Luego de una extensa trayectoria en áreas como la vivienda, ingeniería para proyectos, infraestructura cultural, edificación sustentable, entre otros, el arquitecto Alejandro Casas decide dar su siguiente paso: fortalecer sus conocimientos a través de un programa de postgrado. “En ese entonces me encontraba buscando financiamiento debido a que había quedado seleccionado por una institución extranjera para continuar estudios”, comenta.
Sin embargo, un anuncio a través de Instagram llamó su atención. Se trataba del Magíster en Ciencias del Diseño, programa impartido por la Escuela de Diseño de nuestra Universidad. “La propuesta me pareció interesante. Solicité información y una visita guiada a las instalaciones, la que fue realizada por Patricia Acevedo y Mario Vergara. Lo barajé como una gran alternativa para realizar perfeccionamiento respecto a opciones de tecnología aplicada al diseño y la arquitectura, con desarrollo de investigación”, asegura.
Durante el desarrollo del magíster, Alejandro destaca las metodologías y preparación del plantel docente como uno de los puntos más altos, los que inducen un cambio de mentalidad respecto al valor de las experiencias, ensayos, errores y procesos. “Se hace hincapié en cada instancia del camino del proyecto de investigación, lo que es una enseñanza en sí misma. Eso cambia completamente la mentalidad respecto a cómo planteas tus objetivos, siendo además una herramienta muy poderosa de desarrollo personal”, relata. Además agrega que “todo esto se traduce en mejoras sustanciales en el desarrollo y materialización de propuestas de diseño, facilitando la capacidad de absorber cambios de último momento, permitiendo incorporar diseños más osados, más complejos de desarrollar con las herramientas más clásicas, y por supuesto un cambio de mentalidad respecto al trabajo y la forma en que percibimos el trabajar en equipo, más transversal, cooperativa pero con autónoma, resiliente y con mayores recursos para el desarrollo de ideas innovadoras”.
Debido a lo anterior, Casas también pone énfasis en el desarrollo de habilidades blandas como uno de los fuertes del programa. “El contacto y retroalimentación con compañeros y el plantel docente, compartiendo experiencias, datos para implementos y ayuda en el desarrollo de prototipos e investigación. Esto aporta un ambiente muy cálido y fértil para el desarrollo creativo y de investigación”, asegura.
Debido a todas estas razones, Alejandro no duda en recomendar el Magíster en Ciencias del Diseño como una oportunidad para el desarrollo integral de la creatividad e innovación. “Es una instancia que te abre la mente, te aporta con un punto de vista original e innovador para resolver problemas que muchas veces no presentan soluciones sencillas, o problemas cotidianos no resueltos, te entrega valiosas herramientas para poder emprender, como perfeccionamiento tecnológico necesario como para poder ser el fabricante de tus propias ideas, y una amplitud de mira respecto a la forma en que nos relacionamos con nuestro ambiente y las personas que nos rodean”, concluye.