Pérdidas de desarrollo en niños pequeños: la evidencia para Chile

22 de Junio 2022 Columnas

Contundente evidencia sugiere cuán sensibles son sus cerebros durante esta etapa a los estímulos tempranos, incidiendo incluso sobre futuros aprendizajes. Muchos de estos estímulos son provistos por servicios de cuidado y centros de cuidado infantil, los cuales se vieron afectados por las medidas de cierre. Y el acceso por vía remota a estos servicios supuso una serie de dificultades, poniendo en relieve las fuertes desigualdades estructurales—de conectividad, pero también socioeconómicas—presentes en nuestro continente.

Estudio midió impactos físicos y psicológicos de cierres

Un estudio realizado en Chile permite estimar por primera vez los impactos físicos y psicológicos que el cierre de jardines y prescolares tuvo en los niños. El estudio utiliza como base las mediciones aplicadas a un grupo de niños de tres y cuatro años en el marco de la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia 2017  que se ha aplicado tres veces en Chile (2010, 2012 y 2017). En ella se midieron cuatro áreas del desarrollo: general, socioemocional, del lenguaje y función ejecutiva. A fines de 2020, se seleccionó a un grupo de niños de tres y cuatro años que presentara características sociodemográficas similares a la muestra medida en 2017 y se les aplicó las mismas pruebas, siguiendo los mismos procedimientos, de forma presencial. Específicamente, se emplearon los siguientes instrumentos en ambas rondas de medición:

  • Inventario de Desarrollo Batelle (Batelle Develomental Inventory), para evaluar el desarrollo motriz, adaptativo, cognitivo, personal-social y capacidades comunicativas.
  • Test de Vocabulario en Imágenes de Peabody (TVIP), para medir el vocabulario receptivo de los niños, es decir, su capacidad de comprender palabras.
  • Cuestionario de Conducta para preescolares (Child Behavior Checklist, CBCL), una prueba de tamizaje orientada a identificar posibles problemas emocionales y de comportamiento.
  • Corazones y Flores, que evalúa habilidades de función ejecutiva, tales como la memoria funcional, el pensamiento flexible y el autocontrol.

Este experimento natural permite evaluar el impacto de los cierres de los centros en el desarrollo de los niños en edad preescolar ya que se aplicaron los mismos instrumentos de la misma forma antes y después de la pandemia, a un grupo de niños de similares características. Adicionalmente se compararon los resultados de la cohorte 2017 con la cohorte 2020 dentro de cada municipalidad y considerando solo niños que asistían a centros infantiles (jardines y prescolares) en 2017 (todos los niños en la cohorte de 2020 estaban matriculados, aunque no asistieran debido a los cierres). Es decir, se realiza la comparación entre el grupo de niños afectados por los cierres contra un grupo de comparación de niños de municipios similares en términos socioeconómicos y matriculados en centros infantiles.

Los resultados muestran que los cierres de centros de cuidado infantil se asocian con un menor desarrollo general, según medido con el Inventario de Battelle, del lenguaje y de habilidades socioemocionales en los niños como resultado de la pandemia. El grupo encuestado en 2020 presenta puntuaciones peores que las de la cohorte de 2017, con pérdidas que oscilan entre los 5,6 y 8,9 puntos estandarizados en desarrollo general y de entre 3,1 a casi 5 puntos estandarizados en desarrollo del lenguaje, entre los distintos grupos de comparación que generamos. El puntaje en el CBCL aumentó entre 6,2 y 8 puntos estandarizados, lo que sugiere un incremento de problemas emocionales a raíz de los cierres. Solo en el caso de la función ejecutiva no se observan diferencias estadísticamente significativas antes y después de la pandemia.

Estas pérdidas pueden llegar a ser determinantes en el desarrollo de niños en edad prescolar. Para poner estos resultados en perspectiva, las pérdidas evaluadas en el área de lenguaje equivalen a 0,25 desviaciones estándar. Evidencia empírica levantada en Ecuador muestra que, con cada año adicional de educación de la madre, un niño obtiene un promedio 0,053 desviaciones estándar más en el desarrollo del lenguaje. Por lo tanto, las pérdidas de desarrollo en lenguaje atribuidas a los cierres de centros infantiles equivalen a restar 5 años de la educación de la madre de un niño. Si bien estos resultados son a corto plazo, es posible prever impactos duraderos en estos niños, sus familias y el país en su conjunto. Necesitamos urgentemente tomar medidas para abordar estas pérdidas de desarrollo, especialmente para los niños que actualmente viven en situaciones vulnerables.

 

Publicado en el blog del Banco Interamericano del Desarrollo (BID)

Redes Sociales

Instagram