Chile: Hacia una nueva institucionalidad fiscal

Alejandro Werner , director departamento Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) fue el invitado a la sesión inaugural del seminario Conversaciones sobre nuestro tiempo en la que  se  realizó una charla sobre institucionalidad fiscal para Chile. El encuentro fue moderado por Andrea Repetto, Senior Fellow UAI, y contó con la participación del rector UAI, Harald Beyer y los comentarios de Ariane Ortiz-Bollin, Assistant Vice President-Analyst de Moody’s y Rodrigo Valdés, académico de la Escuela de Gobierno-UC y exministro de Hacienda de Chile.

La exposición (ver video, aquí) abordó la sostenibilidad fiscal chilena y las revisiones que requiere la regla. También, examinó el rol de la Constitución respecto de la responsabilidad fiscal, y cómo cambios constitucionales en temas como la iniciativa exclusiva, la descentralización y las garantías a los derechos sociales pueden compatibilizarse con la sostenibilidad fiscal.

Werner inició su presentación diciendo que “observando desde afuera estamos viendo con gran expectativa, pero también con algo de esperanza el que Chile logre a través de este proceso un contrato social que mantenga los elementos de disciplina fiscal financiera, libre mercado y competitividad, pero al mismo tiempo introduzca elementos que profundicen el compartimiento de los riesgos sociales y el mayor compromiso con los bienes públicos por parte del gobierno. Todo esto dentro de un nuevo contrato social que mantenga estos elementos de disciplina fiscal, de disciplina de mercado, de incentivos a la inversión y a la productividad que obviamente han dado como resultado un economía chilena que en los últimos 30 años ha sido una de las economías que más crece en América Latina y que se ha aproximado a los niveles de ingreso per cápita de los países avanzados”.

El director del departamento Hemisferio Occidental del FMI, planteó su deseo de que esta discusión, por la que pasarán muchos países de la región en los próximos años, permita ver a Chile, en algunos años, de nuevo como un precursor que fije los modelos, explicando que claramente es un momento de riesgo para la región en la cual todas estas demandas sociales chocan con riesgos financieros importantes y en eso la discusión sobre la regla y la sostenibilidad fiscal en Chile es tremendamente oportuna. Werner explicó que: “El rol estabilizador de la regla viene por dos lados, primero por moverse a una meta de déficit que sea acíclico, básicamente eliminar la prociclicidad tradicional que habíamos visto en la política fiscal en América Latina y en Chile y, en segundo lugar, a través de lo que en otros países ha sido cláusulas de excepción y en Chile ha sido modificación de los objetivos fiscales ante grandes choques que han sido principalmente de índole global y externa, poder en esos momentos, obviamente, seguir una política mucho más contra cíclica, tal vez de lo que hubiese indicado el balance estructural”.

Werner continuó profundizando en este tema explicando que hay recordar que el diseño de esta regla se basaba en el supuesto de que bajo shock de magnitud normal, la política de estabilización por excelencia debería ser la política monetaria y la política fiscal debería dejar de jugar un rol procíclico, pero no contribuir a reducir la amplitud del ciclo económico: “Creo que hoy después de varias décadas de implementación de la regla y en un entorno en el cual la tasa de interés neutral en Chile es sustancialmente menor a la que era cuando se inició la regla podríamos plantear la pregunta y no sé la respuesta ¿si queremos un rol más activo para combatir el ciclo económico por parte de la política fiscal y por lo tanto una regla que se mueva en tiempos normales de una filosofía de aciclicidad a una filosofía de mayor contra ciclicidad por el lado de la política fiscal acompañando a lo que vaya a ser la política monetaria?”    

 A juicio de Werner, el comportamiento de las finanzas públicas en Chile en los últimos 15 años, desde la crisis global hasta la fecha, no es muy diferente a lo que visto en otros mercados emergentes: “expansión y luego un regreso a la normalidad tremendamente lento después de la crisis financiera global a una expansión para hacerle frente al COVID y la expectativa de que al regreso a la normalidad va a ser más lenta tal vez que lo deseable”. Planteó, además, que, si bien es lo que ha observado en la mayoría de los mercados emergentes, obviamente en el caso de Chile la preocupación se incrementa por el entorno político en el que esto está ocurriendo: “el debate del marco de institucionalidad en el caso de Chile incrementa la incertidumbre y el hecho de que Chile siempre haya sido un precursor en términos de la disciplina fiscal y que en este sentido está respondiendo de manera similar al resto y no de una mejor manera que el resto. Pero esto lo que nos dice es que Chile está a tiempo todavía, en caso de lograr un fortalecimiento, de una mejora de su marco fiscal de mediano plazo seguir apoyando a la economía en el corto plazo, pero fortaleciendo las arcas fiscales de mediano plazo”.  

Posteriormente presentaron sus comentarios Ariane Ortiz-Bollin, quien expuso brevemente sobre sus perspectivas respecto de cómo desde la clasificación de riesgos se ve la situación fiscal en el país, y Rodrigo Valdés, quien realizó un comentario a los planteamientos de Werner desde su visión de la situación actual de Chile. Finalmente, el invitado internacional dialogó con los comentaristas y respondió a las preguntas del público.

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