Marcelo Ortiz es el primer alumno que se graduó el Doctorado en Finanzas que imparte la Escuela de Negocios en conjunto con la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAI. Además, Marcelo cursó su pregrado y  Magíster en la Universidad Adolfo Ibáñez.

Recientemente, se incorporó como académico al Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, uno de los más prestigiosos en investigación económica de Europa. “Mi meta en el Departamento es contribuir a ese prestigio con mis trabajos sobre contabilidad financiera, transparencia y empresas familiares,” cuenta Marcelo. “Entrar como académico a la UPF representa una gran oportunidad para visibilizar mi trabajo y compartir con reconocidos investigadores,” agrega el académico.

El año 2018, Marcelo presentó su tesis doctoral en universidades de Alemania, Holanda, Francia y España y este año lo hará en la conferencia anual de la Financial Management Association, en Escocia, por lo mismo, ve su incorporación a la prestigiosa institución española como una posibilidad de “continuar internacionalizando mi trabajo y responder preguntas claves sobre el rol de la transparencia y del capitalismo familiar en el comportamiento de las empresas y mercados. Ese proceso implica participar en congresos y seminarios académicos, lo cual me motiva bastante. Espero seguir puliendo las habilidades para realizar contribuciones relevantes en mi disciplina.”

Estudiar en la Universidad Adolfo Ibáñez

Marcelo, eres el primer graduado del Doctorado en Finanzas de la UAI. ¿Cómo definirías la formación que te entregó el programa?

“Estoy muy orgulloso de haber realizado toda mi formación académica (Ingeniería, Magister, Doctorado) en la UAI. Desde esa perspectiva puedo decir que en general un gran plus de la UAI es su orientación internacional al diseñar los programas y al contratar profesores.

En particular, la formación de Doctorado en Finanzas fue super dura los primeros años, pues tienes que conocer todo lo que ya se sabe en la disciplina, para ser capaz de identificar lo que no sabemos aún, las dudas por resolver. Ese formato de doctorado, típico en USA, si bien es duro, es una super buena inversión de tiempo.

El último año de mi doctorado fui a la Rotterdam School of Management (Holanda), en una pasantía de investigación. Al compartir con los estudiantes de doctorado y académicos de la RSM noté lo sólida que fue mi formación cómo investigador en la UAI, y empecé a colaborar con varios de ellos. El espíritu de trabajo de los doctorandos y sus profesores guías es super fuerte en la UAI. Cada año salen más publicaciones y aumenta la presencia de la universidad en congresos nacionales y en el extranjero. Eso habla muy bien de la UAI y de sus investigadores, y a la vez abre las puertas para que nuevas generaciones se quieran sumar a hacer ciencia en Chile.”