Psicología positiva: reconozcamos nuestras emociones y fortalezas y vivamos el momento presente

23 de Diciembre 2021 Noticias

Hace unos días, la académica Paulina Ortiz realizó una charla orientada a conversar sobre la psicología positiva y cómo aplicarla a nuestra vida diaria. Junto a un grupo muy participativo, hablaron sobre las emociones, cómo conocerlas, regularlas y modificarlas.

¿Sabías que existen más de 400 emociones? Lo importante es preguntarnos qué emoción estamos sintiendo en determinado momento, cuáles me cuesta experimentar, cuáles reconozco con facilidad. Y también preguntarnos, ¿qué hacemos para vivir esas emociones? Dentro de éstas están las positivas. ¿Cuáles son?

  • Esperanza
  • Gratitud
  • Interés
  • Inspiración
  • Admiración
  • Alegría
  • Amor
  • Diversión
  • Orgullo
  • Serenidad

Según la Teoría de Ampliación y Construcción, las emociones positivas aumentan la capacidad de percepción y aprendizaje, favorecen la construcción de recursos personales, logrando que la persona se transforme, crezca y genere más emociones positivas.

Lo importante es siempre estar conscientes, para poder procesar lo que estamos sintiendo. Para esto existen variados métodos. Uno de ellos es el método RULER, creado en el Yale Center for Emotional Intelligence, de la Universidad de Yale, y cuyo fundador es el prestigioso doctor Marc Brackett, que utilizó su experiencia con el bullying para plantear este modelo de 5 pasos:

  • Reconocer las emociones en uno mismo y en los demás.
  • Comprender las causas y consecuencias de las emociones.
  • Etiquetar o clasificar las emociones con un vocabulario específico.
  • Expresar las emociones de acuerdo con las normas culturales y el contexto social.
  • Regular las emociones con estrategias útiles.

La consciencia tiene un rol fundamental en este tema, ya que debemos sentir las emociones y validarlas. Por ejemplo, cuando uno siente gratitud y la expresa de manera consciente hacia otro, esto genera una emoción positiva tanto en sí mismo como en la otra persona, generando un efecto espiral que permite contagiar esta emoción con otros.

El ser humano puede utilizar estrategias de gestión emocional de corto y largo plazo, para manejar las emociones como la ansiedad, considerando que existen tanto estrategias saludables como no saludables. Por eso es importante ser consciente de cuál estrategia nos funciona considerando que todas las personas podemos utilizar diversas estrategias y que además genere un impacto positivo a largo plazo.

En cuanto a las estrategias de gestión emocional, podemos hablar de:

  • Conductuales: Desconexión

Aquí podemos incluir actividades como moverse, jugar juegos de concentración, cambiar la temperatura, la actividad física.

  • Respiración y atención plena: Mindfulness

Practicar la respiración consciente y vivir el momento, saboreando, meditando.

  • Cognitivas: Reestructuración

Podemos cuestionar los pensamientos, compartir la emoción, darle un nuevo significado o diluirla con más emociones positivas.

La invitación es a preguntarnos dónde está nuestra mente. ¿En el futuro generando ansiedad y estrés? ¿En el pasado haciéndonos sentir pena, depresión, cuestionamientos? Traigámosla al ahora a través de la respiración y alineando con el momento presente. Generemos vínculos positivos, reconociéndolos en tres dimensiones:

  • Colectivo
  • Relacional / Social
  • Intimo / Emocional

Busca en tus redes quién pertenece a cada espacio y dale un lugar para que puedas compartir tus emociones, validarlas, transmutarlas.

¿Sabías que también existen 24 fortalezas de carácter, que son rasgos positivos universales, independiente del entorno social y cultural? Estas son universalmente valoradas, existen en cada uno de nosotros, son estables y dinámicas y pueden ser desarrolladas.

Estas fortalezas se basan en 6 pilares o virtudes:

Sabiduría: Creatividad, curiosidad, juicio, amor por el aprendizaje, perspectiva.

Valor: Coraje, perseverancia, honestidad, entusiasmo.

Amor y humanidad: amor, bondad, inteligencia social.

Justicia: Trabajo en equipo, equidad, liderazgo.

Templanza: Perdón, humildad, prudencia, autorregulación.

Trascendencia: Aprecio de la belleza y excelencia, gratitud, esperanza, humor.

Podemos poner foco en ellas, reconocerlas. ¿Cuáles usamos más y cuáles menos? Nos daremos cuenta que estas pueden cambiar según el momento en que nos encontremos.

En síntesis, los/las invitamos a reconocerse, escucharse, validar lo que están sintiendo, tanto lo positivo como lo negativo, poner el foco en lo que nos hace bien y no nos olvidemos de agradecer en el camino.

Te invitamos a ver la charla aquí

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