La luz como elemento del activismo artístico

28 de Julio 2020 Noticias

Las intervenciones lumínicas a gran escala con diversos mensajes de la actualidad política y social realizadas en edificios emblemáticos de Santiago y en otros rincones de nuestro país, son un fenómeno que no ha dejado indiferente a nadie que las haya observado. ¿Su origen? El colectivo Delight Lab conformado por los hermanos Andrea y Octavio Gana.

El estudio de este proyecto es una de las líneas de investigación de la académica del Departamento de Literatura de la Facultad de Artes Liberales, María José Barros: Mi interés por Delight Lab surge cuando conocí el proyecto del colectivo en noviembre de 2018. Esto ocurrió al día siguiente del asesinato de Camilo Catrillanca, cuando proyectaron en la Torre Telefónica una imagen del rostro del comunero mapuche con un verso del poeta Raúl Zurita”. Desde entonces, Barros, quien se encuentra trabajando en un postdoctorado Fondecyt sobre  el activismo artístico en la producción de mujeres chilenas y mapuche, ha ido siguiendo las  intervenciones realizadas por el Delight Lab , especialmente las que se han hecho en el marco del estallido social.

Para la investigadora, el primer efecto producido por las proyecciones de Delight Lab, en especial si se ven de manera presencial o directa, es una sensación de impacto y sorpresa: “Son proyecciones a gran escala, que reconfiguran momentáneamente el paisaje de la ciudad, y que inevitablemente obligan la mirada de los transeúntes”.  Al mismo tiempo, señala que las intervenciones del colectivo se caracterizan por condensar en una o muy pocas palabras un mensaje poderoso y contingente, capaz de verbalizar la sensibilidad social y política del momento, creando así un sentido de comunidad y pertenencia en gran parte de los ciudadanos.

Sobre el uso de la luz, Barros explica que esta tiene un doble propósito: es utilizada como material artístico, pero también opera como un mensaje simbólico en sí mismo, al volver visibles las voces que han sido históricamente silenciadas y marginalizadas en la sociedad chilena. “La luz es lo que nos permite ver aquello que ha sido tachado violentamente como no visible, no legítimo, sin valor, y que este colectivo artístico ha sabido poner en el centro mismo del debate público y la ciudad”, reflexiona.

Las expresiones artísticas hechas por Delight Lab- que según Barros tienen entre sus  referentes a los artistas Alfredo Jaar, Lotty Rosenfeld, Jenny Holzer y Krzysztof Wodickzko- tienen la característica de ser efímeras e intangibles, lo cual implica cuestionar el concepto tradicional de obra de arte en cuanto objeto que puede ser exhibido y, por lo tanto, comercializado: “me parece que la desmaterialización del fenómeno artístico aún puede operar en ciertos casos como un acto de transgresión capaz de potenciar la autonomía y libertad creativa. En el caso de Delight Lab, el hecho de trabajar con la luz les permitió durante mucho tiempo intervenir libremente distintos edificios de Santiago como la Torre Telefónica, la Torre Entel o la Casa Central de la UC, entre otros”.

Para la doctora el Literatura otro elemento crucial para el trabajo del Design Lab  ha sido su difusión desde las  plataformas digitales: “son una herramienta fundamental para el activismo ya que permiten viralizar contenidos entre un público amplio, masivo y globalizado, soslayando incluso ciertas situaciones de censura o represión”.

En el futuro la investigadora UAI, -quien publicó recientemente el artículo “Delight Lab en Wallmapu: Descolonizando la mirada y las aguas”, que describe el trabajo del colectivo artístico con el pueblo mapuche y las demandas tanto políticas como territoriales del movimiento de resistencia indígena-  pretende seguir analizando manifestaciones de activismo artístico según ella, “se van a seguir desarrollando en el importante contexto social y político que estamos viviendo como país”.

*Créditos foto, Andrés Cruz.

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