El Magíster en Filosofía, Economía y Política de la Facultad de Artes Liberales UAI realizó un conversatorio donde el director del programa, Ezequiel Spector, conversó con Luis Moreno Ocampo, ex fiscal de la Corte Penal Internacional y fiscal adjunto del juicio a las juntas militares en Argentina que fue retratada en la película “Argentina 1985”, nominada al Óscar.

Durante la charla, el abogado argentino conversó sobre el Juicio realizado en 1985, que lo llevó a ser reconocido a nivel mundial pues juzgó por primera vez a los máximos responsables de la última dictadura argentina, que tuvo lugar entre 1976 y 1983.

“La diferencia con lo ocurrido en Chile es que el juicio a la Junta Argentina fue discutido en 1983, de hecho, Alfonsín ganó las elecciones por la decisión de iniciar inmediatamente acciones judiciales y comisiones de la verdad con un proyecto de ley para realizar un juicio militar a los comandantes. Es decir, lo más importante en nuestro país fue mantener las garantías legales de la sociedad ignorando las visiones políticas”, sostuvo el invitado.

Al comentar su rol en el enjuiciamiento, el invitado sostuvo que, si bien siempre tuvo una “sensación de riesgo sobre nuestra cabeza”, su objetivo era “darles a los militares lo que ellos no les dieron a sus víctimas: un juicio justo”.

Sobre la película “Argentina 1985” que relata el trabajo del equipo fiscal del que fue parte Moreno Ocampo, el abogado comentó que los films logran tener un impacto inmenso en todo el mundo y acercan temas a las personas comunes: “la película muestra una visión distinta, la ley es una construcción social, y los films definen mucho esa construcción social. Lo que nosotros discutimos es para expertos y es importante que exista una comunicación para la sociedad, y eso lo hacen los films”.

Asimismo, destacó el rol de académicos en la idea de Alfonsín de realizar el juicio: “la academia influyó en la política real”, por lo que, al finalizar la conversación, afirmó la relevancia de que las universidades sean parte de los avances del mundo: “la academia no se está actualizando al avance científico, celebramos la innovación tecnológica, pero despreciamos la innovación institucional. La verdad se ha fragmentado, no existe la verdad, es por eso la gente vuelve a lo tribal o a la religión dura que te da certezas…el mundo cambia a una velocidad vertiginosa y nosotros no entendemos cómo transformar las instituciones a las nuevas tecnologías”, cerró.

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