400 días de pandemia. Las lecciones del COVID-19 para la filantropía regional

21 de Abril 2021 Noticias
400 días de pandemia. Las lecciones del COVID-19 para la filantropía regional

Directora del CEFIS participó de encuentro latinoamericano organizado por la revista británica Alliance e instituto IDIS de Brasil.

Además de los millones de enfermos y los más de 800 mil muertos hasta el momento, la pandemia del Coronavirus ha generado serias implicaciones socioeconómicas para la región, con los índices de pobreza, desigualdad y desempleo creciendo aceleradamente. Un estudio publicado recientemente por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que el retroceso en superación de la pobreza en el continente será de 12 años (y de 2 décadas en pobreza extrema), lo que agudizará aún más las brechas estructurales de la región.

Por otro lado, la filantropía es un sector más bien nuevo a nivel regional; más de la mitad de los grupos filantrópicos del continente han sido fundados durante las últimas dos décadas, acelerándose aún más tras la llegada del Coronavirus a la zona. Sólo en 2020 se movilizaron casi 600 millones de dólares en donaciones para hacer frente a la crisis en el continente. Ante este cambiante escenario, cabe preguntarse qué viene en adelante para el sector en la región. Para conversar de este y otros temas y como parte de las celebraciones en torno a sus 25 años, la revista británica Alliance junto al Institute for the Development of Social Investment (IDIS) de Brasil, organizaron el conversatorio “El futuro de la filantropía en América Latina”. En el encuentro virtual llevado a cabo el martes 20 de abril – al que se conectaron más de 300 personas – fueron invitadas Magdalena Aninat, directora del CEFIS UAI, Carolina Suárez, CEO de la red de inversión de impacto Latimpacto (Colombia), Inês Mindlin del Betty and Jacob Lafer Institute (Brasil) y Paula Fabiana, CEO de IDIS, quienes expusieron sus visiones y reflexiones.

Luego de las palabras de bienvenida de Elika Roohi, editora digital de Alliance, Fabiana dio una breve introducción del panorama regional, comentando que de acuerdo al World Giving Index 2019, que estudia el comportamiento filantrópico de 126 países, Chile se posiciona como el más prominente de la región, ubicándose en el lugar 41 a nivel global. La representante de IDIS destacó que los grandes temas que mueven los aportes en la región son educación, equidad de género, equidad racial y medioambiente, relevando además el rol que las organizaciones de la sociedad civil han jugado a lo largo de la pandemia del Covid-19, ya que fueron las primeras instituciones en reaccionar y alcanzar a los más vulnerables del continente, seguidas de donantes y corporaciones quienes realizaron aportes sin precedentes para paliar los efectos de la emergencia. Respecto a las tendencias que observa en la región, mencionó el interés por medir los resultados del impacto social y la aparición de una nueva generación de filántropos enfocados en atender las necesidades de las comunidades locales.

Inês Mindlin, por otro lado, comentó que si bien durante las últimas décadas Brasil ha trabajado en la construcción de una estructura filantrópica, logrando que se valoren las donaciones, ve con preocupación el delicado presente que vive el país, ya que mientras se observan grandes retrocesos en reducción de la pobreza, el valor de la sociedad civil se está viendo atacado, por lo que el sector debe trabajar para fomentar iniciativas que sean capaces de revertir estos retrocesos. Al mismo tiempo, destacó el rol de las nuevas generaciones de filántropos, enfocados en el impacto y en contar con modelos de negocios consistentes, tendiendo hacia la inversión de impacto y a los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). La representante del Lafer Institute, valoró que la pandemia haya puesto un foco en la filantropía, pero asegura que aún queda espacio para ampliar la participación de la sociedad en el sector, sobre todo en lo que se refiere a donaciones individuales, enfatizando que su desafío personal es “lograr que las elites sean más protagonistas de los cambios que queremos ver”.

Más adelante, Carolina Suárez entregó su visión desde la Filantropía de Riesgo (Venture Philanthropy) a través de su rol en Latimpacto, comunidad latinoamericana de filántropos e inversionistas sociales fundada en abril de 2020, que conecta y moviliza capital ─ humano, intelectual y financiero ─ para generar impacto positivo a nivel social y ambiental, promoviendo el intercambio de conocimiento y conexiones para una mejor colaboración. Suárez comentó que ve en la filantropía regional ánimos de avanzar hacia un desarrollo más estratégico – lo que se ha visto acentuado a raíz de la pandemia – con más actores participando y tomando mayores riesgos, comprometidos además con impulsar el impacto social y medioambiental por sobre el retorno financiero.

Finalmente, la directora del CEFIS UAI, constató que la pandemia está impactando tanto el presente como el futuro de la filantropía latinoamericana, ya que para salir de la crisis serán necesarias soluciones efectivas que no podrán ser atendidas únicamente por los gobiernos de cada país. Frente a esto, enfatizó que “la filantropía debe ser un jugador importante en la recuperación sostenible”, por lo que es necesaria una reflexión en torno a las necesidades del sector para mejorar sus prácticas, permitiendo el florecimiento tanto el ecosistema filantrópico, como de la sociedad civil en su conjunto. Además, si bien destacó el crecimiento que la filantropía ha tenido en el continente durante las últimas décadas, estima que hay tres grandes desafíos para la región en el futuro cercano: en primer lugar, proveer financiamiento a las causas fundamentales, para así lograr tener comunidades más resilientes ante eventuales nuevas crisis; en segunda instancia, lograr una mayor colaboración tanto dentro del sector como con otros actores y finalmente abogar e invertir en un marco legal que facilite el rol de la sociedad civil y promueva las donaciones, concluyendo que “La ley debe facilitar las donaciones e incorporar nuevas tendencias, como inversión de impacto o contratos de impacto social. Necesitamos más filantropía pero también más infraestructura organizacional que pueda aportar con soluciones a estos desafíos”.

Al cierre del encuentro, las panelistas valoraron positivamente las iniciativas colectivas que han surgido para hacer frente a la pandemia de forma colaborativa, mostrándose optimistas respecto del futuro del sector filantrópico en la región, enfatizando eso sí, que para seguir creciendo tanto a nivel regional como local, el sector se tiene que desarrollar como un todo, con una mirada y un enfoque sistémico.

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