Hace 20 años que el 23 de abril se estableció como un día relevante para la literatura en todo el mundo. No sólo se celebra el día internacional del libro con actividades en casi todos los países, sino también se conmemora la muerte de los dos más grandes exponentes de las letras en español e inglés: William Shakespeare y Miguel de Cervantes.
A lo largo de los siglos ha existido debate sobre la real fecha de muerte del dramaturgo y poeta inglés y es que la razón por la que ambos autores no murieron el mismo día es que en esos años existía un desfase entre los calendarios de Inglaterra y España. En 1582, el Papa Gregorio XII había adelantado en 10 días el calendario, de modo que el día 5 de octubre pasó a ser el 15 del mes. Sólo Francia, Italia y España adoptaron inmediatamente el cambio, pero Inglaterra sólo lo adoptó en 1752. Por lo tanto, para los ingleses, Shakespeare murió el 23 de abril, pero para los países católicos ocurrió el 3 de mayo.
Más allá de la antigua controversia, este es un año especial porque el mundo celebra los 400 años del deceso de los que son muy probablemente las mayores figuras literarias que el mundo haya visto. Más paradójico que la anécdota del calendario resulta que estos dos grandes genios fueron contemporáneos, nunca se conocieron y murieron el mismo año, con pocos días de diferencia y no a tantos kilómetros de distancia: 1.318 si se trata de ser exactos. 1.318 en la vastedad del mundo.
Novelista, soldado, poeta y dramaturgo, Cervantes ha sido ungido con el título de máximo exponente de la literatura en español. A lo largo de estos cuatro siglos, El Quijote ha sido traducido a cada lengua imaginable, siendo sólo superado por la Biblia en cantidad de libros editados. El autor vivió hasta los 68 años, cuando en su casa, la “Casa de Cervantes”, ahí en la esquina de Francos con León en medio del madrileño barrio de las letras, el cuerpo de este genio se rindió a la diabetes que lo aquejaba.
No fue un escritor joven, su primera novela empezó a ver la luz a los 38 años cuando publicó la primera de las seis partes que tendría “La Galatea”. Sólo escribió cinco novelas y la segunda tuvo que esperar 16 años para estar terminada. Su entrañable protagonista, empezó a gestarse en los albores del siglo XVII. En 1605 se publicó la primera parte de “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”. Una década más tarde lo haría su continuación. Ha recibido cientos de títulos: la primera novela de la era moderna, el mejor trabajo literario jamás escrito, la mejor obra literaria de la historia, pero ¿Cómo definir esa genialidad? Para Jorge Cid, académico del Departamento de Literatura de la Facultad de Artes Liberales, “A través de su personaje El Quijote, Cervantes nos hizo apreciar, entre otras muchas cosas, el encanto del antihéroe y la idea sensata y oportuna que puede cobijar un rapto de aparente locura. En este sentido, el Quijote nos muestra que un gran perdedor –como él mismo lo fue desde la mirada de los personajes ajenos a su locura– puede llegar a ser un personaje entrañable, que nos permite no sólo recordar la falibilidad humana, sino que también desdramatizar temores inveterados en nuestra cultura como el miedo a perder la razón. El Quijote no parecía preocuparse por todo esto y en ese ejercicio el lector cómplice puede reconocerse un poco más libre y aceptado en su humanidad.”
Ya lo dijo Ben Jonson, poeta, actor y dramaturgo por esos mismos días: “Shakespeare no pertenece a una sola época, sino a la eternidad”. Hay quienes dicen que superó la genialidad de Cervantes, que es el más grande escritor de la historia, la mayor figura de la literatura, que nunca nadie ha sido capaz de sobrepasar la fama internacional que Shakespeare logró alcanzar. Independiente de los títulos, la prolífica obra que llegó a crear en sus 52 años es de un innegable valor: 154 sonetos, 38 obras de teatro, 2 poemas y algunas de las líneas más famosas jamás escritas. Nació y murió en Stratford upon Avon, a 164 kilómetros de Londres, la capital donde desarrolló parte de su carrera, primero como actor y luego como escritor y socio en la compañía teatral “Los hombres de Lord Chamberlain”. Lo poco que se sabe de su vida privada ha llevado a crear un imaginario colectivo de especulaciones varias acerca de su aspecto físico, creencias religiosas, tendencia sexual o si su nutrida obra había o no sido escrita por él. Michelle Prain, profesora del Departamento de Literatura en el Campus Viña del Mar de la UAI, comenta: “Es indiscutible el valor trascendente y universal de la literatura de Shakespeare, visible a través de personajes en los que podemos reconocernos como seres humanos, pese a la distancia temporal que nos separa de él. Quizá por eso sus obras y su figura histórica han sido llevadas al cine tantas veces y con tanto éxito. Junto a su grandioso legado a las letras a través de la poesía y del drama, no podemos dejar de lado su aporte al teatro como actor y empresario del rubro. The Globe, teatro construido en 1599 junto al río Támesis en Londres, acogió a la compañía de Shakespeare Lord Chamberlain’s Men, llamada así en honor a su mecenas. En este espacio nacieron obras como Rey Lear, Julio César, Macbeth, Hamlet, Otelo, entre otras. The Globe tiene programado un sinnúmero de eventos que conmemoran los 400 años de la muerte del poeta nacional de Inglaterra, rindiéndole tributo a su figura, pero además, reconociendo a otros grandes del teatro que partieron ese mismo año: su par Miguel de Cervantes, el empresario del teatro Philip Henslowe y los dramaturgos Francis Beaumont y Tang Xianzu, de China”.
Las celebraciones para homenajear a los dos grandes genios literarios de la Europa del siglo XVII comenzaron hace meses en todo el mundo. En Chile este viernes 22 y el domingo 24 la versión dirigida por Héctor Noguera de la comedia Sueño de una Noche de Verano será exhibida en el Teatro Municipal de Las Condes y de martes a sábado entre el 29 de abril y el 14 de mayo en el Teatro UC.
La Biblioteca UAI no quiso desmarcarse de esta celebración de la literatura universal y organizó muestras con la vida y obra de ambos autores en las bibliotecas de pregrado; el tributo a Shakespeare está instalado en el Campus Viña del Mar, mientras que en el Campus Peñalolén se homenajea a Cervantes.
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