Este martes 05 de octubre se celebró un nuevo aniversario de la UAI, con una cuenta pública hibrida, a cargo del rector Harald Beyer. En la oportunidad también se premió a los mejores académicos/as e investigadores del año 2020, y se reconoció a los funcionarios más antiguos de la universidad.

Como mejor profesor de la Escuela de Psicología, recibió el galardón Claudio Araya Véliz, mientras que en investigación se destacó a Agustín Ibáñez (Mejor Investigador Transdisciplinar), Vicente Soto De Amesti (Mejor Investigador Joven Transdisciplinar) y David Huepe Artigas (Ciencias Sociales).

Respecto a esta distinción, el profesor Claudio Araya compartió algunas palabras: “Me siento muy agradecido de recibir este reconocimiento. Me siento honrado de formar parte de una comunidad que busca contribuir de manera responsable y reflexiva a la formación y al bienestar de los demás. Veo el reconocimiento como una valoración al trabajo en equipo, al diálogo y a una línea de trabajo que puede ser importante seguir cultivando. Temas como la empatía, la compasión, la presencia, la humanidad compartida son hoy más necesarios que nunca. Finalmente, me siento honrado de recibir un premio que colegas a quienes admiro también han recibido. Me siento parte y me invita a continuar colaborando y aprendiendo”.

Agustín Ibáñez, director del Brainlat UAI no pudo asistir a recibir su galardón, pero destacó que “Este reconocimiento es para todo nuestro grupo del Latin American Brain Health Institute (BrainLat), justamente inaugurado en el 2020, que se basa en una profunda visión inter y multidisciplinaria”.

En tanto, David Huepe, director del Centro de Neurociencia Social y Cognitiva,  también señaló su agradecimiento a este galardón: “Agradezco profundamente el reconocimiento que la universidad hace sobre mi trayectoria en investigación. Esta actividad es mi pasión y me siento muy a gusto realizándola en esta universidad y, en particular, en la Escuela de Psicología, a la cual pertenezco. Sin duda, el apoyo que recibo constantemente de parte de mis colegas y autoridades y la confianza que depositan en mí, son un aliciente fundamental para poder llevar a cabo mis metas. Sin embargo, quiero decir con mucho énfasis, que este reconocimiento no es solo sobre mi esfuerzo personal y respaldo familiar, sino que, mucho más aún, es el producto del trabajo en equipo, en particular de todas la mujeres y hombres que colaboran conmigo en el Centro de Neurociencia Social y Cognitiva (CSCN). Sin su trabajo, acompañamiento diario y calidad humana, esta empresa sería imposible”.