A poco más de un mes desde el incendio que consumió parte de la catedral de Notre Dame, profesionales de la historia y del arte se reunieron para hacer un balance de la pérdida que significó el siniestro en términos patrimoniales y del proceso de reconstrucción para el que se recaudaron millones de euros.

La Facultad de Artes Liberales y el Departamento de Comunicaciones y Extensión organizaron el coloquio abierto a la comunidad “Notre Dame de París ayer y hoy: reflexiones a un mes de su incendio” en el que participó la directora académica del Magíster en Historia, Paola Corti, el coordinador del curso Core Arte y Humanidades: obras maestras del Arte Occidental, Fernando Guzmán, y el director del Departamento de Historia y Ciencias Sociales de la Facultad de Artes Liberales, Rodrigo Moreno.

En cuanto a la relevancia patrimonial de la capital francesa, el profesor Moreno explicó que “en París nace el gótico y Notre Dame se transformó en un símbolo; fue convertido en un templo pagano, sufrió saqueos y la aguja que se perdió ahora en el incendio, ya se había perdido antes. El incendio del mes pasado nos hizo recordar episodios de la historia y reflexionar sobre el futuro”.

Sobre el origen del fuego, Paola Corti indicó que “las llamas se iniciaron en la base de la aguja, que fue reconstruida en el siglo XIX dado que después de la Revolución Francesa está había sido destruida. En ese momento se tomó la decisión de atacar el incendio desde adentro y para eso se movilizaron entre 500 y 500 bomberos”.

Tras el siniestro, se abrió el debate sobre los distintos proyectos que surgieron para la reconstrucción de la catedral parisina, teniendo en cuenta la mantención de sus elementos arquitectónicos característicos.

Para Fernando Guzmán, académico del Magíster en Historia del Arte, “es de esperar que las presiones políticas no aceleren el proceso y los especialistas se tomen el tiempo de hacer una evaluación material a material. Además, toca tomar decisiones sobre qué se va a mantener y qué no. Yo considero que hay ciertas cosas que sí se deben mantener como los vitrales para recuperar esa luminosidad interior única de Notre Dame”, aseguró.