En Chile, el 2% del agua es destinado a consumo humano. Este porcentaje es bajo en comparación a la industria agrícola y forestal, sin embargo, supera a los sectores minero, energético e industrial.

De acuerdo con estudios, “el consumo per cápita en Chile está en torno a los 170 litros por persona al día, lo que se encuentra muy por sobre lo que consumen los países europeos”.

Por lo anterior y ante la crisis hídrica que arrastra el país, el académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI, Cristián Chadwick entrega recomendaciones para cuidar el uso de agua diario en el hogar y la oficina.

“El agua que consumimos, la sacamos de ríos, pozos o el mar, entre otras fuentes de abastecimiento. Cada una de estas tiene su propio impacto ambiental. Por ejemplo, el agua que sacamos de los ríos y pozos, se la estamos quitando a los ecosistemas, a bosques nativos, con su flora y fauna, por lo que el consumo de agua no debiese ir únicamente asociado a querer consumir y tener la capacidad de pagarla, sino que tenemos que crear una conciencia ambiental y buscar maneras de reducir el consumo”, aseguró el académico.

Chadwick argumentó que es necesario que las personas comiencen a tomar peso de la cantidad de agua que consumen. “Es importante hacer ver que todo consumo de agua tiene asociado su impacto sobre los ecosistemas, por ende, hay que buscar cómo reducirlos. El uso de agua domiciliario termina siendo relevante cuando uno considera el número de usuarios de agua, por lo que es importante disminuirlo siempre que se pueda”.

Ante esto, el académico entrega una serie de recomendaciones, entre ellas, reutilizar el agua, cerrar el grifo al cepillarse los dientes o al lavar la loza.

“Ideal es que cuando alguien tome la decisión de tener un jardín o remodelarlo, que considere una vegetación que converse adecuadamente con el clima de la zona. En la zona central de Chile se suelen tener jardines que no conversan con el clima local, lo cual genera la necesidad de riego. Lo óptimo es reducir estos jardines y reemplazarlos por otros de menor consumo. En caso de jardines que ya existen y tienen riego, programar los riegos para temprano en la mañana o la noche, además de ajustar las cantidades de riego por temporada, para minimizarlo. Dentro de hogares y oficinas, arreglar goteras, cambiar escusados y duchas por aquellos de ahorro de consumo, agregar aireadores en las llaves, entre otros”, comentó Chadwick.

Te invitamos, además, a ver el video de nuestra académica Dafne Crutchik en el que habla de la escasez hídrica aquí.