De la matemática a la inteligencia artificial

16 de Octubre 2020 Noticias

En su departamento y visitando de vez en cuando a algunos familiares. Así ha vivido durante estos meses el confinamiento Eric Goles, matemático, Premio Nacional de Ciencias Exactas y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC). Un círculo, pequeño de encierros, dice. Pero también un tiempo que en lo intelectual “ha sido muy, pero muy, productivo” donde ha publicado artículos científicos, no ha parado de trabajar con sus alumnos del Doctorado en Ingeniería de Sistemas Complejos, programa del que es director académico, y de leer. “Leo mucho. Novelas, y también repaso a los clásicos: La Ilíada, La Odisea, La Eneida, La divina comedia y tragedias”, cuenta el Ingeniero Matemático de la Universidad de Chile que en medio de la pandemia acaba de publicar Una especie de zumbido en la cabeza, libro de divulgación científica donde indaga en la  historia matemática de la computación, que presentará en la UAI y sobre el que dictará un curso en noviembre próximo. Un relato que describe el  recorrido que va desde los pensadores de la antigua Grecia, hasta la automatización, la robótica, el big data y el deep learning.

Y es que Goles puede hablar con propiedad de estos avances tecnológicos: es uno de los matemáticos chilenos que estudió y vivió la revolución científica de los computadores. En esta entrevista, el académico de la FIC nos habla sobre esta evolución y el rol de la ciencia, la investigación y la docencia en tiempos de incertidumbre.

A propósito de tu último libro ¿Cuáles crees han sido las claves de la rápida evolución de la ciencia y la tecnología?

Mi libro Una especie de Zumbido en la cabeza (Planeta) trata, desde un punto de vista muy personal, sobre cómo ha evolucionado la noción de verdad; la búsqueda de la verdad. Muy en particular en matemática, desde los griegos hasta la actualidad. Sobre cómo esta pregunta de naturaleza filosófica ha conducido a la creación del computador, a los programas denominados de inteligencia artificial. Una lección que aporta todo esto es que no se debe apostar por la inmediatez. En matemática, en ciencia y en filosofía, las grandes inquisiciones van evolucionando y produciendo resultados por siglos.

¿Por qué, a pesar de estos avances, aún somos tan vulnerables ante situaciones como la que vivimos actualmente por el covid 19?

Porque la sociedad y la naturaleza son, desde el punto de vista de un sistema complejo,  siempre impredecibles. ¡Una y otra vez nos sorprenderán! Por ello la mejor preparación es contar con una vasta red de especialistas en ciencias, tecnología, filosofía, ciencias sociales y  humanidades, capaces de abordar lo  inesperado -nunca abordable desde una sola especialidad-  y convertirlo en conocimiento, en palabras, en nuevos modos de convivir y habitar nuestra única casa en medio del universo: el planeta tierra.

En estos tiempos de pandemia e incertidumbre ¿Cuáles son las lecciones aprendidas por científicos e investigadores? (y aquellas por aprender)

No sé si lecciones. Quizás, percatarnos de que a pesar de los enormes avances científicos logrados por la humanidad, los descubrimientos científicos no son inmediatos, toman tiempo. Percatarnos de que, en particular, una vacuna o cura para la pandemia  tomará tiempo. Más aún, que esta crisis global nos cambiará para siempre. Nada volverá a ser como antes. Ni el modo de relacionarnos; de viajar; las relaciones comerciales y los modelos político-económicos mediante los cuales nos hemos regido. Nada será igual. Esta pandemia es una discontinuidad brutal y una demostración más de que debemos ser humildes. Un correctivo a la soberbia de la humanidad.

Y a los más jóvenes ¿Qué les dirías para que se motiven y animen a investigar?

Más que investigar, que se entusiasmen cualquiera sean sus intereses intelectuales. Que miren una y otra vez aquello que los sorprende. Me atrevería a decir que nada hay que no contenga una maravillosa sorpresa si tenemos la paciencia de estudiarlo durante un tiempo suficiente

En este sentido, la docencia tiene un rol fundamental ¿Cómo crees que se puede potenciar ese rol desde la universidad?

Las nuevas tecnologías, sin ser una panacea universal, nos han traído las conferencias a distancia. Con todas su limitaciones esta modalidad tiene algunas luces que han venido para quedarse: un nuevo modo de interactuar del que ya no prescindiremos. También, en términos de formación, la pandemia nos propone más de un desafío. Por ejemplo,  a nivel de postgrados deberíamos estrechar lazos con otras universidades del planeta. De algún modo, la llegada del hábito del zoom, unido a las restricciones de los viajes, abren una tremenda oportunidad de realizar más programas conjuntos de gran calidad y accesibles. Dicho esto, una cierta dosis de contacto directo sigue siendo irremplazable.  Nuestra condición de animales sociales se resiente en el encierro

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