Fernando Savater: “La violencia es siempre injustificable dentro de una democracia”

18 de Noviembre 2021 Noticias Vinculación con el Medio
Fernando Savater: “La violencia es siempre injustificable dentro de una democracia”

El filósofo español fue invitado a "Conversaciones sobre nuestro Tiempo UAI" donde analizó la política,la polarización, el fanatismo y otros temas fundamentales de la democracia.

El premiado y reconocido ensayista fue el invitado a una nueva sesión de “Conversaciones sobre Nuestro Tiempo”, instancia en la que, a través de un juego de preguntas y respuestas, Savater fue dialogando sobre diversos temas políticos contingentes. Francisco Covarrubias, inició el encuentro indicando que Chile se encuentra en un momento crucial, as portas de una elección presidencial y en este contexto es un privilegio contar con Savater para conversar sobre política, polarización, fanatismo y otros temas fundamentales en torno a democracia y sociedad, ya que él ha sido “un testigo privilegiado, un actor privilegiado, irreverente en sus posturas, nunca buscando conciliarse con la mayoría circunstanciales, sino que siempre tratando de defender ideas y principios”.

La conversación partió con el tema de la polarización y en este sentido el filósofo español planteó que durante toda su vida adulta, su vida consciente, ha estado oyendo la queja de la polarización política, o sea, siempre lo ha acompañado la idea de la polarización política, con la única excepción, del breve periodo inmediato al final de la dictadura de Franco, ya que a su juicio, hubo un momento de una unidad de los demócratas, una especie de alegría compartida por haber entrado en un período más libre, más abierto, pero que la polarización siempre ha estado ahí. “Yo simplemente creo que por una parte la polarización en cierta medida va incluida en el precio de la democracia. Montesquieu decía que si uno acercaba el oído a un pueblo, a una nación y no se oía nada es que era una dictadura, pero si uno acercaba el oído y oía un griterío, insultos, voces, había una democracia y en cierta medida yo no digo que esa naturalización sea buena si transgrede los límites constitucionales del país, es decir, siempre que se acepte un mínimo común denominador, que es lo que se puede llamar la constitución o como se entienda, siempre que se acepte ese mínimo común denominador compartido, siempre que se considere que algo básico es compartido, el hecho de que se enfrenten posturas diversas e incluso ásperamente diversas no me parece tan grave”.

Luego Savater, a propósito de una pregunta de Cristina Crichton, profundizó en el uso de la palabra violencia, fenómeno que no solo está ocurriendo en Chile, sino que también en el mundo. En este sentido el ensayista planteó que a su juicio el populismo siempre ha tratado de hacer aceptable la apelación a la violencia, es decir, si hay una medida desacertada o hay una disposición que se considera injusta, inmediatamente eso parece que justifica la violencia en cualquiera de sus formas. “Yo creo que la violencia es siempre injustificable dentro de una democracia. No se puede llamar violencia a manifestaciones, a protestas pacíficas en la calle, eso es perfectamente democrático, pero la utilización de la violencia, es decir, la destrucción de los bienes de mobiliario urbano, la agresión a las personas, los escraches de persecución a algunos políticos para convertir su vida privada en una especie de infierno público, todo eso yo creo que es injustificable y todos los que recurren a esos métodos, por lo menos en la experiencia que yo he tenido, quienes recurren a esos métodos es porque siempre están faltos de razones para justificar de otras maneras sus posturas. Es decir, quien tiene razones sobradas, tiene portavoces políticos eficientes para defender sus razones, rara vez justificarán el hecho de una violencia, de una agresión, etc., mientras que quien no tiene eso, siempre pasarán a lo tremendo porque la violencia da como una especie de seriedad a cualquier cosa, convierte en central y serio cualquier problema”.

Posteriormente, Savater reflexionó sobre los elementos centrales que hoy hacen peligrar la democracia e indicó que curiosamente algunos de los problemas o peligros que hoy tiene ésta viene de cosas que hace veinte años se supuso iban a ser un medio, una ayuda para la democracia, por ejemplo, las redes sociales. “El acceso a internet, a las redes sociales, muchos supusimos que eso iba a dar un acercamiento al ciudadano, iba a poder participar mucho más de la gestión de los asuntos públicos, que las opiniones iban a ser tomadas mucho más en consideración, eso efectivamente en parte ha sido así, pero también en otra parte se ha visto que las redes dan voz y capacidad de socializar elementos de lo peorcito que tiene la sociedad. Siempre ha habido gente maligna, imbécil, etc., pero no siempre han tenido tantos medios de comunicación como ahora. Yo me acuerdo una vez hablando con Umberto Eco yo le decía ‘no te parece que ahora hay muchos más estúpidos que antes’ y él me dijo no, ‘ahora hay mucho más estúpidos con medios de comunicación que antes’, o sea, con formas de poder decir lo que piensan con cosas que antes era relativamente difícil”.

El filósofo español siguió profundizando en este tema, señalando que el problema está relacionado con que las redes sociales dan el mismo trato a las opiniones paranoicas, conspiracioncitas que, a las opiniones sensatas o razonadas. “En las redes sociales hay una especie de premio a las opiniones más entretenidas, violentas, ruidosas, que son más divertidas, que son como películas de acción, mientras que las personas que defienden ideas sensatas, que son del sentido común, quedan totalmente arrinconadas”. Savater puntualizó que, si bien este es uno de los problemas de la democracia actual, hay otros problemas fundamentales como la dificultad que tienen tanto la izquierda como la derecha de aceptar que la democracia actual es una combinación de liberalismo y socialdemocracia: “Las dos partes son necesarias, es decir, son imprescindibles. No hay democracia sin liberalismo, ni democracia sin socialdemocracia, es decir que ambas cosas son imprescindibles hoy y la democracia hoy está basada en ambas cosas”.

Hacia el final del encuentro, Savater planteó que a su juicio el mayor problema de la sociedad actual es que cada vez hay más maestros indignos que engañan a los jóvenes y a los niños. “Eso me parece terrible. Que cuando el joven crezca y tenga una madurez intelectual elija un camino u otro, se equivocará, como nos hemos equivocado todos, eso es así, pero que a los niños se les engañe y se les cuenten unas versiones digamos distorsionadas del mundo, eso si que me parece preocupante”. Finalmente, agradeció la invitación y deseó mucha suerte para las elecciones indicando que “yo creo que no hay que pedir un futuro maravilloso, sino un futuro soportable”.

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