Patricio Durán gana prestigioso premio en EE.UU por investigación sobre empresas familiares

18 de Julio 2017 Noticias

Compiten académicos de todas partes del mundo, y hasta ahora, nunca un investigador chileno había obtenido el reconocimiento Family Firm Institute Best Unpublished Research Award, así como tampoco ningún académico de Latinoamérica había sido distinguido en la cena de gala que el prestigioso centro de Estados Unidos realizará en octubre, en Chicago,  para reconocer los mejores trabajos del año.

Patricio Durán, profesor de la Escuela de Negocios de  la Universidad Adolfo Ibáñez,  es el primero es obtener este galardón, gracias a su trabajo “The Family-Legitimizing Environment: A key determinant of family-controlled firms’ prevalence, strategy, and profitability. Esta investigación fue desarrollada junto a otros destacados académicos pertenecientes a University of South Carolina, University of Notre Dame, Erasmus University y el IESE.

La investigación

Las empresas familiares son actores relevantes a nivel global, pero su prevalencia, estrategias y desempeño difiere entre países. “El paper habla de los factores que llevan a que ciertos países obtengan mayor legitimidad con respecto a las empresas familiares. Es decir, qué factores culturales llevan a que en un país en particular, las empresas familiares como organización sean altamente legítimas ante los ojos de la sociedad,” explica Patricio. 

¿Por qué es esto importante? “En un país donde tenga alta legitimidad, la empresa familiar vive en un contexto local que le permite incrementar su rentabilidad. Por el contrario, si la empresa familiar está ubicada en un contexto donde la sociedad las mira con más sospechas, la empresa familiar reduce su rentabilidad,” explica el profesor, quien continúa: “En aquellos países donde son más aceptadas, pueden obtener recursos más fácilmente. En el sistema bancario, en el financiero, va a ser más fácil pedir un crédito, o tocar la puerta de un stakeholder para que escuche, o ir al gobierno para que te escuche, pues se es un ente reconocido.”

Este concepto de legitimidad fue medido en 83 países a través de un nuevo índice de carácter formativo, con información extraída de varias fuentes y validado por un panel independiente de 59 académicos ubicados en 25 países. A través de varios modelos econométricos, se comprobó que en aquellos países con un alto índice de legitimidad de la empresa familiar, “las empresas familiares son más prevalentes en tales mercados, dado que la sociedad acepta que sean empresas familiares quienes controlen una gran parte de la riqueza.” Este índice puede ser actualizado cada 4 años.

Factores culturales que ayudan a la legitimidad de la empresa familiar

 El índice mira principalmente si los valores y la cultura de una cierta sociedad están orientados a los mismos valores que tienen las compañías familiares. En base a eso se distinguen 5 dimensiones:

 

  • Valores orientados a la sobrevivencia intergeneracional: Captura un contrato implícito entre las generaciones para promocionar la longevidad de las empresas familiares.

 

  • Cultura orientada hacia la continuidad: Captura el nivel de identificación con la historia y el pasado en la administración de empresas familiares.

 

  • Relaciones basadas en redes: Captura la relevancia del capital social a nivel de comunidad para las empresas familiares.

 

  • Solidaridad dentro del grupo: refleja la primacía de las empras familiares como un vehículo de intercambio económico, en sociedades en las cuáles el radio de confianza y cooperación de grupos tiende a ser baja.

 

  • Dominación patriarcal: Describe cómo las empresas familiares son un instrumento para sostener disparidades de género en la distribución del trabajo y recompensas a través de la construcción de política por parte de la cabeza familiar/empresarial.

Si en un país por ejemplo como Chile, la mayoría de las personas estamos orientados hacia la familia y nos sentimos responsables del cuidado de nuestros hijos y los hijos responsables del cuidado de los padres, podríamos decir entonces que estamos en un contexto en la cual la empresa familiar flota de manera natural. Pero si estamos en un contexto donde los hijos no están obligados moralmente a cuidar de sus padres, entonces es un contexto en la cual las empresas familiares tienen menos sentido en la configuración de negocios de ese país.”

Resultados del índice

Nigeria, Emiratos Árabes, Bangladesh, Tanzania, Mozambique, Kenia, Cabo Verde, Egipto, Malasia, Pakistán, Turquía, Uganda, Ghana y Camerún lideran la lista de los países en que las empresas familiares tienen alta legitimidad.

Nueva Zelandia, Dinamarca, Suecia, Holanda, Australia, Francia, Reino Unido, Canadá y EE.UU, son los países, en cambio, donde las empresas familiares cuentan con baja legitimidad. 

“Los primeros lugares en el índice son países asiáticos y medio oriente. Los asiáticos son mucho más orientados a la familia que nosotros. En Chile, por ejemplo, no tenemos tan clara la responsabilidad hacia los padres como los asiáticos. Tenemos clara nuestra responsabilidad hacia nuestros hijos, a quienes incluso les pagamos la Universidad. En Estados Unidos esto no es así,” explica Patricio Durán.

¿Cómo está Chile?

En el caso de nuestro país, es tal la relevancia de las empresas familiares que en torno al 70% de las empresas que integran el IPSA de la Bolsa de Comercio de Santiago están controladas por familias y con promedios que superan el 50% de la propiedad. ¿Cómo se explica la diferencia existente entre países? Durán revela un nuevo concepto: medioambiente de la legitimidad de la empresa familiar. “La pregunta es en qué contextos las empresa familiar es legítima ante los ojos de la ciudadanía en su conjunto. Hablamos de stakeholders, el gobierno, los empleados, etc. Lo que hemos comprobado es que a medida que se incrementa la legitimidad de la ciudadanía con respecto a este tipo de empresas se acepta que la empresa familiar es un ente normal; la empresa familiar gana cierta ventaja competitiva que les permite desarrollar ciertas estrategias que en un mundo en que no tienen legitimidad no harían.”

Chile aparece en el puesto número 48, es decir, está dentro de los países donde la empresa familiar cuenta con alta legitimidad, pero al final de esa parte de la lista, es decir,  casi justo en el medio. Esto para Durán es muy interesante,  pues refleja el desafío que tienen las empresas de  comenzar a estar más abiertas a lo desconocido, a grupos desconocidos,  a generaciones que son más ajenas a ella. “La empresa familiar grande está pensado en el mercado global y no sólo local. Entonces, esa empresa chilena, que estaba muy protegida en el contexto social chileno de alta legitimidad, ¿cómo gana legitimidad en mercados globales? Tratando de cambiar sus prácticas organizacionales para atraer la atención de esas personas, porque una empresa chilena cuyo capital es principalmente social y luego va a hacer negocios a un país nórdico, debe entonces legitimar sus prácticas”.

La posición en que está Chile se debe a dos factores: un factor que es estático o estable, ya que es muy difícil que los chilenos dejen de pensar en la familia como algo importante, pero al mismo tiempo, hay otros factores que van cambiando cada año en que la meritocracia gana terreno para pensar en crecimiento. “Una empresa familiar, que tenga valores familiares dentro de su cultura organizacional, que cuide a sus empleados como si fueran parte de la familia y además les da acceso a personas talentosas para que crezcan dentro del negocio, es el mejor escenario de negocios en Chile. Acá cuesta cada vez más ganar plata solamente por tu capital social, tienes que demostrar que eres hábil para administrar tus negocios que cada vez  son más globales.”

Por eso es mismo es que la estructura de las empresas familiares chilenas ha ido cambiando: “Las empresas familiares que son grandes, que transaccionan en el mercado, tienen una serie de protocolos. La primera línea gerencial está sujeta a ciertas condiciones si es que los mismos familiares quieren entrar a la compañía, por ejemplo, tienen que haber trabajado fuera de la compañía un buen tiempo, tienen que tener estudios de postgrado fuera de Chile, tienen que haber demostrado que son muy buenos profesionales fuera de la empresa familiar.”

¿Cuál escenario es mejor para un país que busca innovar?

En los países en que las relaciones de negocios están basadas más en la calidad del producto que en quien tú conoces, tienes que competir constantemente en mejorar tu producto, es decir, ser más innovador. En cambio, en los países en que las relaciones de negocios están más basadas en quien conoces, la calidad no es tan importante como a quien conoces para poder vender tu producto, entonces, hay menos motivación para innovar. “Si hay menos innovación, menos posibilidad que las empresas tengan más ventas y crezcan,  por lo tanto se reduce el crecimiento económico.”

Ahora, la situación difiere si lo que se está buscando es estabilidad laboral: “Las empresas familiares por naturaleza, tienden a proteger más a sus empleados o a darle beneficios más a largo plazo.”

Sobre el Investigador

Patricio Durán es Ph.D in Business Administration, International Business, University of South Carolina.  Si bien su interés por el mundo académico nació en su etapa de estudiante universitario de pregrado (fue ayudante de numerosas materias) una vez egresado quiso conocer la experiencia de trabajar en una multinacional. “Una multinacional es una organización muy diferente a la que puedes encontrar en otro tipo de empresa. La idea de administrar un grupo de gente de distintas culturas, me llamaba mucho la atención.” Su vida profesional comenzó en General Electric, empresa que le dio la oportunidad de vivir en Brasil y Puerto Rico. Tras la crisis subprime del 2008, Patricio regresó a Chile  donde muy pronto comenzó a trabajar en MatrixConsulting, donde le tocó mucho contacto con empresas familiares grandes. “Ahí comencé a entender dos cosas. Uno la diferencia de trabajar en una empresa familiar chilena versus una multinacional como General Electric: son dos tipos de configuraciones de negocios, dos tipos de lógica de tomar decisiones, y además, dentro de la empresa chilena, la diferencia de trabajar en una empresa controlada por una familia.” El trabajo en la consultora le permitió darse cuenta, dice, que muchas veces las decisiones de las familias no coincidían con la formación académica de Ingeniería Comercial, en la cual los factores económicos y financieros pesaban. “En la empresa familiar, además de estos factores, pesan otros, como los factores sociales y personales, que a mí me costaba mucho entender,” explica.

Al momento de decidir algún estudio de postgrado para seguir avanzando en sus metas profesionales, Patricio se fue a estudiar un doctorado a la Universidad de South Carolina. “Me fui para allá porque tienen un programa de Negocios Internacionales muy bueno, su nicho es ese, y son reconocidos mundialmente por eso. Estudié un doctorado en Negocios Internacionales y allá fue cuando decidí mezclar el tema de Negocios Internacionales con empresas familiares, ya que conocía muy bien ese contexto.” Una vez en Chile, aterriza directamente en el mundo académico. Y desde la experiencia de haber vivido en tres mundos (multinacional, consultoría  y academia) Patricio dice que se sienten encantando con este último. “Yo la buscaba porque te permite hacer lo que más te gusta hacer. En las organizaciones estás restringido a la oportunidad que te dan. En la academia, tú buscas lo que quieres hacer y eso para mí es fundamental. Manejas tu tiempo, investigas los temas que te gustan y como soy curioso, destinar tiempo a mis propios intereses y curiosidad es invaluable. Lo mejor de la investigación, dice,  es que es una forma de desarrollar un espacio para que la curiosidad se pueda manifestar. “En el mundo laboral me iba bien, y económicamente también,  pero nunca sentí la satisfacción que siento cuando hago una nueva clase o publico un artículo, son retribuciones no monetarias que llenan harto. Me encanta cuando en programas de estudio de otras universidades, mis papers están dentro de los que tienen que leer, ahí me doy por pagado.”

¿Una curiosidad? Dice que los papers que mejor le han resultado han sido casi por suerte, por lo que en investigación llaman serendipity. “Es cuando estás leyendo literatura en un paper en particular y aparece algo que te llama la atención. Es bien intuitivo, uno se cuestiona cómo es que nadie lo ha detectado antes y eso pasa porque mientras uno más sabe, más dudas tiene.”

Patricio se especializó en estudiar la intersección que existe entre instituciones, gobierno corporativo y estrategias de negocios.  Dentro de instituciones, estudia tanto las regulaciones de los países como su cultura, para luego  ahondar en cómo esas instituciones y distintos factores afectan la configuración de gobiernos corporativos de las empresas en cada país y sus estrategias. “Dentro del gobierno  corporativo, la empresa familiar es uno de los sujetos que he puesto más atención, pero también estudio temas de empresas estatales,  negocios internacionales y estrategia global.

Recientemente, Patricio Durán fue nombrado director académico del programa CEMS Master of Science in International Management, lo que lo llena de orgullo. “CEMS es una organización con mucho prestigio en el mundo, cuyos estudiantes son de muy buen nivel y tiene un fin muy particular: formar a profesionales para trabajar en multinacionales o con visión global, es un perfil raro y difícil de encontrar en el mercado. Que la UAI tenga este programa es muy satisfactorio,” dice. ¿Su desafío como director?  “Seguir el excelente trabajo realizado por el antiguo director, Gonzalo Islas, y profundizar la vinculación con el el medioambiente empresarial.”

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