Innovar en tiempos de crisis

Intensas reuniones de coordinación vía Zoom con el objetivo de buscar soluciones a problemas derivados de la crisis sanitaria por covid-19. Así comenzó a gestarse, hace un par de meses, el “Consejo Multidisciplinario de Facilitación por crisis covid-19” (CMFCC), instancia coordinada por el profesor y director del Magíster en Gestión y Emprendimiento Tecnológico (MGET) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC), Eduardo Bitran, que reúne a representantes de la academia, industria y el sector de la salud. Desde entonces, este Consejo Multidisciplinario ha cumplido un rol en la articulación de iniciativas que permitan facilitar y promover innovaciones para mejorar el tratamiento a pacientes tratados por covid-19 que presentan el síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés).

Uno de los primeros desafíos del Consejo fue la generación de los protocolos y las capacidades para la validación de la eficacia y seguridad de ventiladores mecánicos de emergencia (VME), realizada junto a la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (SOCHIMU), la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI) y Sociedad de Anestesiología de Chile (SACH), en el marco de la iniciativa “Un respiro para Chile” impulsada por Sofofa Hub y la Plataforma de Adopción Tecnológica SiEmpre. La instancia tiene entre sus objetivos contribuir al desarrollo, fabricación y validación nacional de ventiladores mecánicos de emergencia que puedan reforzar la capacidad de asistencia de la red de salud del país ante su eventual saturación por un aumento de casos por covid-19.

El proyecto partió en abril a través del levantamiento de 35 prototipos funcionales, que fueron evaluados por el Consejo Multidisciplinario, en alianza con la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI). Esta fase contó, además, con el apoyo del BID y Socialab. La Plataforma de Adopción Tecnológica SiEmpre junto con Corfo, seguirán apoyando las fases iniciales de escalamiento de los primeros equipos que logren finalizar con éxito el proceso de validación establecido.

“Entre las acciones que este Consejo ha impulsado se deben destacar: la promoción de iniciativas de reparación de ventiladores mecánicos dados de baja, tarea que está siendo desarrollada por ENAER-DTS y el apoyo a la implementación de un nuevo tratamiento de pacientes con SARS utilizando cánulas nasales de alto flujo. El Consejo en conjunto con la SOCHIMI y la SOCHIMU, promovió la iniciativa en el ámbito público y privado, acelerando el proceso de incorporación de los equipamientos necesarios. Este tratamiento alternativo a la ventilación mecánica invasiva, reduce drásticamente la complejidad y los riesgos en el tratamiento de pacientes con SARS. El Consejo, también está activamente apoyando a la SOCHIMU en la implementación de herramientas informáticas para facilitar la visualización en tiempo real de la disponibilidad de camas críticas, clave para hacer más efectiva la derivación de pacientes SARS en situaciones de colapso de algunas facilidades hospitalarias”, señala Eduardo Bitran.

En este contexto, “Un Respiro para Chile” y SOCHIMI publicaron hace unos días este protocolo de validación para ventiladores mecánicos. El objetivo de publicar y darle visibilidad es que quienes estén trabajando en el desarrollo y elaboración de estos dispositivos, puedan garantizar la seguridad y funcionalidad en su uso médico en pacientes covid-19, al tiempo de evitar que se utilicen aquellos que no cuenten con las mínimas validaciones de seguridad para los pacientes.

“La falta de regulaciones adecuadas para validar la fabricación de equipos médicos invasivos, obligó al Consejo a promover la elaboración de protocolos de pruebas de laboratorio, pre-clínicas y clínicas, y supervisar el proceso de validación de cada uno de los equipos. Esta ha sido una experiencia de innovación nacional, con propósito muy noble, que difícilmente se daría en tiempos normales, por la enorme necesidad de coordinación y de capital social para innovar en tiempo récord. También fue posible gracias a la virtuosa vinculación del mundo académico con los sectores productivos en medio de esta trágica pandemia. Estos protocolos realizados junto con la SOCHIMI y otras dos sociedades médicas (SACH y SOCHIMU), requirieron  de rigurosos procesos de validación, que implicaron la creación de una capacidad de validación no existente en Chile en la que participaron distintas instituciones como: el laboratorio CERTEMED de la Universidad de Valparaíso, el Comité de Ética del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica para las pruebas pre-clínicas con animales y el Comité de Ética de la Universidad de Chile para las pruebas clínicas en humanos”, concluye el profesor de la FIC.

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