En el marco de la conmemoración de los 30 años del Plebiscito que puso fin al régimen militar, La Escuela de Comunicaciones y Periodismo junto a la Facultad de Artes Liberales organizaron el seminario “Reflexiones sobre el Chile Actual”, evento que reunió a tres protagonistas de la historia nacional reciente, quienes conversaron sobre los cambios que ha sufrido Chile desde el retorno a la democracia, así como también de los posibles escenarios que podría enfrentar el país en el corto plazo.

La actividad contó con la presencia de Carlos Cáceres, economista y exministro del Interior y Hacienda durante el gobierno militar; Genaro Arriagada, abogado y Secretario General de la Presidencia para el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle; Ascanio Cavallo, periodista, académico, analista político y exdecano de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo UAI; y Max Colodro, director académico del Magíster en Comunicación Política y Asuntos Públicos, quien se encargó de moderar el panel de discusión.

Carlos Cáceres comparó algunas de las cifras económicas actuales con las de hace 30 años y, a partir de esto, concluyó que “el país ha crecido en forma significativa, ha tenido un cuidado especial por los llamados equilibrios macroeconómicos, ha habido un manejo fiscal y monetario adecuado y además se ha producido una caída muy significativa en los niveles de pobreza”. Sobre este último aspecto, el economista resaltó que en tres décadas el país pasó de tener casi un 40% de pobreza en su población a tan solo un 12%.

En el ámbito político, Cáceres afirmó que el segundo gobierno de Michelle Bachelet marcó un punto de inflexión para la política chilena y la forma de gobernar que había hasta ese momento, pasando de una política basada en la búsqueda de acuerdos o consensos a otra donde se cuestionaba el modelo porque, supuestamente, “traía desigualdad y abusos empresariales”. “Sobre estos dos aspectos, se construye un nuevo gobierno que intenta modificar sustantivamente lo que se había logrado en los 24 años previos”, manifestó. Tras este análisis, el exministro aseguró que hoy en la derecha “se ve una unidad en los partidos”, mientras que la izquierda “está viviendo un problema existencial”. Con respecto al Frente Amplio, Cáceres lo ve más bien como “un movimiento anárquico que tiende a destruir, pero que no tiene una propuesta para construir”.

Por su parte, Genaro Arriagada recordó que Chile, a lo largo de sus historia, ha tenido un periodo de crisis cada 30 años aproximadamente, y aunque hoy no existe un panorama en donde “alguien haya destruido la economía o la relación política y social, el malestar sí está muy presente. En consecuencia, yo me atrevería a decir que, posiblemente, en unos dos o tres años más, podamos tener una situación de malestar y de confusión política fuerte”. El exministro considera que “hoy las fuerzas políticas están casi todas en crisis: con una derecha dividida, con una crisis brutal de la izquierda de los gobiernos progresistas, con un centro vacío y sin protagonismo, con una crisis terminal del movimiento comunista y, con respecto al Frente Amplio, creo que está aprendiendo, a través de la vía dura, que la protesta y el malestar no son una política; el que solo. trabaja la protesta y el malestar, va a morir de protesta y de malestar”.

Finalmente, Ascanio Cavallo destacó que “este es un periodo de verdad brillante para el país. (…) Por primera vez en la historia, Chile es una nación que le pasó a importar al mundo”. En este sentido, el periodista aseveró que “Chile está dando señales políticas hacia el resto del continente, que tal vez desde dentro del país no percibamos tan claramente como se perciben desde fuera, pero algo tiene que ver lo que ha ocurrido en Chile con el movimiento general del continente hacia la derecha y con el deterioro de los regímenes populistas”.

No obstante, el académico también se refirió al origen de las mayores tenciones políticas de los últimos años, los cuales, para él, se resumen en “la discusión del año 98 entre complacientes y flagelantes”. Según explicó Cavallo, lo que divide a esos dos grupos es, por un lado, la visión optimista respecto a la progresividad de los cambios que se están haciendo en el país y, por otro lado, el pesimismo en relación a esos cambios y a la visión negativa de la progresividad que es considerada un retroceso.