El inicio del desconfinamiento en Viña del Mar y Valparaíso se presenta como un desafío más en el escenario de desarrollo y movilidad urbana post pandemia que enfrentan ambas ciudades y la Región de Valparaíso en general. Con el objetivo de dialogar sobre lo que implica la planificación de este proceso, se desarrolló la segunda conferencia del año del XVIII ciclo Construyendo Región 2020.

En la actividad que ya cumple 18 años participó el director del Centro de Economía y Política Regional (CEPR) de la Escuela de Negocios de la UAI, Esteban López, quien abordó los desafíos en relación a la demanda de la movilidad vinculada a lo laboral y a la infraestructura urbana. Además se refirió a los efectos que ha provocado la pandemia del covid-19 en la movilidad urbana y qué consideraciones se debieran tener en cuenta al mirar a largo plazo.

Ciudades congestionadas

Uno de los principales problemas que pone sobre la mesa la salida de las cuarentenas es el retorno de los trabajadores a sus puestos de trabajo. “En áreas como la salud y el comercio, los lugares donde viven los trabajadores son dispersos, mientras que los lugares de trabajo se concentran en ciertos puntos de las ciudades”, explicó el profesor López y agregó que “por eso es necesario  pensar en cómo descongestionamos esos espacios tan pequeños y también cómo abrimos nuevos espacios para que estas actividades se dispersen”.

A eso se suma el tiempo de viaje, principalmente en transporte público, que gastan diariamente los habitantes. Sobre este tema, el arquitecto y decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo, Pablo Allard, quien también participó como expositor de esta actividad puntualizó que “pese a todas medidas que se han tomado para evitar los contagios, claramente el transporte masivo, que debiese ser la columna vertebral de la movilidad en las ciudades que acerque y sea un atajo para las oportunidades, está puesto en cuestionamiento mientras no se despejen las dudas es un foco de contagio”.

Debido al nuevo escenario en que se debe privilegiar el distanciamiento social, la idea de “ciudades compartidas” a quedado en Jaque, puesto que “la planificación no fue ni suficiente ni sustentable”, aseguró Allard, y en consecuencia propone un nuevo modelo para Valparaíso: “convertirse en un ejemplo de intermodalidad urbana donde se conviva el tren, buses interurbanos, colectivos, taxis marinos, teleféricos, escaleras públicas, ciclos y caminatas”.

Y gran parte de esa renovada estrategia está en las posibilidades que el propio confinamiento entrega. “La pandemia nos está dando un gran empujón para la fuerza laboral se quede acá por el teletrabajo, pero faltan los incentivos desde las empresas para que se instalen definitivamente y empiecen a consumir acá. Que no se vayan a trabajar a Santiago u otras regiones”, puntualizó Esteban López.

Además, para el economista, “se debe dejar de lado que la calidad de vida y el desarrollo de las empresas son excluyentes. En las ciudades que han tenido un crecimiento exitoso han invertido en generar infraestructura y en resistir al futuro. Nosotros tenemos que revisar a las prioridades en movilidad y derecho a la ciudadanía, además de crear una identidad y cultura propia en la región”.