La semana pasada, el decano de la Escuela de Gobierno, Ignacio Briones, viajó junto a un grupo de expertos a Nueva Zelanda, donde se reunieron con diferentes entes del sector público – agencias gubernamentales, ministerios, parlamento, sindicatos y servicio civil-  para conocer in situ la experiencia de ese país en su programa de modernización del Estado.

Este grupo es parte de un Consejo Asesor que está colaborando con el Centro de Estudios Públicos (CEP), para elaborar una propuesta y un libro sobre esta materia. Este Consejo cuenta, además de Briones, con dos miembros de la Universidad Adolfo Ibáñez: Ramiro Mendoza, decano de la Facultad de Derecho y Soledad Arellano, Vicerrectora Académica.

“Fue muy enriquecedor conocer en terreno el modelo de Estado de este país, que parte en la década de los ochenta y que tienen muchos aspectos que podrían aplicarse en Chile”, afirmó el decano de Gobierno.

Para él – quien tuvo más de veintitrés reuniones para conocer sobre el funcionamiento gubernamental del país oceánico -, hay tres aspectos que fueron muy relevantes: la profesionalización, la autonomía y la mejora continua de todos los servicios públicos.

“Nueva Zelanda tiene un enfoque muy pragmático, donde sus servicios públicos se basan en una planificación estratégica y el cumplimiento es lo que cuenta”, comentó Briones.

Además, afirmó que existe una gran autonomía para contratar a los funcionarios públicos, donde hay una gestión de talento muy transversal: “los cargos no son por cuoteo político, sino que se eligen a los técnicos por su desempeño. Por ejemplo, los directores son verdaderos C.E.O.”.

Para Briones, otro punto interesante es el manejo de datos de los servicios públicos, que a diferencia de lo que ocurre en Chile, están centralizados, sistematizados y disponibles para que puedan ser evaluados por la ciudadanía: “sin acceso a los datos, no se pueden hacer propuestas para mejorar la calidad de los servicios”.

Asimismo, el decano destacó que los servicios estatales tienen una manera directa y simple de comunicarle a la comunidad sus metas y objetivos. “Es increíble ver cómo estos servicios explican sus desafíos con mucha claridad; a través de una iconografía y lenguaje sencillos, cualquier persona puede entender de qué se tratan y cómo ha sido su desempeño”, finalizó.