Derecho procesal, reformas judiciales y el uso de tecnologías de la información y comunicaciones en los sistemas de justicia, son parte de las áreas de investigación en las que se encuentra trabajando el profesor Ricardo Lillo, quien recientemente se incorporó a la planta académica de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Ricardo Lillo es Doctor of Juridical Science (S.J.D), University of California, Los Angeles (UCLA) y Doctor en Derecho por la Universidad Diego Portales. Ha sido coordinador de doctorado e investigación e investigador del “Programa de Reformas Procesales y Litigación” de la misma casa de estudios; así como Transnational Criminal Justice Program Research Fellow de UCLA e investigador del Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA). Además, es miembro de Law and Society Association y, en la actualidad, vicepresidente de la Red Chilena de Investigadores en Derecho Procesal.
“La Facultad de Derecho UAI hoy cuenta con un proyecto de crecimiento sostenido en el tiempo, con un faculty de primer nivel que desde diversas áreas está impulsando la generación de conocimiento en derecho de una manera que resulta un aporte al debate público y a la formulación de políticas públicas basadas en evidencia. Particularmente interesante me pareció la creación del Centro de Investigación en Derecho y Sociedad (CIDS) desde donde espero aportar al trabajo interdisciplinario que dicho grupo propone”, comenta Lillo sobre su motivación para incorporarse a la UAI donde durante el segundo semestre 2021 impartirá la asignatura “Proceso y Procedimiento” y será parte del equipo de profesores que dictan el curso de resolución de casos. Además, en el futuro, espera enseñar cursos de diversos niveles en la disciplina del derecho procesal.
“Desde el punto de vista de la enseñanza en derecho -señala el académico- me parece muy interesante el foco en innovación que están potenciando y cómo esto se integra a la formación de Artes Liberales, lo que sin duda redundará en que nuestras abogadas y abogados serán profesionales íntegros y de fácil adaptación a un mercado laboral cada vez más exigente”.
Proyectos y áreas de investigación
Actualmente el profesor Lillo se encuentra trabajando en distintas líneas de investigación. “La primera, tiene su origen en mi trabajo de hace más de 10 años como investigador y luego coordinador de un área del Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA), en materia de acceso a la justicia e implementación de reformas procesales basadas en sistemas por audiencias. En particular, con los años me he ido especializando y publicando en materia de acceso a la justicia civil desde un enfoque empírico tratando de aportar al debate de la reforma procesal civil. En este sentido, recientemente he culminado un artículo con el resultado de un estudio empírico de corte observacional que he realizado en los Juzgados Civiles de la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de Santiago, recientemente publicado en la Revista Chilena de Derecho”, explica .
Otra de las áreas y proyectos en los que se ha enfocado tienen que ver con la incorporación de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TICs) en los sistemas de justicia y la recopilación de buenas prácticas en la materia y, en particular, como forma de ampliar el acceso a la justicia. “El principal desafío en la materia es que la incorporación de tecnología no sea solo una manera de simplificar la labor de los funcionarios judiciales y de abogados y abogadas, sino que permita vincular a la justicia con la ciudadanía en general, de manera directa sin intermediarios”, indica el profesor cuando le preguntamos sobre los desafíos del uso de las tecnologías y de las comunicaciones en los sistemas de justicia.
En este sentido destaca cómo el uso de la tecnología, para ampliar el acceso a la justicia y satisfacer necesidades legales y conflictos cotidianos, “puede tener un impacto significativo para el fortalecimiento de nuestro Estado de Derecho y mejorar la confianza en la justicia. El Poder Judicial chileno es pionero en la región en materia de incorporación de tecnologías, ahora falta que esos esfuerzos, no solo vayan hacia lo interno o en los intervinientes habituales sino que también vinculen a la institución con el destinatario final, la ciudadanía en general”.
Ricardo Lillo también ha trabajado en proyectos relacionados con el funcionamiento de la justicia penal y, en particular, sobre el uso de salidas negociadas en la justicia penal. “En la actualidad, estoy encargado del capítulo chileno de un proyecto a nivel latinoamericano en la materia, el cual es financiado por el Centro de Investigación para la Docencia Económicas (CIDE) de México, y para el cual cuento con el patrocinio de la Corte Suprema de nuestro país, consistente en un estudio empírico sobre el funcionamiento de la justicia penal a nivel comparado”, concluye.