Profesor de Derecho becado para realizar doctorado en la Universidad de Chicago

29 de Marzo 2018 Noticias

El profesor de la Facultad de Derecho, Juan Ignacio Wilson, fue becado por la División de Ciencias Sociales de la Universidad de Chicago y participará del programa Ph.D. in History que comienza en octubre de este año y se extiende por 5 años.

Wilson destaca que los primeros tres años están destinados a la formación metodológica y temática y al aprendizaje de los idiomas que sean necesarios para la investigación, y luego la redacción de la tesis que comienza recién el cuarto año del programa.

La beca permitirá al profesor llevar a cabo su propuesta inicial, la que se encuentra enmarcada en el área de historia del derecho y particularmente según indica, “en el renovado interés que ha surgido en el mundo anglosajón por el rol de las instituciones jurídicas en el desarrollo de las empresas de expansión imperial”.

A lo que agrega, “me interesa particularmente estudiar de qué manera la tradición jurídica romana modeló el proyecto imperial español en los albores de la conquista americana: cómo, por ejemplo, las ideas de imperio universal o de guerra justa permitieron dar forma y legitimar ciertas instituciones coloniales, pero hicieron a la vez opaco el hecho de que estas instituciones no eran un simple recurso a la tradición sino que introducían innovaciones importantes en el orden jurídico medieval. Es este segundo punto el que me parece más interesante, no tanto el hecho mismo de la innovación, sino el importante rol que juega esta opacidad en la instauración del orden colonial”.

– ¿Por qué el interés por especializarse en esta área?

Creo que la mirada desde el derecho tiene mucho que aportar en la comprensión de estos procesos. Y tengo también la impresión de que a ratos quienes estudiamos “ciencias jurídicas” perdemos de vista tanto la contribución que nuestra disciplina puede hacer en los debates historiográficos como la importancia que para la renovación de nuestro propio quehacer tiene el dialogar, no sólo con historiadores, sino en general con las humanidades y ciencias sociales. Cuando es hecha por abogados, suele ocurrir que la historia del derecho es presentada de forma extremadamente árida, centrada en las instituciones jurídicas y su estructura interna, sin preguntarse por su interacción con otros sistemas sociales o por sus manifestaciones empíricas, es decir, por la manera en que estas instituciones se desempeñaron efectivamente. Las valiosas contribuciones de los historiadores, por otra parte, cuando recurren al derecho, no suelen hacer de éste su centro de atención, sino que lo utilizan como apoyo o evidencia para hablar de otros procesos políticos, culturales o sociales, de la agencia de los sectores subalternos o los cambios en la estructura económica, todo lo cual está muy bien pero no es lo que a mí me interesa en lo inmediato. Creo que un diálogo interdisciplinario es muy necesario. El doctorado es mi intento por salir del ostracismo.

– ¿Por qué la Universidad de Chicago?

Hay muchos profesores en el Departamento de Historia que con los que tengo afinidad, bien por su área de investigación o bien por el tipo de metodología que utilizan. En todas las líneas que me interesan, hay personas con las que me gustaría trabajar y que dialogan frecuentemente con la historia del derecho. A eso se suma el apoyo institucional, que es reflejo de lo anterior. Mi proyecto tuvo buena recepción entre los profesores de la universidad, por lo que me otorgaron la Brenda and Earl Shapiro Scholarship, una beca que se otorga anualmente a los cinco mejores estudiantes que ingresan al doctorado en historia. Es fácil sentir que se está en el lugar correcto cuando se nota ese entusiasmo en los miembros del programa.

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