Señor Director:

Respecto de la discusión dada en esta sección, resulta necesario aclarar ciertos puntos:

1. El informe de la FNE solo toma como base algunas comunas de Santiago y Valparaíso, por lo que no comporta necesariamente una muestra significativa de la situación del país.

2. Los aranceles de los notarios pueden ser fijados anualmente por el Presidente de la República (Ley 16.250). Los actuales no se han reajustado desde 1998, y solo experimentaron una reducción a la mitad en febrero, para las operaciones de refinanciamiento.

3. La presencia de fedatarios no implica una reducción de costos efectivos, sino la ampliación de la oferta de prestadores, porque ellos también cobrarán aranceles. Esto significa que la reforma pendiente en el Senado solo es redistributiva entre los destinatarios, pero sin ahorro ni beneficio directo para los usuarios. Lo que sí prevé es un gasto público que hoy no existe, porque este va destinado a financiar la implementación de unos nuevos repositorios digitales. Ahí donde ellos existen (como en Francia o España), su financiamiento proviene de los propios notarios.

4. La cobertura de los servicios notariales debiera considerar dos aspectos que hasta ahora no han formado parte del debate: (i) crear más oficios y reorganizar la competencia territorial de los existentes, y (ii) eliminar la exigencia de notario en muchos de los trámites para los que de verdad los usuarios concurren a una notaría. Esto implica también que la Administración deje de exigir su intervención cuando no corresponde (Leyes 18.181 y 19.088).

5. La solución a la falta de presencia de los notarios, en realidad, consiste en reformular la comprensión del oficio, como se ha hecho en Francia o como propone la ley modelo del notariado, y no en rebajar la fe pública.

6. Por último, el tema de fondo permanece sin abordar. El proyecto no se hace cargo de la protección de los datos de las personas, de la prevención del lavado de activos ni de los estándares para la implementación de tecnología, cuestiones que han estado muy presentes en el debate que se ha dado en otros países como una prioridad ineludible.

Coescrito junto a Claudia Bahamondes.

Publicada en El Mercurio.