“Este diplomado es una experiencia de vida”

18 de Febrero 2020 Entrevistas Postgrados UAI

Javier Aguirre siempre tuvo una fuerte inquietud espiritual, lo que lo llevó a realizar una búsqueda por distintas prácticas, hasta que llegó a la meditación zen. Ahí, el periodista encontró un espacio de tranquilidad, las respuestas que buscaba y también conoció a personas que lo introdujeron al mindfulness.

Al comenzar esta práctica comprendió que podía compartir con más personas los beneficios personales y emocionales que el mindfulness le estaba trayendo. Él se sentía bien y a la vez, generaba cosas positivas en su entorno directo. Paralelamente, se dio cuenta que el periodismo no era su lugar y tras varios años trabajando como editor en una agencia de noticias mexicana, decidió cambiar su rumbo, iniciando sus estudios en la carrera de Psicología.

En esta búsqueda, Javier llegó al Diplomado en Mindfulness Relacional y Prácticas del Bienestar de la Escuela de Psicología UAI, que conoció desde sus primeras versiones pero que no había tenido la oportunidad de cursar. “La mejor recomendación en ese momento fue saber que Claudio Araya era su director, pues en ese entonces no conocía al resto del equipo”, comenta el profesional.

Javier entró al programa y desde el principio le causó una gran sorpresa encontrarse con todo el cuerpo académico participando en ella. De inmediato, evidenció una visión colaborativa de la formación, metodología que se mantuvo durante el resto del programa. “Me llamó mucho la atención que vieran la formación como algo colaborativo, así como el enfoque relacional que tenía el diplomado”, enfatiza.

Además, destaca que en otras formaciones sólo se centran en aprender a entrenar tu atención. “La dimensión relacional está en mirarse a uno mismo y conocerse, pero la dirección de ese trabajo es para ayudar a los demás”.

El egresado destaca lo experiencial del diplomado que, más allá de lo estrictamente académico, tiene un fuerte componente emocional y relacional, permitiendo aprender a conocerse a uno mismo y a mejorar la forma de relacionarse con los otros. “Es un regalo, es un año completo en donde semana a semana caminas y haces un viaje de interiorización compartida, te sientes escuchado y vas floreciendo junto a los demás”.

En esa línea, señala que el diplomado es “una herramienta de vida. Tú vas, aprendes, lo vives y luego lo integras en tu día a día. Es una experiencia impagable que te puede cambiar la vida si lo asumes con compromiso”.

Compartir el mindfulness con los más pequeños

Un hito en la vida de este profesional fue la espera de su hijo. Junto a esta bella noticia, comenzó a gestarse también en Javier y en su esposa la inquietud por enseñar esta práctica a los más pequeños. Es así como empezó a asistir a diversos talleres de formación en mindfulness infantil. Con ello, comenzó a impartir clases a domicilio, en el contexto de su proyecto denominado Mindfulness4Kids, un programa sistematizado y diseñado para compartir y difundir el mindfulness a niños entre 5 y 12 años, basado en el método de Eline Snel.

El seguir especializándose, el profesional inició talleres grupales, llegando a dictarlos en un colegio de la comuna de Providencia, lugar en el que trabajó esta técnica con niños de primero y segundo básico.

“Ha sido toda una sorpresa, porque los padres buscan que sus hijos participaran en nuestros talleres no tanto para mejorar su atención y concentración en el colegio o para mejorar su conducta, sino más bien, para aprender a vivir su mundo interior de una manera más amable, conociendo y aceptando sus emociones, lo que constituye la base de toda regulación emocional”, expresa Javier.

Para él, el diplomado fue una verdadera experiencia: “Más allá de lo que vimos en la teoría, está lo que vivimos en la práctica”, apunta, destacando que, además de entregar un saber, el diplomado enseña con su forma de ser y de abordar la enseñanza de esta práctica. “Como facilitador de mindfulness, esto me ayudó mucho. Estaba muy atento al trabajo colaborativo, a la forma de dimensionar y hacer las cosas”.

Tras finalizar este diplomado, Javier Aguirre decidió continuar con el Magíster en Mindfulness Relacional y Compasión impartido por la Escuela de Psicología y hoy, luego de haber aprobado todas las asignaturas, se encuentra trabajando en su proyecto de investigación y/o aplicación para obtener el grado de magíster.

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