Retiro de fondos de las AFP: Un debate en curso

20 de Noviembre 2020 Noticias Postgrados UAI

Por estos días y tras la aprobación en la Comisión de Constitución del Senado, se despachó a Sala el proyecto de ley que permitiría un segundo retiro de fondos desde las cuentas individuales en las AFP, impulsado por un grupo de diputados. En medio del debate, al día siguiente, el Gobierno anunció el ingreso de un proyecto propio de ley para el retiro de fondos que, a diferencia del de la oposición, establece restricciones al momento de solicitar el dinero, limitando el grupo de personas que pueden acceder a sacar los fondos e incluyendo tributación. El Gobierno también presentó un requerimiento ante el Tribunal Constitucional (TC) para impedir el avance de la reforma constitucional de la oposición para este segundo retiro -el primero fue en agosto- de 10% de las AFP.

En este escenario en curso, donde las opiniones están divididas, se debate desde porqué una política pública puede surgir de una moción parlamentaria, hasta cuál es la razón porque la que todavía sigue estancada la reforma previsional o cómo el Estado debería abordar la ayudas económicas para las familias que se vieron afectadas por la pandemia.“Creo que es muy difícil para los parlamentarios oponerse al retiro del 10% porque las AFP tienen muy baja legitimidad en la población. Por un lado, la gente no confía en el sistema de pensiones y cree que las AFP no velan por sus intereses sino que por sí mismas. Por el otro, saben que las pensiones que recibirán serán tan bajas que el retiro ahora no genera incertidumbre respecto de la vejez: esa incertidumbre ya existe. Más aun cuando las necesidades actuales, producto de la crisis económica son tan importantes y la ayuda del Estado ha sido insuficiente”, sostiene el profesor de la Escuela de Gobierno y director del Doctorado en Procesos e Instituciones Políticas, Daniel Chernilo.

Los efectos económicos de un segundo retiro también son parte de la discusión en curso y de las dudas que surgen de ella. Sobre este tema, Javier Bronfman, profesor de la Escuela el Gobierno y director del Magíster en Economía y Políticas Públicas (MEPP), Javier Brofman, nos comenta que lo que se observó con el primer retiro fue que el impacto en el corto plazo es positivo en cuanto a crecimiento, al poner en manos de los consumidores dinero en efectivo que dinamiza la economía en el corto plazo. “Aumenta la demanda, lo que estimula la producción y el empleo. Sin embargo, en el mediano y largo plazo el efecto no será positivo, dado que este retiro menoscaba la credibilidad y la solidez de las instituciones. Se pierde confianza por parte de los inversionistas, el cambio de reglas del juego no es positivo desde el punto de vista institucional”.
Respecto al costo fiscal de dos retiros de 10% y sus consecuencias en futuras políticas públicas como, por ejemplo, un sistema de pensiones solidarias, Bronfman señala que efectivamente un nuevo retiro de ahorros previsionales tendrá un costo fiscal a futuro. “Muchos afiliados al sistema de pensiones ya no cuentan con ahorros para la vejez, número que aumentará significativamente con un segundo retiro. Al mismo tiempo muchos afiliados y cotizantes que verán disminuidos sus saldos, tendrán que ser subsidiados por el Estado cuando llegue el momento de pensionarse, ya que no tendrán un saldo suficiente para alcanzar la pensión mínima. Para un número no menor de afiliados con saldos bajos el efecto en su pensión es nulo, ya que de todos modos recibirían la pensión básica solidaria, para ellos la decisión de retirar es completamente racional. Pero el efecto en el balance fiscal futuro puede ser grave. Es una deuda que le estamos dejando a las generaciones más jóvenes”.

-¿Este será el principio del fin del sistema de pensiones basado en cuentas de ahorro individuales?

Creo y espero que no sea así, me parece que el sistema debe ser fortalecido como sistema, más allá de las AFP y las cuentas individuales. Este mecanismo debe ser parte del sistema, es un pilar fundamental que aporta a la construcción de una buena pensión que aporta a la sustentabilidad fiscal. Creo que las AFP deben ser parte de la solución. El sistema de pensiones es más complejo que la industria de las AFP, se debe pensar en fortalecer todos los pilares, logar mayor solidaridad y una mayor participación del Estado.

-Y ¿cuál (es) es el principal escollo para sacar adelante la reforma previsional?

Creo que hay una animadversión en contra de las AFP que a mi parecer carece de argumentos técnicos. No hay duda de que las pensiones se deben mejorar y que el sistema debe fortalecerse en todos sus pilares, pero pensar en que esto se logra destruyendo a las AFP es un error. Falta altura de miras, estudiar más la evidencia y pensar en soluciones innovadoras que permitan acceder a mejores pensiones. Menos ideología, más evidencia y diálogo.

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