En su trabajo como profesor de filosofía en un colegio de Colina, Guillermo Eguiguren, Licenciado en Letras con mención en lingüística y literatura, y Licenciado en Filosofía PUC, y actualmente alumno del Magíster en Filosofía Política y Ética UAI, comenzó a evaluar la posibilidad de realizar un programa de postgrado para formalizar sus conocimientos. “Siempre estaba estudiando y leyendo sobre filosofía, por lo que un día me decidí a buscar un magíster que se adecuara a mis necesidades”, comenta el profesional. Así fue como, después de investigar la oferta académica disponible, conoció al profesor Miguel Saragueli, experto en el filósofo Carl Schmitt, en uno de los seminarios que dictaba.

“Le conté que había visto las mallas de algunos programas, pero que no me satisfacían porque eran muy generales y yo estaba buscando algo más acotado a política y ética. Y ahí me contó sobre este magíster, que justamente estaba enfocado en estos temas y que abriría su primera versión en 2017. Si bien el hecho de que fuera nuevo me hizo dudar al principio, al final me convencí porque vi el plantel de profesores, todos de gran reconocimiento, y la malla era muy ad hoc a lo que yo buscaba”, explica.

El magíster duró tres semestres de clases, y actualmente está en proceso de tesis. Según cuenta el alumno, el programa se inició con ramos ramos sobre las grandes matrices de la filosofía política y la ética, lo cual le sirvió para repasar y profundizar en algunos contenidos, y posteriormente comenzaron  de autores y seminarios monográficos. “Sin duda que estudiar y trabajar al mismo tiempo es muy difícil. Pero yo tuve mucha suerte, ya que como soy profesor de filosofía en un colegio, varias de las materias que iba aprendiendo en el magister las impartía después en mis clases. Y esto me ayudaba a repasar lo visto”, recuerda el docente.

Un gran aprendizaje

El licenciado resalta que el grueso de los alumnos del magíster no provenía de filosofía o humanidades (historia o literatura), lo que enriquece con una pluralidad de perspectivas a las clases. Además, la mayoría de ellos había efectuado el Magister en Artes Liberales de la UAI. “Esto por supuesto que les daba un cierto ‘background’ en argumentación, pensamiento crítico y conocimientos culturales, lo cual hacía más interesante el programa”, asevera.

Dado que su principal objetivo con este magíster era llenar un vacío que tenía en temas de política y ética asociados a la filosofía, lo primero que destaca es que esto se logró a cabalidad.

Y como siempre le ha gustado investigar, estudiar y aprender, el magister le permitió consolidar muchas habilidades de investigación, y le mostró un camino de cómo se hacen las cosas.

El profesional valora, también, los comentarios que a lo largo del magíster hicieron algunos profesores a sus trabajos, “esto me sirvió mucho, ya que me permitió saber si estaba bien, si me faltaba algo y, en definitiva, qué aspectos debía mejorar”, afirma el alumno.

En este sentido, destaca la experiencia y prestigio del plantel docente, “todos expertos en sus materias, con doctorados y publicaciones relacionados con los contenidos que enseñaban”, comenta.

Participando en un proyecto Fondecyt

Elegir el tema de su tesis no fue fácil, ya que tenía muchas ideas en la cabeza. Sin embargo, cuenta que un día, al término de una clase, el profesor José Luis Widow le propuso ser ayudante suyo en un proyecto Fondecyt (Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico) sobre transhumanismo (biomejoras que se les puede hacer a los seres humanos). “La idea era que yo le compartiera informes sobre las publicaciones asociadas al tema, y que hiciera la tesis de eso. Por supuesto que lo tomé como un incentivo, y lo acepté. El tema general era transhumanismo, y el específico se refería a las mejoras morales, como podrían ser las modificaciones biológicas para que las personas sean más justas, responsables, empáticas, etc.”, explica Guillermo.

Según cuenta, el foco desde el cual lo estaba abarcando el académico era desde la libertad y el determinismo, es decir, normalmente entendemos que para ser personas moralmente responsables, tenemos que ser personas libres. “En este contexto, la pregunta que se quiere responder es si con estas mejoras se resta un poco esa libertad y, por ende, si es apropiado hablar de mejora ‘moral’”, especifica.

Actualmente, el alumno señala que el tema lo enfocó en libertad y responsabilidad moral, abstrayéndose del transhumanismo mismo, y quedándose con el tema metafísico de la libertad, determinismo y su relación con la responsabilidad moral.