Cada miércoles, cuando cae la tarde y comienza a oscurecer, un grupo de alumnos se prepara para descubrir el universo desde las terrazas del Edificio Talleres del Campus Peñalolén. Para ello utilizan telescopios, binoculares e incluso sus celulares, con los cuales ya han podido observar Júpiter y sus cuatro lunas más importantes: Ganímides, Calixto, Europa e Ío. La experiencia, única y sorprendente, es parte de la  clase práctica del “Taller de observación astronómica” que imparte el profesor de Ingeniería, Hugo Caerols, a estudiantes de distintas carreras de la UAI y que se realiza por primera vez en la universidad con el apoyo de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE).

El taller, que también incluye clases teóricas para que los alumnos conozcan la astronomía desde una perspectiva histórica, se extenderá durante todo el segundo semestre.

“Este curso tiene varios objetivos. Uno de ellos es poder responder las preguntas que históricamente nos han llevado a comprender mejor nuestro universo como, por ejemplo, ¿por qué el centro de nuestro sistema solar está en el sol y no en la tierra? Para responder a esta pregunta, Galileo se basó en una serie de observaciones para justificar sus afirmaciones que defendieron la teoría Heliocéntrica”, explica el profesor Caerols.

¿Qué trayectorias describen las estrellas en el cielo?, ¿Dónde está la estrella más cercana a nuestro sol?, ¿A qué se deben los signos del zodiaco? Son algunas de las preguntas que se generan y discuten clase a clase desde un punto de vista científico. Y, los resultados -sostiene el profesor de Ingeniería- han sido excelentes en cuanto al interés de los alumnos por participar y aprender. “A pesar de que el curso no tiene impacto en las notas de los estudiantes, ellos asisten a las clases teóricas y a las observaciones con mucho entusiasmo, lo que nos dice que este es un tema que realmente le interesa a la juventud y que es parte de la formación que quieren tener”.

Además de las observaciones astronómicas que los alumnos han realizado en la universidad, el programa del taller contempla una visita al Cajón del Maipo para poder observar las estrellas con una menor contaminación lumínica.

“Chile es un país con un gran potencial astronómico debido, principalmente, a sus condiciones naturales. Sin embargo, no existe mucho conocimiento sobre estas temáticas en el grueso de la población. Conocemos muy poco del cielo austral que tenemos a nuestra disposición cada noche. Cuando en esta fecha desde el patio de mi casa observo a Saturno a simple vista, pienso en cuántas personas sólo lo han visto en un libro”, señala el profesor Hugo Caerols quien reconoce que siempre quiso impartir este curso.