El 2 de junio se conmemora el Día Mundial de Acción por Trastornos de la Conducta Alimentaria, iniciativa creada por Academy of Eating Disorders (AED) y promueve la incorporación de los países para visibilizar el tema de trastornos alimentarios, “si bien no es un asunto de salud pública en muchos países, es un tema que si hay que hacer intervención, ya que implica muchos gastos y a nivel de gobierno debieran existir políticas al respecto. En Chile no hay programas gratuitos o accesibles para personas con bajo recursos con trastornos alimentarios” señala Claudia Cruzat, directora del Centro de Estudios de la Conducta Alimentaria (CECA).
Los trastornos propiamente tal, expuestos en el Manual de Diagnóstico Psiquiátrico son Anorexia, Bulimia y Trastorno por Atracón, entre otros, la obesidad es considerada una enfermedad y no entra esta categoría. Claudia explica que hay que ampliar la mirada y proponer trabajos preventivos ya que Chile pasó de ser un país con desnutrición infantil a obesidad infantil en 40 años.
El informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un 63% de la población adulta en Chile padece de obesidad. En cuanto a niños, un 7,2% de los menores de 5 años viven con sobrepeso, siendo 6,2% el porcentaje promedio mundial.
Ante este escenario, Claudia explica que en Chile la tendencia actual muestra un aumento en trastornos alimentarios en todas las edades, desde niños muy pequeños hasta hombres, “En CECA investigamos con población normal y descubrimos que el 100% de las mujeres tienen algún nivel de insatisfacción en su cuerpo. Y los niveles de insatisfacción están altamente relacionados con los trastornos alimentarios, entonces ahí hay un tema” expone Claudia Cruzat. El trastorno en niños está muy relacionado a la inconformidad de las madres “hay personas con cuadros subclínicos, que presentan los síntomas pero no necesariamente tienen el trastorno, si tienes una mama que todo el día se preocupa de lo que engorda o no, y ven que solo come lechuga y están todo el día escuchando lo mismo” señala la profesora de Psicología.
Actualmente existen instituciones que se enfocan en visibilizar el tema del trastorno alimentario, con el fin de que sea tema de salud pública, “los tratamientos multidisciplinarios son muy caros, vas a psicólogo, psiquiatra, nutricionista, nutriólogo, kinesiólogo, y como no es tema de salud pública, nadie te ayuda” cuenta Claudia.
El Centro de Estudios de la Conducta Alimentaria de la Universidad Adolfo Ibáñez (CECA), cuenta con un centro de especialización pensando en personas con escasos recursos, y busca crear un equipo multidisciplinario a precios accesibles, “nuestro objetivo tiene que ver con generar mayor accesibilidad a pacientes con menos recursos, porque sabemos que los tratamientos son carísimos, porque implica si o si un tratamiento multidisciplinario. La idea es genera un espacio de atención mucho más accesible” dice Claudia.
Para acceder a tratamientos y consultas, la coordinación se hace directamente a través del CEAP UAI ingresando aquí.