En una ceremonia distinta, realizada de manera remota debido a la crisis sanitaria, más de cien estudiantes de la generación 2020 de la Facultad de Derecho recibieron su Licenciatura en Ciencias Jurídicas y el grado de Magister en Derecho. La actividad comenzó con un mensaje del rector de la UAI, Harald Beyer, quien destacó que en estos tiempos de cambios vertiginosos los alumnos y alumnas deben estar preparados para enfrentar un futuro incierto. “Han recibido una educación de excelencia que les permitirá explorar el mundo y desafiarlo. El futuro lo construyen ustedes”. Y, en este contexto, destacó que la humildad y la confianza son caracteríticas necesarias para abordar y comprender los problemas complejos y las circunstancias extraordinarias que vamos a vivir.
Los licenciados en Ciencias Jurídicas de la UAI se caracterizan por tener una rigurosa formación jurídica que, complementada con el desarrollo de competencias en pensamiento crítico y analítico, les permite desempeñarse en el ámbito profesional con capacidad para adaptarse a los requerimientos y desafíos que supone el resolver problemas jurídicos complejos. Durante su quinto año los estudiantes cuentan con un progtrama único que tiene la particularidad de estar compuesto exclusivamente por cursos electivos, que permiten profundizar aspectos de la formación jurídica e introducirlos al conocimiento de áreas de especialización profesional. Durante este año los estudiantes pueden optar entre las menciones de Derecho Público, Derecho Privado o Derecho Penal. Una vez adquirido el grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas, también pueden optar el grado de Magíster en Derecho.
Precisamente fue esta sólida formación la que destacó la decana de la Facultad de Derecho, Isabel Aninat, al dirigirse a los estudiantes a quienes también animó e hizo un llamado a contribuir a la profesión legal, abriéndose a nuevos desafíos, así como a seguir vinculados con la facultad.
“En un año de dulce y de agraz, este el cierre de su etapa universitaria junto a nosotros. Por eso quisimos hacer esta ceremonia de cierre. Necesitamos de hitos. Hoy la profesión legalse concibe de una manera más amplia. Ejercerán en ámbitos tradicionales del derecho, pero cada vez se abren más espacios para desarrollar la profesión. Quiero que sean ustedes quienes ocupen esos espacios. Encuentren un propósito en el ejercicio de la profesión de acuerdo a sus valores. Atrevánse a contribuir y sigan estudiando. Sigan vinculándose con la facultad para mejorarla e inspirar a otros estudiantes. Esta es una facultad que construimos entres todos y todas”, sostuvo.
El mensaje de estudiantes y profesores
Durante la ceremonia, la alumna Sofía Lazón habló en representación de sus compañeros, destacando la instancia como una de las “más importantes de nuestras vidas, que representa aquel momento que muchos soñamos con vivir”. Durante su discurso, Sofía se refirió con nostalgia pero, a la vez, con alegría a las anécdotas que vivieron durante sus años de estudio y recordó la “inocencia de los mechones”, ahora licenciados “expectantes del futuro”.
“Ninguno de nosotros es el mismo que entró hace cinco años a la universidad. Para muchos es la etapa más hermosa de nuestras vidas y este día respresenta el día más feliz de un año desolador. Hemos superado este desafío y seremos profesionales”, dijo la joven que también agradeció a los profesores por “la huella” que dejaron en ellos sus durante su paso por la UAI, además de valorar el quinto año como “una oportunidad única que nos permitió profundizar en la materias que nos interesan”.
Cada año, en la ceremonia de licenciatura, la facultad reconoce al mejor graduado de generación, reconocimiento en que esta oportunidad fue otorgado a Nicolás Sanhueza tras haber obtenido la calificación más alta de ambos campus UAI: Santiago y Viña del Mar.
En la oportunidad, la profesora Verónica Undurraga entregó a los estudiantes un emotivo y significativo mensaje donde les dio una serie de consejos, los llamó a reflexionar sobre estos años de sus vidas y les habló sobre la importancia de la construcción de su propia identidad. “Los invito a detenerse y mirar hacia atrás y descubrir en qué han cambiado. Solo ustedes pueden ser agentes de sus vidas. Elegir esta carrera implica acompañar a las personas a enfrentar situaciones que desconocen. Sean responsables. Sean buenos y buenas abogadas y conscientes de la cuota de poder que les dará esta profesión. Actúen de acuerdo con sus valores y aspiren a la excelencia; ser reconocidos es un privilegio. Sean innovadores y no usen los conflictos para sacarles provecho. Rodéense de personas mejores que ustedes y ejerzan liderazgos positivos”, dijo en uno de los fragmentos de su discurso.