¿Cómo formar profesionales para la nueva empresa?
Flexibilidad curricular, datos para plantear preguntas relevantes e interdisciplina para abordar la complejidad del entorno distinguen la propuesta formativa de la Escuela de Negocios UAI.
30 de diciembre de 2021
Un entorno de cambios vertiginosos, con problemas complejos sin soluciones evidentes en el contexto de la globalización, con una alta velocidad de renovación del conocimiento y un crecimiento exponencial de los datos, son desafíos que deben enfrentar las mujeres y los hombres de negocios en la actualidad.
Como parte del Modelo Educativo único de la UAI, la Escuela de Negocios ha dado el siguiente paso en la evolución de la carrera de Ingeniería Comercial “para que sus egresadas y egresados emprendan su camino propio y aporten a la sociedad desde los negocios”, explica Alejandro Montecinos, vicedecano de la carrera. Con este objetivo, agrega, “en la Universidad Adolfo Ibáñez hemos repensado el concepto de flexibilidad curricular para Ingeniería Comercial. En Chile suele entenderse la flexibilidad curricular como una expresión del número de asignaturas electivas, que usualmente abordan diferentes disciplinas y de forma dispersa, sin intención, sin un propósito claro. En la Escuela de Negocios de la UAI, entendemos la flexibilidad curricular como la posibilidad de 'cambiar de rumbo' en distintas partes de la carrera, lo que permite a nuestras y nuestros estudiantes construir su propio camino hacia el título de Ingeniería Comercial”.
La forma en que se materializa esta flexibilidad, ocurre luego de los tres primeros semestres. Primeramente, se da en un hito inicial de elección, en el que las y los estudiantes escogen entre dos alternativas de licenciatura: Administración o Economía.
Luego, al finalizar el tercer año y concluir su licenciatura. “Aquí existe un segundo hito de elección, donde, nuestras y nuestros estudiantes profundizan en un área de especialización mediante la elección de una de 12 alternativas de Master. Esto genera 24 caminos posibles para obtener el título de Ingeniero Comercial. Esto sin contar la doble titulación con Ingeniería en Diseño, en cuyo caso son más de 36 alternativas. Esto permite que cada estudiante exprese sus preferencias personales, forjando un sello único, original e individual en cada ingeniero o ingeniera comercial UAI; en otras palabras, su irrepetible ‘huella digital’”, detalla el vicedecano.
Datos con sentido
Otra característica diferenciadora de la oferta educativa de Ingeniería Comercial en la UAI, orientada a fortalecer la flexibilidad curricular y el desarrollo de una identidad propia que los lleva a “emprender su propio camino” —y no caminar un camino predefinido por otros— es la manera única de abordar la formación cuantitativa. Esta se basa en datos para plantear las preguntas relevantes en las decisiones de negocios. La formación cuantitativa es abordada como una aplicación del pensamiento crítico con datos. Es lo que en la Escuela de Negocios denominan “datos con sentido”.
“Nuestro foco en el uso de datos está en emplearlos para plantear preguntas que desafíen las miradas tradicionales y establecidas. Apuntamos a que nuestras y nuestros estudiantes, inspirados por el análisis de datos, se adelanten a los grandes cambios y oportunidades de negocios. Por eso el objeto central de la formación cuantitativa es plantear nuevas preguntas, no responder las preguntas planteadas por otros. Es decir, el Ingeniero Comercial UAI plantea preguntas relevantes para definir estrategias, no busca ejecutar los planes y miradas concebidas por otros. La capacidad de pensamiento crítico potenciada por la formación en Artes Liberales convoca a nuestro egresado a desafiar la comprensión del presente para construir el futuro”, señala Alejandro Montecinos.
Lo anterior —agrega—, “permite a nuestros estudiantes no estar atados a recetas; por el contrario, basados en la libertad de pensamiento pueden contribuir a crear los negocios del futuro. Esta capacidad de cuestionarse los supuestos fundamentales sobre los que se hacen los diagnósticos y se establecen las estrategias para competir en el mercado, evaluar las consecuencias de cambiar esos supuestos para tomar decisiones, es la principal fuente de contribución de nuestras y nuestros futuros Ingenieros Comerciales”, especifica.
Interdisciplina para abordar la complejidad
El elemento final de la triada que diferencia al Ingeniero Comercial UAI de otros ingenieros comerciales es “el carácter verdaderamente interdisciplinario” de la forma de entender el mundo de nuestras y nuestros egresados. Esta, complementa Montecinos, “se manifiesta especialmente a lo largo de toda la carrera. Por ejemplo, durante la licenciatura, los alumnos conocen diversas áreas de las ciencias sociales, que complementan la visión estrictamente económica de los negocios que aún mantienen muchas facultades de economía en el país”.
Un elemento central es que estas miradas desde otras ciencias sociales las aportan especialistas de otras facultades, que justamente aportan una perspectiva complementaria al enfoque tradicional de los negocios.
“A través de la presentación de estos distintos paradigmas, formamos una visión de mundo, que hace que la y el Ingeniero Comercial UAI sea capaz de dar soluciones originales, únicas y diferentes a los problemas de negocios”, concluye.
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