Hace algunos años, Luis Felipe Valencia se tituló de abogado. Su permanente inquietud por el universo del saber lo llevaría a cursar varios programas de postgrado, uno de ellos, el Diplomado en Data Science de la UAI.  “Quería tener un acercamiento a este mundo para poder comprender en qué consiste la ciencia de datos. Adicionalmente, quería relacionar y entender tanto el mundo del derecho con la ciencia de datos, que está relacionada con temas de innovación, tecnología y grandes análisis de datos”, cuenta el profesional.

En sus palabras, la ciencia de datos involucra una serie de desafíos de carácter legal, por la gran cantidad de información que se maneja, con la que se toman decisiones. “Su captura conlleva sesgos que pueden afectar la libre determinación de las personas. Es un tema que abre muchos desafíos desde el punto de vista regulatorio, legal y ético”, señala.

Además, complementa que “lo que Internet y la interconectividad entre todas las personas ha hecho es aumentar exponencialmente la cantidad de datos”. En ese sentido, apunta que han aparecido nuevas herramientas para procesar estos datos en los últimos años. “Hay un crecimiento exponencial de ellos, eso abre infinitas posibilidades, pero hay que tener cierto aterrizaje”, advierte.

Entonces, ¿qué es lo que haría falta resolver? Para el profesional, más que regulación, hace falta sanciones. “Hay una ley que es la de protección de datos personales, pero no se aplica mucho, porque las sanciones son extremadamente bajas y se debe seguir un procedimiento largo para que se aplique la sanción. Actualmente, no hay una agencia de control o un ente fiscalizador”, advierte.

En ese sentido, siente que el diplomado le ayudó mucho a su desarrollo profesional. Luis Felipe estaba trabajando en una consultora especializada en temas de seguridad de la información y ciberseguridad y cambió de trabajo, de giro. “Ahora estoy trabajando en análisis de datos en una compañía de seguros”, cuenta.

En ese sentido, destaca: “El diplomado me dio un plus para mi nuevo trabajo, la posibilidad de entrar y hacer una pega de analista de datos y business intelligence”, dice tras reperfilar su carrera. “No tan solo adquirí más o menos conocimiento, sino que hice una transformación de giro profesional a otra área”.

Mucho por educar

Respecto del conocimiento que puede tener la gente en general, Luis Felipe asume que falta mucho por educar, principalmente sobre la importancia del manejo de datos en la sociedad, “que es adquirir conocimiento y conciencia”. Lo ejemplifica de la siguiente forma: Cuando uno va a un supermercado y entrega el RUN, entrega no solo un dato personal, sino la posibilidad de que te puedan perfilar como usuario y consumidor para que se pueda predecir qué vas a comprar y qué no. “Es un tema extremadamente potente y, como sociedad, nos está costando tomar conciencia acerca de qué pueden hacer con nuestros datos”, puntualiza.

Pero no todo es negativo. Cuenta que a través de la ciencia de datos se puede añadir valor a un proyecto, a un negocio, a un emprendimiento o investigación cualquiera. “Esto, porque le estamos dando un conocimiento y una información que, sin el análisis de datos, no se habría obtenido”, apunta. Destaca que lo que entrega este análisis descriptivo y predictivo es entender cómo se está ahora, para dónde se debe ir e, incluso, “predecir cómo vamos a estar”.

Felipe se siente mucho mejor posicionado gracias al diplomado, algo que enfatiza sin duda. “Me siento más empoderado en cuanto a conocimientos y a saber distinguir cuando se habla de algunos conceptos, porque como aluden a temas extremadamente discutidos y hablados, están muy manoseados. La gente habla mucho de big data y, en realidad, está hablando de otra cosa. Lo mismo con la inteligencia artificial”, transparenta.

Pese a lo abstracto de esta ciencia, Valencia siente que su conocimiento puede ser útil transversalmente. “Recomiendo este diplomado, pero hay que tomarlo con el ánimo y ganas de meterse de lleno en estadística y programación”, dice al tiempo que admite que este ámbito no es particularmente sencillo y que lo desafió “en el tema de la estadística. Generalmente, para las personas que venimos del mundo de las humanidades, ahí está el primer choque, los números, pero con estudio, dedicación y perseverancia, se puede”.

Su mayor experiencia de éxito profesional a partir del diplomado, no es una situación particular en el ejercicio de sus labores cotidianas de trabajo, sino que tiene que ver con un cambio radical en su vida. “Me sirvió más que para darle un reenfoque a mi carrera, para darle un giro, cambiar, fue algo totalmente transformacional”, enfatiza.

Por último, deja claro el alcance del data science: “La ciencia de los datos está cambiando el mundo”, sostiene.