Con miras a generar propuestas para enfrentar la crisis del Covid-19, se llevó a cabo el lanzamiento de “Hacia un sistema de donaciones integrado y pluralista”, estudio realizado por el centro de estudios Horizontal en base al recientemente publicado “Hacia un nuevo marco legal para las donaciones en Chile” de autoría del CEFIS. El documento fue presentado por el investigador Alfonso España y comentado en un panel compuesto por Magdalena Aninat, directora del CEFIS, Javiera Parada, integrante de Un Camino Posible, y el director ejecutivo de Fundaciones Hogar de Cristo, Juan Cristóbal Romero.

Durante su presentación, España aseguró que el actual marco regulatorio para la filantropía en Chile representa un amplio costo de entrada para incentivar el desarrollo filantrópico, principalmente debido a las decenas de normas existentes y a los complejos procedimientos para que las organizaciones puedan constituirse como donatarias autorizadas, entre otras razones, concluyendo que además de disperso, el sistema chileno es excluyente.

Juan Cristóbal Romero expresó que las organizaciones de la sociedad civil reflejan la pluralidad de la sociedad y constituyen una plataforma desde donde crear soluciones y tender puentes entre distintos actores. Además, comentó que a pesar de que en Chile existe un gran ecosistema de organizaciones de la sociedad civil, sólo el 15% de sus ingresos proviene de aportes filantrópicos y el resto del Estado o de fuentes propias, planteando que esto supone un riesgo para la continuidad de las organizaciones en escenarios económicos complejos como el actual. De este modo, concluyó que; “el fortalecimiento de la sociedad civil se va a lograr a través del desarrollo de una legislación adecuada que favorezca y estimule las donaciones. El marco actual está obsoleto, es parcial y limitante”.

Javiera Parada enfatizó la necesidad de contar con un Estado eficiente que esté presente en la vida de las personas a través de servicios y derechos universales y que no sólo reaccione ante la emergencia, pero manifestó que éste no tiene la capacidad ni debe estar en todos los ámbitos de la vida, resaltando el rol de la filantropía como fuente de ingreso para organizaciones que impulsen áreas como innovación, investigación o desarrollo de políticas públicas. Si bien reconoció que en la centroizquierda ha habido temores frente a la filantropía porque “pareciera que sirve para lavar imagen y evadir impuestos cuando no es así si es que hay buenos sistemas que la regulen”, ésta es necesaria para ayudar a generar mecanismos sociales y comunitarios que contribuyan a la convivencia y a la creación de una cultura de interés y cooperación recíproca.

Magdalena Aninat, por otro lado, destacó el estudio y la mirada otorgada al tema por Horizontal, asegurando que tanto la pandemia, como el estallido social iniciado en octubre de 2019, evidenciaron la necesidad de mayor participación en los bienes y discusiones públicas. En ese contexto, para la directora del CEFIS, las organizaciones de la sociedad civil no deben competir con el Estado. Enfatizó así la necesidad de un Estado que provea de manera justa los bienes públicos y una sociedad civil capaz de desplegar su potencial en la provisión de estos bienes, procesos que deben ser incluidos en la agenda de modernización del Estado, apuntando a entender la filantropía no sólo como el aporte de recursos, sino también como un espacio de participación.

Finalmente y en referencia a los cambios necesarios para perfeccionar el sistema de donaciones en Chile, los panelistas coincidieron en que uno de los mayores obstáculos en el país, es la falta de confianza generalizada en instituciones, empresas y personas. Asimismo, se mostraron de acuerdo con lo planteado por Horizontal; la necesidad de unificar y simplificar los sistemas, así como también avanzar en reportabilidad, en el establecimiento de endowments para fortalecer el desarrollo y autonomía de las organizaciones de la sociedad civil y la importancia de avanzar hacia una ley general de donaciones, enfatizando principalmente la necesidad de generar más transparencia para generar más confianza entre los ciudadanos y especialmente entre quienes ven con sospecha la filantropía.

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