se relaciona con problemas conductuales como hiperactividad, impulsividad o agresividad.
Según explicó el investigador, “se ha visto que estas dificultades (problemas conductuales) pueden abordarse con ayuda terapéutica de orientación familiar, sin embargo, este tipo de ayuda no es sino un tipo de conversación. No hay pastillas ni cirugías involucradas. Se trata de “cura por la palabra”, como alguna vez nos enseñara Freud”, agregando que “este proyecto apunta a entender mejor cómo específicamente, mediante qué tipo de conversación, es que la terapia familiar ayuda en este proceso”.
Consultado por su motivación principal, agregó, “un aspecto central es la posibilidad de fomentar modos de resolución que trasciendan el etiquetamiento/diagnóstico individual, y la administración de drogas (fármacos) a niños y niñas en todo el mundo y también generar espacios de investigación que no sólo sean relevantes para la academia, sino para quienes en definitiva aplican el conocimiento con consultantes reales”.