¿Por qué la democracia se puede corromper hoy?

9 de Diciembre 2019 Noticias

Sofia Näsström es profesora del Departamento de Gobierno de la Universidad Uppsala, Suecia. Trabaja en el campo de la teoría política, en temas de democracia, ciudadanía y representación. La experta, que  está próxima a finalizar su libro “The Spirit of Democracy: Sources of Corruption and Renewal”, expuso en la UAI sobre la mirada del filósofo Montesquieu y las razones sobre las cuales, muchas veces, se corrompe la democracia, en el marco del proyecto Redes-UAI sobre la “Crisis de la Democracia” que dirige el profesor de la Escuela de Gobierno, Gonzalo Bustamante.

En este coloquio Sofia analizó, contemporáneamente, diferentes aspectos que plantea Montesquieu y que ayudan a reflexionar sobre las causas de que la democracia, hoy en día, se puede corromper y con este acto se termina perdiendo la capacidad de representación ciudadana.

Näsström planteó dos ideas:
1)  La democracia contemporánea se encuentra amenazada tanto por el populismo y el elitismo, así como por nuevas formas de autoritarismo. Aquí plantea que “el espíritu de la democracia supone que sus instituciones tengan un carácter emancipatorio”.

2) Estas amenazas que debilitan la democracia pueden abordarse políticamente de mejor manera si se reconoce que como regimen político sociales, tales como la educación, vivienda y salud.

Para Näsström la obra clásica de Montesquieu “El espíritu de las leyes”, si bien es anterior al nacimiento de la democracia moderna, nos entrega categorías de análisis sobre las condiciones sociales que hacen de base de toda forma política. Para la autora sueca la esencia de la democracia es su espíritu emancipador y por ende es un un sistema construido sobre un horizonte sin clases, en el sentido de que no existe una clase o grupo que tenga el poder en sus manos; a su vez, en la democracia moderna, el poder reside en la institucionalidad del sistema. Aunque el miedo (propio del despotismo), el honor (monarquía), la virtud (república), también pueden darse en la democracia, el espíritu predominante que determina la forma de su  sistema, es la emancipación. Por lo tanto, un espíritu de emancipación fuerte es crucial para la salud del sistema democrático moderno.

Para el alumno del Doctorado en Procesos e Instituciones Políticas de la Escuela de Gobierno, Daniel Soto, quien estuvo presente en el evento a la charla “la propuesta de Sofía Näsström resulta muy atinente al debate sobre el nuevo pacto social promovido por la crisis actual, en el sentido que si bien es el Estado el que debe garantizar esta “posibilidad emancipadora”, garantizando que las personas puedan tomar decisiones de distinta naturaleza en sus vidas, las personas, a su vez, también contraen un deber correlativo de asumir su responsabilidad por las decisiones que toman. Pareciera que este debate sobre las responsabilidades políticas de la democracia, individuales y colectivas, se encuentra pendiente”.

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