Convención Constituyente: instalación, desafíos y expectativas

30 de Junio 2021 Noticias
Convención Constituyente: instalación, desafíos y expectativas

Profesora Verónica Undurraga abordó los principales aspectos de la conformación y funcionamiento del nuevo órgano que tendrá su histórica sesión inaugural el 4 de julio.

Quedan pocos días para la instalación días de la Convención Constituyente, la primera a nivel mundial de carácter paritario cuya misión será redactar una nueva Constitución para Chile. Tras la elección de mayo la conformación del órgano de 155 delegados elegidos, que comenzará a sesionar el próximo 4 de julio, quedó compuesta por: 48 representantes de independientes,  17  escaños reservados para pueblos originarios, 25 del Apruebo, 37 de Vamos por Chile y 28 por Apruebo Dignidad.  En su sesión inaugural, que coincide con los 210 años de la instalación del primer Congreso Nacional, la Convención deberá elegir presidente/a y vicepresidente/a. Y, en un plazo máximo 9 de meses prorrogables por tres meses adicionales, tendrán que redactar una propuesta  nueva Carta Magna la que deberá someterse a votación popular en un plebiscito de salida donde la participación será obligatoria. El palacio del ex Congreso Nacional, diseñado en 1848 y monumento histórico desde 1976, será la principal sede para la Convención.

Este universo variado en su composición y una discusión constitucional que abordará variadas demandas de la ciudadanía donde la deliberación será clave para lograr acuerdos, supone grandes desafíos y a la vez expectativas. Sobre este tema y la evolución del proceso constituyente y el funcionamiento de la Convención, habló la profesora de la Facultad de Derecho UAI, Verónica Undurraga, en la charla que dictó para estudiantes y la comunidad universitaria: “El camino hacia la nueva Constitución, ¿cómo funcionará la Convención?”.

“Históricamente se pensaba que los procesos constituyentes se daban sólo cuando hay grandes crisis, cuando había ese tipo de situaciones y había que fundar un nuevo Estado. Esto ha ido cambiando un  poco en las últimas décadas, hay varios países que han cambiado su constitución y eso es porque ha habido un cambio en la manera de percibir la Constitución”, dijo la académica sobre la evolución de los procesos constituyentes. Una evolución que ha hecho que ahora se mire a las constituciones -además de tener un rol de organizar los límites del poder del Estado- como una “hoja de ruta” para ver hacia dónde queremos ir y cuáles son los principios básicos.

“Cada cierta cantidad de años nos miramos como sociedad para ver cómo queremos seguir. Muchas de las constituciones actuales no nacen por conflictos extremos o porque nació un nuevo país, sino porque hay una cierta continuidad en los procesos constituyentes. En el caso de Chile, el estallido social obligó a hacerse cargo de una serie de demandas”, agregó.

Acuerdos, concesiones y confianzas

En este contexto, la profesora Undurraga señaló que las demandas que  Chile que derivaron en este proceso constitucional son de tres tipos: inclusión social, igualdad de género y el reconocimiento a los pueblos originarios. “El Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución fue una bifurcación en nuestra historia nacional. Era un acuerdo frágil porque podía no captar la adhesión de la ciudadanía. Fue un momento en que la clase política actuó con responsabilidad. Fue una negociación, y como en toda negociación hay intereses”, sostuvo.

Sobre este tema algunos de los puntos que generaron controversias en este acuerdo pactado como el quórum de 2/3 que deberán lograr los constituyentes de la Convención para aprobar cada norma y ratificar cualquiera de sus decisiones. Esto busca que la nueva Constitución sea producto de grandes acuerdos.  La académica  señaló que este era un quórum desafiante y “una concesión al sector de la derecha política”, mientras que “la concesión al sector de la izquierda” fue la denominada “hoja en blanco”, esto es que se redactará un nuevo texto constitucional y que éste no surgirá de la reforma a la actual Carta Magna.

“Se estableció una regla y es que como institución la Convención no puede intervenir en funciones de otros órganos del Estado. Se llegó a ciertos acuerdos básicos y esto nos habla de que, si  bien la Convención revisará todo el ordenamiento, sin embargo hay una continuidad porque hay que respetar las normas. Lo que se mira con mucho interés de Chile es que este es un proceso ordenado porque nunca se cortó el hilo de la institucionalidad”, dijo Verónica Undurraga.

Asimismo, y en cuanto a la composición de la Convención, la académica destacó tres elementos que -a su juicio- han fortalecido el “Acuerdo por la Paz y la Constitución”: la cantidad de delegados independientes que fueron elegidos en mayo pasado (más del 67%), la diversidad de los constituyentes, “que genera incertidumbre, pero ayuda a que la ciudadanía tenga más confianza en la Convención”, y el hecho de que ningún grupo tenga poder de veto lo que hace “que estén obligados a negociar”.

Tras elegir la presidencia y la vicepresidencia de la Convención que “probablemente la tendrá una mujer” -dice la profesora Undurraga-, los delegados  tendrán  que redactar un reglamento donde se establecerán las reglas para el funcionamiento  de la Convención (que deberán ser aprobadas por 2/3) y los mecanismos para la resolución de controversias. Tras los 12 meses, como plazo máximo para la redacción de la nueva Constitución, el texto deberá ser aprobado en un plebiscito obligatorio. De no cumplirse los plazos, continuará rigiendo la Constitución actual. En cuanto a los temas que se discutirán en la Convención, la académica mencionó la organización del Estado (régimen político), autoridades  regionales, la forma en que el país está organizado territorialmente, cómo se reconocerá a los pueblos originarios, cómo se organiza el poder judicial y los derechos sociales, entre otros.

Puedes ver el video de la charla aquí

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