12 de diciembre de 2018
Desde hace 11 años que la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez es parte de 100 Jóvenes Líderes, galardón que reconoce a jóvenes que han aportado a la sociedad a partir de diferentes áreas: la ciencia, el deporte, la educación, el arte, la cultura, el emprendimiento, el liderazgo político o el activismo social.
La selección se realizó luego de más de seis meses de trabajo investigativo y cientos de horas recopilando y ordenando el material, para escoger a representantes de todo el país y de diversas profesiones y actividades.
El futuro de Chile
El discurso de bienvenida estuvo a cargo del director de "El Mercurio", Carlos Schaerer.
"Ustedes son la generación mejor formada en nuestra historia y cuentan con formidables herramientas tecnológicas que facilitan la colaboración y coordinación, " dijo.
Enfatizó que el Chile futuro que ellos están forjando es un país más diverso en los estilos de vida, pero menos desigual en la calidad de vida.
Por último resaltó que
"el liderazgo siempre está referido a nuestro entorno. Aún sin proponérselo ni buscarlo, lo que ustedes hacen marca una diferencia para quienes los rodean e impacta en la vida de otras personas".
Luego fue el turno de Soledad Arellano, vicerrectora académica de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien en su discurso definió a los premiados como líderes en terreno, más involucrados con los problemas de la sociedad y con un liderazgo hacia afuera.
"Están aquí por su esfuerzo"
Soledad Arellano, quien también fue elegida líder joven en 2005, hizo énfasis en la diversidad, en el impacto, la fuerza y la inclusión de los proyectos de cada uno de los seleccionados y finalmente los llamó a no quedarse como jóvenes promesas, señalando que
"ninguno de ustedes está aquí por casualidad. . . . Están aquí por su esfuerzo".
En la ceremonia, a la que asistieron alrededor de 300 personas, hubo líderes de distintas áreas y profesiones, como Fernanda Valdés, campeona mundial en levantamiento de pesas; Katherine Medel, líder de la campaña del gobierno contra la violencia hacia la mujer "No lo dejes pasar"; y Horacio Vásquez, quien con su emprendimiento está masificando en Latinoamérica la energía solar.
También estaba la fotógrafa documentalista Tamara Merino, quien ha publicado su trabajo en medios como The New York Times; el director ejecutivo de IdeaPaís, Pablo Valderrama; y la primera tenista chilena en ganar un torneo WTA, Alexa Guarachi, entre muchos otros jóvenes que están haciendo un cambio en el país.
Otros galardonados fueron Gala Barrezueta y Gastón Iturriaga, ambos abogados que se dedican a asesorar legalmente y en forma gratuita a inmigrantes; Juliette Hotus, una joven pascuense directora de la fiesta Tapati, que busca preservar las tradiciones de la cultura rapanuí.
El promedio de edad de los ganadores estuvo en los 29 años y a diferencia de los años anteriores hubo 63 mujeres seleccionadas y 37 hombres, jóvenes de distintas partes del país.
También destacaron en la nómina jóvenes con doble nacionalidad: un chileno-cubano, una chilena-haitiana, una chilena-colombiana y una chilena-estadounidense.
Diego Villarroel: Joven Líder UAI
Diego Villarroel, ex alumno del Magíster en Gestión de Negocios de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, fue uno de los galardonados. Diego es fundador de Red-Apis, una institución que nació para crear soluciones innovadoras mediante la tecnología y la asesoría, permitiendo la traducción simultánea a través de videos, y ayudando a la inclusión de personas en situación de discapacidad y vulnerabilidad social.
Su inspiración fue Javiera – su socia- una mujer sorda que se comunica tanto de forma oral como con lenguaje de señas. Juntos, pensaron que necesitaban mejorar la forma en que las personas con alguna dificultad para comunicarse interactuaban en una sala de clases.
“Armamos una tecnología para la Javi donde ella iba a clases con un computador, se conectaba a internet y todo el audio de la clase viajaba a su casa donde estaba su mamá, que se lo escribía y se lo mandaba de vuelta en subtítulos,” cuenta, señalando que a Javiera le empezó a cambiar la vida en lo académico y en lo emocional.
Ese fue el punto de inicio para seguir desarrollando la idea y la tecnología. El 2013 empezaron a tener los primeros clientes y ese año ayudaron a unos 50 alumnos. Pronto, decidieron ampliarse, creando un sistema de videointerpretación, 'Vi-Sor', que permite que instituciones que atienden público, tengan disponible intérpretes en línea, siendo el puente de comunicación entre el ejecutivo y el usuario. Esto puede ser usado no solo por personas sordas sino que también, por ejemplo, por usuarios que hablan otro idioma y tienen dificultades para comunicarse, como los haitianos.
Diego cree que unas 10 mil personas han sido impactadas por su emprendimiento y sueña con que la tecnología de tener intérpretes en línea pueda ser utilizada por viajeros.
“Hoy existe el modelo de la economía colaborativa. Estamos trabajando en el primer Uber de idiomas," explica, apostando que podría ayudar a darle empleabilidad a profesores retirados, o a traductores intérpretes, trabajando para personas alrededor del mundo.
¿Y qué es lo que Diego más valoró del Magíster en Gestión de Negocios que cursó en la UAI? “
Las personas que lideran los negocios lo logran hacer bien cuando piensan de una forma sistémica y estratégica. Al principio, cuando te hablan de la misión, visión o propósito, uno no le ve mucho sentido, pero luego entiendes la necesidad de tener una filosofía frente al negocio. Eso es lo que más me quedó del Magíster, independiente de todas las herramientas técnica que me entregaron.”