Gobierno Corporativo con foco ASG: nuevo impulso desde el mundo financiero

18 de Mayo 2023 DGC Entrevistas Postgrados UAI

Su trabajo como consultora estratégica con énfasis en gestión ambiental, social y de gobernanza (ASG, o ESG por su sigla en inglés), y la formación que ya había iniciado para desempeñarse como directora de empresas, llevaron a María Teresa Bravo a tomar el Diplomado en Gobierno Corporativo (2022) de la Escuela de Negocios en conjunto con la Facultad de Derecho.

“Evalué diversas opciones y escogí este diplomado por ser el único en Chile de gobierno corporativo con nítido enfoque ASG. Adoptar este enfoque es un desafío crucial para las empresas, y yo busco aportar sólidamente a ese tránsito, que a su vez contribuye a organizaciones y a una sociedad más sostenible”, dice.

Dado que este año por primera vez en Chile las sociedades anónimas abiertas de mayor tamaño tuvieron que reportar en sus memorias anuales sus políticas, prácticas y metas en materias ASG, en virtud de una nueva normativa de la Comisión para el Mercado Financiero (la NCG 461). “Esta es una revolución que en los próximos años se hará extensiva a otras empresas. Y es muy probable que algo similar se haga exigible a las entidades financieras”, comenta María Teresa.

Para ella fue un privilegio, precisamente durante este proceso de cambio, profundizar su formación en gestión ASG desde la perspectiva del rol del directorio. Entre los aspectos que la profesional destaca del diplomado, se encuentra la calidad de los docentes. “Tuvimos profesores de primer nivel, y la curatoría de los contenidos fue muy apropiada. Se notó una coordinación articulada entre ellos, y las clases fueron muy intensivas: nueve horas a la semana, más lecturas complementarias ”, afirma.

Asimismo, resalta los invitados de excelente nivel que llevaron los académicos para aterrizar los temas. “Además de ser ellos mismos, en varios casos, directores de empresas, fueron invitando al cierre de los módulos a otros directores de reconocidas organizaciones, los que compartieron con nosotros, con mucha generosidad y apertura, sus vivencias y experiencias sobre las materias que estábamos abordando”.

María Teresa enfatiza también en la cantidad y calidad de los alumnos. “A diferencia de otros programas, fuimos un grupo muy acotado y provenientes de diferentes disciplinas, lo cual generó instancias muy enriquecedoras e interactivas. No fuimos espectadores: tuvimos la posibilidad y el tiempo para comentar, preguntar, debatir. Los profesores exponían y gatillaban el intercambio, y todos éramos parte activa del aprendizaje. En las distintas materias que estábamos abordando, uno o más de nosotros tenía conocimiento y contaba su experiencia. Y luego ahondábamos desde el rol de directorio; no ejecutivo”.

Un motor para la gestión responsable de las organizaciones

En relación con los contenidos, recuerda que “fue muy interesante ver y evaluar el enfoque ASG en entidades financieras, con sus crecientes exigencias ambientales, sociales y de gobernanza a las organizaciones a las que otorgan créditos. Son exigencias muy razonables porque se trata finalmente de una gestión de riesgos. Y si quienes prestan los recursos lo exigen, además de exigirlo el regulador, los clientes, los trabajadores y las comunidades, las empresas van adecuándose. Mientras antes gestionen bien sus riesgos ASG, mejor. Todos ganan”.

María Teresa estaba cursando el diplomado cuando la contrataron como consultora externa senior del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para apoyar a CORFO en la creación de un sistema de gestión ambiental y social para un programa de fomento financiero de la industria del hidrógeno verde y su cadena de valor en Chile. Luego ha colaborado también con el Banco Mundial. “Es un desafío muy interesante. Soy parte del equipo que está gestando las bases de un sistema ASG de ese programa financiero de CORFO, incluidas las exigencias que se harán en materias sociales y ambientales a los proyectos que reciban financiamiento, de manera que cumplan con estándares de cuatro bancos internacionales de desarrollo que están en la punta de estos temas a nivel mundial”, afirma.

Sobre el proyecto para aprobar el diplomado, cuenta que consistió en un análisis y una evaluación desde dos perspectivas: por un lado, de la gestión ASG de compañías (en su caso, empresas de energía renovable), y por otro, de la aplicación de criterios ASG en las políticas de inversión y prácticas de engagement de entidades financieras (en su caso, bancos de desarrollo). “El calce fue perfecto con parte del trabajo que estoy ahora realizando”, celebra.

María Teresa dice estar muy conforme con lo aprendido. “Me dio herramientas concretas. Vi casos, buenas y malas prácticas. Me permitió profundizar en mis temas de interés, potenciándome. Realmente fue justo lo que buscaba”.

En este contexto, la profesional asevera que “cada vez me convenzo más de que cada persona que es director o directora debe combinar, por una parte, una base amplia de conocimientos y experiencias que habiliten para asumir el cargo con todas sus responsabilidades, y, por otra parte, un aporte específico de valor en materias en las que se cuenta con particular sensibilidad y trayectoria. Se necesita traer un aporte especial a la mesa, complementario con el aporte distintivo de los demás directores y directoras. En mi caso, más allá de ser mujer, este aporte especial es la gestión ASG. Todo lo que he realizado en mi vida profesional va en esta línea. Y tiene tanto sentido”, especifica.

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